Opinión Nacional

Charles Lindbergh en Venezuela

Charles Lindbergh, el intrépido piloto que realizó el primer vuelo sin escalas a través del Atlántico entre New York y París en Mayo de 1927, visitó Caracas dentro de los ciento setenticuatro vuelos que hizo el Spirit of St. Louis desde el 28 de Abril de 1927 hasta el 30 de Abril de 1928.

Este osado trayecto, entre New York y Paris, fue estimulado por un premio de veinticincomil dólares ofrecido por el hotelero de New York Raymond Orteig quién en 1919 ofreció esa recompensa a quién culminara exitosamente tamaña empresa.

Sería muy largo y tedioso narrar esas cuatrocientas ochentinueve horas y media de vuelo, pero podríamos resumirlas así.

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Entre el 28 de abril y el 15 de Mayo, Lindbergh y su avión realizan 32 vuelos en los que consume veintisiete horas y veinticinco minutos que lo dejan listo para acometer la hazaña de saltar el charco.

El 21 de Mayo a las siete y cincuentidos minutos de la mañana, despega de Roosevelt Field en Long Island New York y después de treintitres horas, treinta minutos y veintiocho segundos aterriza felizmente en el aeropuerto Le Bourget de Paris el 22 de Mayo a las 10 y 22 de la mañana, hora local francesa.

Después del apoteósico recibimiento que se le dispensó en París, hubo que reparar al avión para recuperarlo de los daños infligidos por los fanáticos que dañaron la cubierta de lona del fuselaje. Luego, entre el 28 y el 29 de Mayo, Lindbergh visita Bruselas y Londres.

El Spirit of St. Louis es desmantelado y puesto a bordo del U. S. Cruisser Memphis para que regresara a los Estados Unidos donde fue reensamblado en Bolling Field, Washington, D.C.

A partir del 16 de Junio y hasta el 7 de Diciembre, Lindbergh realiza cuarentiocho vuelos que lo llevaron a visitar noventidos ciudades en todos los estados continentales de la Unión y donde dijo alrededor de ciento cuarentisiete discursos. Este periplo lo realizó gracias al patrocinio que le otorgó Harry Guggenheim, quién lo había citado para que se reunieran después de que hiciera el famoso viaje entre New York y París.

A partir del 13 de Diciembre de 1927, con el patrocinio del gobierno de los Estados Unidos y como un gesto de amistad hacia Latinoamérica, Lindbergh visita México, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia y Venezuela, adonde llega, desde Bogotá, después de diez horas y cuarto de vuelo, el 29 de Enero de 1928 para partir hacia Saint Thomas, Islas Vírgenes Americanas, dos días después y visitar luego Puerto Rico, Santo Domingo, Haití y Cuba para regresar a Washington el día 30 de Abril.

Lindbergh ingresa a los cielos venezolanos el 29 de Enero a las 12:30 p.m. cuando sobrevuela el Arauca, luego es reportado telegráficamente a la 1:15 sobre la población de Nutrias, a las 3:oo p.m. al sobrevolar Ortiz, a las 5:40 cuando vuela sobre La Guaira para llegar a cielo caraqueño a las cinco y cuarentidos minutos, hace un pasaje muy bajo sobre la Plaza Bolívar y sobre la Casa Natal del Libertador y enfila su rumbo hacia Maracay siendo reportado a las 5:55 al pasar sobre Los Teques, a las 5:58 sobre Tejerías y aterrizó felizmente a las 6:10 p.m. en la base aérea de Maracay.

De acuerdo a lo que hemos leído, Lindbergh fue recibido por unas cuatromil personas presididas por el General Juan Vicente Gómez, quién lo condecoró con la Orden del Libertador, acompañado de su hermano José Vicente y de sus hijas.

Dice Gonzalo Carnevali, escritor de la generación del 28, que cuando Lindbergh se acercó a la comitiva presidencial, una de las hijas del Gral. Gómez se adelantó para ofrecerle un ramo de flores al piloto y este preguntó: ¿Son naturales?, a lo que Gómez respondió apresuradamente, „Si amigo Lindbergh, pero son reconocidas y de muy buena familia‰.

Las actividades de Lindbergh en Venezuela fueron, como seguramente lo fueron en todos los otros países que visitó, realmente agotadoras.

En las páginas de EL UNIVERSAL de la época, leemos que esa misma noche fue agasajado por el General Gómez, con asistencia de todo el Ejecutivo y las representaciones diplomáticas, con una cena en la casa del General Ignacio Andrade, ex-Presidente de la República, cuñado del Presidente y Presidente del Estado Aragua.

Al día siguiente alrededor de las diez y media de la mañana, Lindbergh inicia un recorrido en automóvil (*) por la ciudad de Maracay y emprenden rumbo a Caracas adonde fue recibido por el Gobernador del Distrito Federal, General Rafael María Velasco B., quién lo invitó a alojarse en la Quinta Corao, estupenda vivienda que para la época pertenecía a la nación y que se encontraba en los alrededores de la Plaza España, hoy Avenida Urdaneta.

Ese día se le ofreció a Lindbergh un almuerzo en los salones del Caracas Country Club, que según se recuerda, fue el primer evento social que se celebró en sus instalaciones.

Constituían la Junta Directiva del centro el señor William H. Phelps en su condición de Presidente, Luis Vaamonde Santana como Vicepresidente, Carlos Henrique Machado como Secretario, R.G. Hawley como Tesorero y Carlos Behrens, F. Berry y Jorge Herrera Uslar como Vocales.

(%=Image(3709843,»L»)%)El almuerzo fue ofrecido por el Comité Venezolano de la Sociedad Panamericana que estaba presidido por el señor Rudolph Dolge y pertenecían a esa agrupación distinguidos personajes de la Venezuela de entonces:

Pedro Manuel Arcaya, Juan Arcia, Francisco Arroyo Parejo, J.M. Bance, John Boulton, A. J. Calcaño Herrera, Diego Carbonell, Isaac Capriles, C. N. Clark, Vicente Dávila, Alejandro Fernández García, José Gil Fortoul, Francisco González Guinán, R. G. Hawley, Alfredo Jahn, Vicente Lecuna, Manuel Matienzo, Cristóbal Mendoza, Carlos Morales, Manuel Antonio Matos, Luis Teófilo Núñez, Henrique Pérez Dupuy, William H. Phelps, Henry Pittier, Rafael Requena, José Santiago Rodriguez, Gustavo J. Sanabria, Manuel Segundo Sánchez, Carlos Stelling, Warren W. Smith, Herber Jordan Stabler, José A. Tagliaferro, Pedro R. Tinoco, Luis Vaamonde, Laureano Vallenilla Lanz, Robert Wesselhoeft, Oscar Zuloaga, Ernest B. Cummings y Monseñor Rafael Lovera.

Durante el almuerzo tomaron la palabra el Presidente Rudolph Dolge, el Agregado de la Embajada Americana y Don José Gil Fortoul, quién con su elegante prosa resaltó tanto las hazañas del homenajeado como su significado para el mundo y en cuanto a la visita, su trascendencia para Venezuela.

Los condumios ofrecidos consistieron en lo siguiente:

Cocktail Lindbergh
Frivolidades New-Yorkinas
Veluté de Petit-pois
Filet de pargo Duglare
Grand Chablis Premiere 1919
Dindenneau Perigord
Old Pommard Reserva
Bocadillos en su jugo
Champagne
Helado Bombe-glace
Frutas surtidas
Gaufrette Sultane
Café
Licores

A las cuatro de la tarde, Lindbergh presentó una ofrenda ante el sarcófago que contiene los restos del Libertador en el Panteón Nacional.

Luego, a las cuatro y media, asistió al juego de beisbol, que en los terrenos de San Agustín enfrentaron a las novenas de Santa Marta dirigida por Alberto Winckelmann y la de Crisfield comandada por Tony Luciano.

Las entradas para el juego oscilaban entre 10 bolívares en la Tribuna de Preferencia y 3 bolívares en las de campo. Las damas y los niños pagaban la mitad. Para la fecha, con cinco bolívares y diecisiete céntimos se compraba un dólar americano.

Para concluir las celebraciones, esa noche, a las nueve y media, en los salones del Club Paraiso se le ofreció por parte de Santiago de Silvestri, encargado del Ministerio de Guerra y Marina y en representación del General Juan Vicente Gómez, un suntuoso baile que duró hasta altas horas de la noche y al cual asistieron altos personeros de la sociedad, del gobierno y de las representaciones diplomáticas extranjeras.

La Junta Directiva del Club Paraiso estaba integrada por: Julio Calcaño Herrera como Presidente, Martín E. Pérez Matos como Vicepresidente, Leopoldo García Quintero como Secretario, Humberto Parra como Tesorero y Juan Roche como Vocal.

Terminados los actos protocolares, Lindbergh y sus acompañantes regresaron a Maracay desde donde partió al dia siguiente a las seis de la mañana con rumbo a Saint Thomas, Islas Virgenes, sobrevolando Charallave a las 6:45, San Francisco de Yare a las 6:55, Caucagua a las 7:05, Panaquire a las 7:20, Píritu a las 7:40, Barcelona a las 8:00 y Carúpano a las 10:05 de la mañana, para llegar a St. Thomas a las 5:23 de la tarde.

Lindbergh, durante su periplo Latinoamericano, conoció en México a la hija del embajador americano Dwight W. Morrow, Anne Spencer Morrow con quién al año siguiente contrae matrimonio.

El 1 de Marzo de 1932 les secuestran a su hijo de veinte meses de nacido cuyo cadáver aparece diez semanas más tarde.

Entre 1931 y 1935 dedica sus habilidades manuales y mecánicas para desarrollar un corazón artificial para el médico francés Alexis Carrel.

En 1938 realiza un viaje a Francia y a Alemania donde el gobierno de Hittler lo condecora, acción por la cual recibió muy fuertes críticas de sus compatriotas.

Se opuso tenazmente a la II Guerra Mundial, a pesar de esto, intervino en unas cincuenta misiones de guerra.

Había nacido el 4 de Febrero de 1902 en Detroit y falleció, victima del cáncer, el 26 de Agosto de 1974 en su residencia de retiro en Maui, Hawai.

Bibliografía

1) (%=Link(«http://www.charleslindbergh.com»,»charleslindbergh.com»)%)
2) (%=Link(«http://www.fav-club.com»,»fav-club.com»)%)
3) Diario EL UNIVERSAL, Enero de 1928. Microfilms. Fundación Andrés Mata.
4) Anuarios del Caracas Country Club. Caracas, Agosto de 2004

(*) El amigo Alfredo Schael me mandó una nota donde me informa que el autovóvil que se uso para traer a Lindbergh a Caracas era propiedad del Señor Juan Gibson, consul danés en Venezuela y padre del piloto Harry Gibson.

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