Carta a mi amigo Juancho
Juancho tiempo sin verte y me imagino que te habrás preguntado, donde se habrá metido Carlos que no se de el; te diré querido Juancho, que me ha salido un trabajo fuera del país, y como las cosas, pues no andan muy bien por allá, lo acepte; es un trabajo de consultoría, donde tu sabes , que fui muy bueno.
Ni pensar Juancho, que el trabajo que tengo es una maravilla, el sueldo amigo, no es muy bueno, pero es como decimos! Algo es algo, pero es nada!,lo peor, es que trabajo de lunes a sábado sin parar y de casualidad el domingo me doy un descansito. Pero tú sabe nuestro lema Juancho, “agarrar aunque sea fallo”. Amigo, además de haber sabido de todas las cosas que han venido pasando, aquí se entera uno por la prensa y el Twister, de los pormenores de lo que están sucediendo; Juancho, es que las noticias vuelan como el rayo y fluyen como el agua. Me he enterado Juancho, que han arremetido sin piedad, con alevosía y como unos verdugos, sobre una de las casas de bolsas mas grande o la mas grande, allanándola e interviniéndola de forma rapaz. Más aun Juancho, me entero que fue algo horrible y tenebroso esa actuación y que se llevaron a los directores que se encontraban en ese momento, detenidos, acusándolos de “Asociación para delinquir” y “Comercialización ilícita de divisas”???????, y sabes que Juancho, eso fue en el mes de mayo y aun no han hecho nada las autoridades para su presentación; ya que para poder finiquitar el asunto, deben primero inventar y poder esconder la sarta de mentiras que han inventado para acusarlos.
Sabes Juancho, que no contentos con esto, arremetieron contra la Fundación, que en una ocasión, leí en uno de tus articulo, en el periódico digital del gobierno, que estas servían solo para desviar los impuestos y no pagarlos o para efectuar otras acciones indebidas, en perjuicio, no solo del fisco, sino del pueblo???? Juancho, el asunto fue, que se presentaron unos señores vestidos de azul oscuro con unas letras blancas n la espalda, diciendo en la puerta que venían a allanar las oficinas, y que salieran todos los empleados; en eso, uno de ellos saco un maletín pequeño, desmonto la cerradura de la puerta y coloco una nueva, volteándose hacia los asustados y horrorizados empleados, que esta oficina esta clausurada y que no vuelvan mas; los que acompañaban al susodicho, pues afianzaron con el movimiento de sus cabezas lo realizado. Juancho, se que eres de los que defiende la Cultura, te pregunto entonces, como es posible que también estén acabando con esta. Amigo, pareces un pájaro de mal agüero.
Y como decía amigo Juancho, aquel inolvidable pelotero, de que ¡un partido de baseball se termina, cuando se termina!, pues la arremetieron contra la aseguradora, la allanaron varias veces y por fin la intervinieron. Juancho tu que eres mi amigo, un hombre estudiado, formado y casi podría decirse, intelectual, porque esto, este ensañamiento y todas estas perdidas millonarias. Juancho, tú que simpatizas con la revolución, te pregunto: “es que esta gente no se da cuenta de lo que están haciendo, acabando con grupos de empresas, dejando a la gente sin empleo y sin pagos”. Que socialismo es este. Será que se equivocaron de socialismo?
Dime Juancho, no es esto una dicotomía, todo para el pueblo…. y nada para el pueblo, todo para mí. Juancho, ojala ¡no estés asegurado con ella!, pues te encontraras con muchos problemas, sobre todo en clínicas y cancelación de siniestros.
El otro día que estaba en misa, tu sabes Juancho que soy católico formado con los Jesuitas, escuchaba a la gente hablar con horror lo que le estaban haciendo y por hacerle al Señor Cardenal; Pero bueno Juancho, esta gente no quiere dejar a nadie en paz, ahora se meten con la iglesia y sus prelados, diciéndole que no son políticos, lo cual es cierto, pero que tampoco son ciudadanos, ya que por hablar te castigan, te insultan, te tildan de mentiroso y de esa gran léxico cubano! traidor a la paria! ; y entonces Juancho, en que quedamos. Me viene ahora a la memoria Juancho, muchas de las veces que conversábamos sobre la situación alimenticia e inflacionaria en el país, que estaba dejando con pocos alimentos al pueblo y sus bolsillos vacíos. En eso Juancho, aparece el problema de las 170 toneladas de alimentos descompuestos podridos que fueron importados por el gobierno, nada mas y nada menos Juancho, que por el súper ministro de nuestra petrolera; se perfectamente Juancho, como se hicieron esos negocios y quienes se llenaron los bolsillos con ello; dejando al pueblo en ascuas por la comida. Ahora Juancho, lo que mas me extraña y causa dolor e impotencia, es que meten presos a los que les da la gana, a base de mentiras, y a estos, los de Pudreval, pues no hay nadie detenido, solo uno como el famoso chino de Recadi de la cuarta y todo el gentío de la revolución, implicado en esta putrefacción, pues bien gracias, disfrutando posiblemente en alguna playa con sol del caribe.
Me acuerdo Juancho, cuando éramos mas jóvenes, cantábamos esa famosa canción ¡Mambrú fue a la guerra!, o cuando vimos aquella película ¡la guerra y la paz!; resulta ahora Juancho, que el dictadecrepito dictadorzuela cubano sale por la TV diciendo con toda seguridad, ya consultado con sus brujos y hechiceros(as) , que habrá ya, pero ya, una tercera querrá mundial, y que esta será atómica…..y después Juancho, el líder comandante por aquí y sus aláteres mas cercanos y con posiciones en el alto gobierno, andan diciendo y pregonando a los cuatro vientos, que tendremos una guerra con el imperio, (léase, EEUU) y Colombia, sus aliados, ya que además de invadirnos, quieren borrar del mapa al comandante líder, pero amigo Juancho, como es posible que estos individuos, en lugar de estar gobernando, estén todos pregonando la guerra, ¡que horror!.
Uno siempre amigo, tuvo desde la escuela la imagen de un Bolívar Libertador, que se decía fue el padre de la patria; no he entendido Juancho, para que se ponen a jorungar los resto de ese señor, me parece que deberían dejarlos en paz. Un amigo me menciono hace unos días Juancho, que Bolívar era de todos los venezolanos y que si era así, pues no veía nada malo en haber exhumados sus restos, y hacer lo que les plazca con ellos; eso no me agradó mucho amigo, y le dije, que nuestras Fuerzas Armadas, eran de todos los venezolanos, y que porque entonces, el señor líder comandante con señalar con el dedo ascienda al que le de la gana, al rango que igual le de la gana; le dije Juancho, si son de todos los venezolanos, porque no los ascendemos todos en una gran reunión, no te parece…lo que es bueno para el pavo, lo es también para la pava….. Todo esto fue un tremendo y horroroso show, rodeado su sarcófago de unos señores con caras tapadas que no se saben quienes eran.
Será Juancho, que con tanto ensañamiento, venganza, miedo y persecución, ya no podamos reunirnos en esos restaurantitos tranquilos, apacibles y de buen nivel de cocina, donde con una copa de vino hablábamos de las trivialidades de la vida, comentábamos sobre amigos y una que otra ves discutíamos una serie de pendejadas, pero felices, y terminábamos amigos como siempre. Sabes Juancho, siento, como cuando uno ve en las películas, que el alma se separa del cuerpo, por supuesto en forma figurada, que me han quitado todo lo que tenia por dentro de mi; la honestidad, la seriedad, la responsabilidad, la vida familiar, mi hijo, mis nietos, que son mis ojos, alejado de mi familia, de mis amigos, de mi rutina y de mi hogar, donde tenia mis propios espacios. Juancho amigo, ahora siento, que han cambiado mi interior, ahora lo que siento es incertidumbre, inseguridad, miedo, terror, persecución, y muchas, muchas mentiras, actuando como verdaderos verdugos.
Juancho, Paúl Johnson, en su libro Los Intelectuales, pone de manifiesto la contradicción de lo que eran sus vidas, las cuales maquillaban con fachadas falsas; Marx, por ejemplo, nunca supo lo que era pagar un sueldo, porque nunca lo hizo a pesar de tener obligación de hacerlo a su fiel criada; nunca recibió paga alguna por su trabajo.
Juancho, lo mejor para ti y familia, y que tu cercanía con esta revolución, pues te traiga muchas cosas que te hagan feliz. No me queda otra cosa, que decir ¡que viva la revolución!
Que dios, con lo grande que es, ayude a acabar con esta pesadilla
Proverbio chino
“Conoce a tu adversario y conócete a ti mismo, y vencerás en cien batallas.”
