Opinión Nacional

Callar es perecer

A: Manuel Rosales, Ubaldo Sanatana, E.Pineda, A.Lombardi, Atencio, Neuro, Imelda, HR Chávez, R Cabezas, A Castejón…

Y cuando un hombre calla en su tortura/un dios me concedió decir lo que yo siento. Repito con insistencia esta inmensa sentencia escrita por Goethe como motto para su poema “Marienbader Elegie”. Tal vez sea esa mi vida y tal vez la razón de mi vida haya sido esa. Muchas veces he callado y prestado a otros mi palabra en textos esenciales, porque me ha parecido que podrían alcanzar objetivaciones en lo real, si otros, esos otros, tenían poder o una mediana cuota, para hacerlos posibles. Empero, dejé en ellos trazos de mi habla y pudiese en ella expresar mi presencia en ausencia. Testimonio de la consciencia crítica y jamás almibarados discursos para la adulancia. Cito un extremo, hasta Domingo Bracho, cuando fungía (entiéndase fingía) de rector, presentó a nombre de LUZ todo un proyecto programa cultural a un buen amigo, Manuel Espinoza, para ese entonces vice ministro de cultura.

Otros textos están allí, más que escritos, esculpidos por mí. Chávez, JV Rangel, Arias, Rosales, Cabezas… decenas más han sido destinatarios de mis correspondencias abiertas, siempre sobre los mismos temas, sobre otros temas. Nadie quedó fuera, Roa Pérez, Oswaldo… a todos, según creo se merecen, di el adecuado trato, por lo que era cada uno, por lo que representaba o sencillamente por la conjunción de ambos “elementos”. No me canso en mi insistencia. No me fatiga la indiferencia que la mayoría de ellos ha guardado. Quizá hayan sido Ovidio Pérez Morales y Manuel Rosales quienes mejor oído han tenido a mis misivas masivas. Al primero debe el Zulia haber podido institucionalizar el Encuentro de Arte y Música Sacra. Aun vive, a pesar de que fue herido desde sus comienzos, pues mi jefa y mi siempre bien amada Lolita sentía temor a los “acuerdos satánicos”. Ángel y Neuro en LUZ, y creamos la FEDA. Una vez, la gente de CORPOZULIA nos oyó con entusiasmo y casi se concretó una ópera magna para este estado, el ferrocarril La Fría – Maracaibo- Castillete, como un gran proyecto cultural, para la unidad del Zulia y su unión con el resto… Pero, en fin, no iba a hablar de mi, lo que siempre ocurre en la escritura a propósito de otros, mas o menos así repitieron de casi idéntica forma, Flaubert, Maupasant…y dicen que hasta Unamuno. No importa quien el primero fue, pero es así. Ud., perdonará mi osadía!.

Pues bien, jamás en la historia del país se tuvo una oportunidad de exigirnos llevar el debate hasta la calle, expresar las ideas, reflexionar en voz muy alta, pero con la suavidad de la belleza, la bondad, la razón. Yo no sé exactamente ni poquitamente lo que es socialismo el siglo xxi, la información es insuficiente, empero la praxis política del presidente y sus seguidores me impone la obligación de decir lo que no debe ser, lo que no puede ser. Tampoco se mucho de lo que es la democracia social, pero tengo nociones de lo qué tiene que ser la democracia sin ningún adjetivo, éstos suelen ser muy tramposos. Por esto empiezo, la primera aproximación no es la de los griegos ni la de Lincoln, es para mí la sencilla equidad en la conquista, acceso, reparto legítimo del poder y limitar sus garras. Y esa es una utopía por la cual bien vale la pena luchar, combatir, amar. Quiero elegir, como escogencia racional, ética, a mi alcalde, a mi obispo, a mi gobernador, a mi rector, a mi concejal, diputado, al presidente, porque están mi razón y, más, porque son bien aptos para cuanto se debe hacer y cuanto tiene qué hacerse. Poder ser electo según los méritos para el ejercicio de tales funciones y cargos. El socialismo, éste que Chávez carga en su cabeza y sus secuaces en los pies, no se qué es, pero sé que si ser bueno quiere, ha de estar lejos del socialismo real, torpe, estúpido, fundamentalista, inquisidor en el manejo de los problemas de la conciencia (la fe, la moral, la ética, la consciencia de sí, la cultura, la religión, lo diverso…), una religión atea, dijo un sabio que fue. El líder sustituyó a Dios, devenido él mismo en el camino, la verdad, la vida. Absolutamente estúpido, inquisidor en el manejo de la ciencia y la tecnología. Ciencia burguesa versus ciencia proletaria, así gritaron y así maldijeron y así se equivocaron al máximo de lo posible. Aberrados en el manejo del arte. Arte elitista, burgués, ha de morir y dejar paso al arte del pueblo. Realismo mecánico contra el arte abstracto, como si ello fuese posible alguna vez. Y fueron más lejos, el ser común, colectivo, indiferenciado, (masa, les diría Ortega) por encima del ser social, cuya ontología pasa por reconocerse a sí mismo en el reconocimiento del otro. En asumirse diferente al otro para poder ser y hacerse cada vez mejor. Ser sujeto de la historia, del proceso y no su víctima. Aberrados en el manejo de las relaciones con la naturaleza, en identidad al “capitalismo salvaje” produjeron crímenes de consecuencias irrecuperables. Mares, ríos, bosques, valles,… ¡maldita sea! aniquilados en nombre del progreso, que jamás llegó. Asesinatos en masa hubo por disentir, por herejes..

Y allí donde hubo éxito, fue justamente en donde reconocieron la cualidad del hecho científico y artístico, del INDIVIDUO, a pesar del partido, del líder convertido en semi Dios. El ballet, el más exquisito. La virtuosidad musical de sus ejecutantes, la más sublime. El rigor la disciplina en el ejercicio deportivo, un gran ejemplo, a pesar de algunos actos de crueldad inenarrable. Recojo su valor, el rigor, la disciplina, el dominio pleno del oficio. Los aportes matemáticos, físicos, químicos, entre otros, para el desarrollo espacial y militar, aun cuando estos últimos no sean a mis ojos gratos, son necesidad de este macabro juego de este mundo que, para decirlo con Discépolo, fue y será una porquería… El ajedrez, como descubrimiento de la cualidad de quien lo practica, como un constante hacerse en sus virtudes. Hacerse propietario de sí mismo.

Pues bien, en este proceso, es necesario obligar al presidente a discutir, sacarlo de su soberbia, su coprolalia, la procacidad, difamación…, porque la palabra del otro ha te tener la virtud de la verdad. Ésta estimula la razón, la creación, aquella reafirma los instintos primarios, el odio, envidia. Obligarlo, imponerle, es decir, a legitimar como forma de gobernar, la crítica. Esta es esencial, el único camino para llegar a la verdad, a la bondad, a la belleza. Aquí tenemos esa posibilidad. Nos la da el propio Líder. La “reorganización político territorial”, por ejemplo, no se cual motor sea, pero es un hecho posible, inminente. Pues bien, desde acá hay que decirle NO a la desintegración del Zulia, cuyo mayor mérito es integrar en su unidad a lo diverso. Somos el único estado de la nación donde ríos humanos de diverso origen, culturas, cohabitamos, coexistimos y nos coamamos, si así decir se puede, para evitarme una palabra apta a la censura. .

Este estado (Zulia) tiene que obligar al presidente a debatir con nosotros y decidir la salvación del lago o su muerte. Si se decide por esta, que se sepa con claridad y asumiríamos su muerte con dignidad, con hidalguía. Este estado tiene que discutir consigo mismo este qué hacer y como hacerse. No mas rectores, alcaldes, diputados… mudos, así sean cómplices. El silencio es la más vil de las complicidades y la más terrible de las humillaciones. Este estado tiene que discutir, salir a la calle a parar el crimen, los secuestros, el sicariato. Salir a romper el miedo que llevamos dentro.

Qué será del carbón, quiero decir de la Guajira, de la gente. Qué del agua. Que de la Sierra de Perijá., qué de la escuela, de la educación, del arte, de la vida, de La Chinita, de San Benito, mas allá de una gaita ramplona que la elogia con la misma intensidad con la cual se elogia al lago y a ambos despreciamos y cavamos su fosa alegremente…Qué de la vía alterna, que de las vías férreas, qué del Puerto en el Golfo…

No sé qué dirán de esto el Gobernador, los rectores y los Ex-, los diputados, los gremios, Los Medios, el Señor Arzobispo y los obispos todos, vicarios, párrocos… pero sé que están obligados a presidir el juego. La lucha por la verdad es la vida. La vida sin lucha es muerte. Estamos en el suelo porque permanecemos de rodillas y de rodillas es fácil empujarnos a la tumba…Ni ante Dios ha de doblarse el Hombre, pues, para que nos reconozca tenemos que mirarlo a la cara y así podemos vernos a nosotros mismos y encontrarnos a nosotros mismos, condición previa y necesaria para encontrar a Dios.

El día de hoy y todos estos días, cobra mas fuerza el diálogo que debate. La ausencia de una reflexión jurídico-ética de la universidad (la universidad= todas las universidades) sobre, llamemos, la cualidad jurídica de la propuesta Chávez, se hace inevitable para que la propia universidad se reencuentre con su deber, con su obligación de orientar al país.

Este documento habría de hacerse llegar hasta el TSJ y reclamar de este su dictamen. Se trata de una reforma? De una transformación radical?. Yo he estudiado esto y se lo he enviado a mis amables lectores. Es una transformación radical…pero…
Un diálogo con el pueblo y, de manera especial con el pueblo llano, sobre la propiedad. Con transparencia que inicia su viaje desde la palabra. Con orgullo decimos mi casa, mi mujer, mi hijo, mis amigos…mi patria, nada de esto es negociable ni transferible, pero allí está el primer vector de reconocimiento de lo que uno es. De lo qué es su patria. La propiedad no es sólo medios de producción, riqueza, tal vez esto sea lo menos importante. Lo esencial es reconocerse en el reconocimiento del otro. Lo esencial es la constate consciente de su valor, de su mismidad, de lo que es su Yo y ello está lejos muy lejos del egocentrismo narcisista o del maniático comportamiento del sátrapa, del dictador que según la posesión, su dominio del poder, mayor es su vileza y qué paradoja, se hace dueño de todo y de todos. Y está allí la destrucción que lleva consigo toda dictadura, toda hegemonía, en que ella siempre será derrotada por la libertad y la libertad tiene su centro, su núcleo en cada ser, en cada individuo, que sin saber o sabiendo ama, piensa, discierne, escoge, decide….

La propiedad social y cualquier otro adjetivo que congregue y reúna a grupos, pueblos enteros, a la humanidad, se ha convertido en un deber y una obligación a la vez, sin ser dueños o propietarios de ella. Allí está el reconocimiento a la naturaleza y, desde luego, el reconocimiento a los valores políticos por excelencia, la libertad, la solidaridad, la igualdad, la equidad, la justicia…valga el sencillo ejemplo: somos dueños cada uno de su sed, el agua en cambio es de todos. Somos dueños de nuestra respiración, el aire libre de propiedad nos sirve a todos o nos enferma, si él vive su muerte: la contaminación.

Mi libertad de creación y mis creaciones son mi propiedad existencial. Sin ella no existe el hombre enteramente humano. El arte, la ciencia es necesidad de todos y propiedad de nadie. Su mayor valor, el encuentro de uno consigo mismo, humanizaros.

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