Opinión Nacional

Chávez desenmascarado

El barinés, el hombre que se ufana de haber vendido empanada allá en Sabaneta de Palma; quien aduce tener origen indio, venir de lo más profundo del llano, por casi no dice ser Cantaclaro, el hombre que azotó el país con aquello del Por Ahora, vive su ocaso, que no el Chimborazo, la depre sideral de Simón Bolívar. La locuacidad del llanero sigue, busca excusa a montón, el magnicidio lo vosea, siente pánico, sabe que vive acorralado por el mismo, que la revolución bonita no era más que una trampa, razón tenía el profesor Agustín Blanco Muñoz: Los gobiernos de izquierda que asumen poder en América latina después de la década perdida, no son más que contenedores de la lucha popular (parafraseo). Pero él, el innombrable, el hombre que fue tramando su odio sin causa, si su aventurerismo, al parecer tiene los días contadas por el mismo.

El taimado de Arias Cárdenas tomaba Maracaibo, en su mente estaba el poder, la gloria beata, su mecanismo de transferencia ante no ser cura; todavía su figura desgarbada asoma esa personalidad ambigua de los que toman la sotana. En él todo era teatro, sabía que desde el Samán de Guere, el llamado juramento de sus amigos de la conjura, poco a poco, con la estrategia en armas tomarían el poder; ello explica que después del golpe acepte el llamado a gobierno del nefasto Rafael Caldera, desde el Programa Materno Infantil (Pami)  tomaría aliento, acumularía poder, había que conocer el aparato administrativo coercitivo, como bien dirá el adocenado, que se titula filósofo Delgado Ocando, pobre hombre, por desgracia, de la tierra del sol amada. La entrada de gobierno fueron pactos en secretos, Caldera sabía que los conjurado le iban a echar plomo a su hijo, el dandy que tuvo como secretario de la presidencia, el niño a más de picaflor le gusta en exceso la riqueza y por allí los complotistas le tenían un expediente; he allí la entrada del Arias en el gobierno del chiripero y el indulto por éste del golpista al parecer mayor; todo en casa, todo silencio, el pueblo nada sabría, nada sabe, nada le interesa, comenzaba la fiesta.

El enfrentamiento debía mantenerse, incluso vender la idea que las diferencias eran irreconciliables entre ellos mismos; de ese modo Arias llega a la Gobernación del Estado Zulia, donde de la mano de los exaltados de la Universidad del Zulia, en especial el ahora médico Frank de Armas, cobraría en contrario el apoyo al supuestamente ensimismado Arias. La alianza entre copeyanos, causaerristas y masistas le dieron el apoyo en el mandato al andino en el Zulia, la picardía no se hizo esperar, su fortuna fue un hecho, su alianza con hombres como el actual dueño de la red La Sagrada Familia, es vox populi, un cruce de piernas y la medicina prepagada entró en las dependencias de la gobernación zuliana. El pícaro de César Morillo, figura clave en ese gobierno lideraría la extinta Asamblea Legislativa del Estado, junto a los mosqueteros del partido Causa R, escenificado en Idelfonso Finol, engañarían al pueblo con aquello de la ley de asignaciones económicas especiales. En la actualidad, en esa división del trabajo que se hacen los seudos socialistas, el Cesar es directivo nacional de medios del partido Nuevo Tiempo; el Finol, después de romper con el arismo, tuvo pasantita en el gobierno de Manuel Rosales, tomó camino a Falcón, se cuadro con el proceso y ahora maneja el negocio del Centro Internacional Anti-imperialista, mejores bellacos no pueden existir. En ese trajín el Arias Cárdenas tenía que dar el otro paso de la estrategia, vender que ellos los golpistas, los que formarían la Boliburguesía estaban divididos, así que le disputa la presidencia a su amigo Chávez; pierde, demuestra un supuesto rompimiento de por vida, hasta que pasado el tiempo y acobijado con la bella prefecto allá en Caracas, el hombre entra en el gobierno del nieto de Maisanta; no podía aceptar tanta inherencia de los viejos Miquelena y José Vicente Rangel, se dirá para sí mismo.

La división tipo escuadrón se ejecutó, ellos son duchos en planes, la estrategia, es decir, la emboscada y la mentira son su arte. El Acosta Chirinos, el zambo allá en Falcón, el Acosta Carlez en Carabobo, el vejucón de Gruber Odreman en el distrito federal y los demás en puestos claves en los ministerios, alcaldías y demás instancias de gobierno. Al copar el aparato de gobierno y administrativo, había que pasar a la otra fase, vendría la alianza sin tapujo con el totalitarismo cubano. Sin la posibilidad de coartar del todo la resistencia democrática de componentes fundamentales del aparato militar, debe traerse a los cubanos, camuflados de maestros, deportistas, médicos e intelectuales. En Caracas como epicentro de la vida nacional se reúnen cubanos y guerrilleros colombianos, para afianzar el mote democrático de la coartada se comienza a patrocinar encuentros por la paz, la intelectualidad y la cultura; puro teatro, detrás la hegemonía crece, los dineros mal habido son la moda y la comidilla en pasillos privados y públicos.

Los ánimos caldeados, el pueblo rumiando; los ingresos petroleros en ascua, se equilibran, el hombre le da por usar una jeringona que crea miedo en los sectores medios. El comunismo resulta ser de cartón, debe quebrar resistencia, no puede del todo; entonces le da por crear dicotomía, es el pueblo y la oligarquía; los blancos ricos dan el golpe junto a la meritocracia blanca y pitiyanqui. El señor Carmona fenece anda de crecer, vuela a Colombia, nada comenta, nada dice, todo es un misterio. Queda la duda si ese no fue un autogolpe, mayores cosas ha visto Pancho en su travesura con Don Quijote.

Acto de contrición, se apela a los valores periclitados de un pueblo seudo creyente; con besos a un escapulario jura no defraudar al pueblo, que dice lo trajo en brazos a palacio. Pasada escena vuelve con su lenguaje acido, no hay tregua contra la burguesía, dice que ésta conjura contra su gobierno. La Asamblea Nacional llama a declarar a los imputados, la Corte Suprema llena miles de expedientes, se habla de una vacío de poder, jerga de constitucionalista; nadie preso, todo silencio, tras bastidores un nuevo segmento burgués nacía, como ayer a la cola de los bienes del estado: La boliburguesía. Pan y circo, aparecen las misiones, las cooperativas y los consejos comunales; ahora el pueblo si tiene el poder, se alienta que se va al socialismo, el proceso no tiene marcha atrás y William Izarra asienta cabeza, por eso de que su hijo es figura central en las telecomunicaciones, y trata de ser el ideólogo del proceso.

El boato daba para todo, sólo que la crisis financiera e inmobiliaria hizo presencia. El odiado capitalismo no compra petróleo como ayer; aduce que la nación está en resguarda, que los nacionales no pasarán hambre, la revolución es del pueblo. La fase última se impone, esto no lo detiene nadie; los enemigos están al descubierto, son los pequeño burgueses según Pablo Aponte y Neptalí Rincón desde el periódico Debate Socialista; fue la gente del Frente Miranda, si ellos quienes con sus visión de los sectores medios, han torpedeado por cuenta de los grandes cacaos, que la revolución tome su perfil humanista. Mas ya están al descubierto, se irá la zona socialista, el paraíso del estatismo, para loas de la boliburguesía, que feliz debe sentirse Diosdado Cabello, digno representante de ésta. El delirio del magnicidio se potencia, los chavistas ven el imperialismo a tabla rasa por todos lados; el hombre se encadena y va con cadenas, el pueblo es sabio y paciente; al final reconocerá la mentira de ambos lados

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