Opinión Nacional

Cáncer e información pública

Comenzando este 2012, antes de que el presidente Hugo Chávez confirmara su nueva intervención quirúrgica, publicamos un texto con este mismo título. Lamentablemente la realidad viene a confirmar, de nuevo, la forma errada en que el gobierno venezolano ha manejado el tema de la salud presidencial.

Existen notables diferencias entre el manejo sesgado, que busca incidir en la opinión pública con fines electorales, por parte del gobierno de Chávez, con el manejo transparente que han tenido otros mandatarios sobre los problemas de salud que le aquejan.

Por ejemplo, mucho se discute sobre las similitudes que existen entre los modelos de gobierno de Venezuela y Argentina. Desde mi punto de vista existen diferencias abismales, más allá de que la señora Cristina Fernández haya sido reelecta. La existencia de un sistema multipartidista, instituciones que no están plegadas a la presidencia y de un sistema de medios que a pesar de las presiones y coerciones sigue ejerciendo un rol crítico, constituyen una suerte de amalgama democrática que ha resistido los largos años del Kirchnerismo.

Los recientes casos de cáncer presidencial, tanto allá como acá, nos vienen a demostrar las enormes diferencias que por ejemplo existen en materia de información pública. En el fondo estas diferencias hablan de la salud democrática. Mayor secretismo es sinónimo de menos democracia. Las sociedades envueltas en un aura de misterio en torno a la vida de sus gobernantes, en las que los gobernados desconocen información que deberían saber, no es precisamente un modelo democrático, participativo y protagónico para los ciudadanos.

Hablemos de las operaciones de cáncer.

Tanto el Presidente de Venezuela como la de Argentina debieron sufrir intervenciones para hacer frente al cáncer en 2011.

Esto lo decíamos antes de la más reciente intervención, que con matices repite el esquema informativo: ausencia de información. Es tal este manejo que nos enteramos por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el momento aproximado en que nuestro mandatario regresará al país. Ningún vocero oficial ha hablado ­al momento de escribir este artículo­ sobre el retorno del jefe de Estado.

 

La sociedad argentina fue informada previamente de que su presidenta padecía cáncer, se le dieron detalles a la población sobre el padecimiento, los ciudadanos supieron dónde fue intervenida y también cuándo salió de quirófano. Se escogió un centro médico reconocido de Buenos Aires. Un vocero presidencial, con un informe médico en mano, se presentó de forma recurrente ante las cámaras para hablarles a los argentinos sobre la evolución de su mandataria. Un claro ejemplo de cómo debe manejarse en un contexto democrático un asunto tan delicado, para la vida nacional, como estos casos de que presidentes en ejercicio deban ser intervenidos quirúrgicamente para enfrentar el cáncer.

 

La sociedad venezolana, en cambio, vivió a mediados de 2011 semanas bajo el signo de la incertidumbre. Se ocultó información de forma intencional sobre el padecimiento de cáncer. El Presidente fue sometido a dos operaciones, incluso estuvo en cuidados intensivos, y la ciudadanía de Venezuela desconocía todo lo que ocurría.

 

Ningún vocero dio la cara de forma consistente y todo tuvo lugar en un país extranjero. No hemos tenido aún un parte médico ­de los médicos que intervinieron al jefe de Estado­ y el presidente Chávez ha tomado el tema de su cáncer como su gran bandera política para buscar la reelección en los comicios presidenciales del 7 de octubre de 2012. Comenzando este 2012 de nuevo el jefe de Estado viaja a La Habana en forma sigilosa, y apenas después que se arma un revuelo en las redes sociales ­gracias a la información de Nelson Bocaranda­ es que se confirma tal viaje. En esta oportunidad el Presidente habla de «lesión», evita referirse a un tumor, se ve obligado a confirmar el carácter cancerígeno de éste, pero a la fecha no sabemos cuáles médicos operaron al jefe de Estado, ni hemos tenido un reporte médico oficial.

 

Ya lo hemos dicho en otras oportunidades, pero es necesario insistir en ello.

Cualquier enfermedad, incluido el cáncer, está dentro de la esfera privada de cada persona que la padece. Sin embargo, cuando el que tiene la enfermedad es el jefe de un Estado, allí el padecimiento ­especialmente cuando corre riesgo la vida del paciente­ pasa a ser materia de interés público, así lo asumieron en Argentina. En Venezuela todo sigue envuelto en el secretismo, tal como se manejó en Corea del Norte durante largos años todos los achaques del ahora fallecido Kim Jong-il, quien por cierto falleció el 17 de diciembre de 2011 y sólo dos días después es que se dio oficialmente la noticia sobre su muerte. Y colocado el cáncer dentro de la agenda electoral de este 2012, en Venezuela, previsiblemente el manejo informativo seguirá sesgado, de parte del Ejecutivo, por el impacto que la información veraz pueda provocar en la decisión final de los electores.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba