Opinión Nacional

Chávez entrampado

El desprecio –por desconocimiento o intencional- de Chávez hacia la economía está dando los primeros resultados realmente preocupantes. Esto se veía venir de cualquier manera. Un pueblo no puede mantenerse en el tiempo, dependiendo de un solo producto. Aun cuando el valor del petróleo es sustancialmente elevado, este resulta insuficiente, a los efectos de financiar un nivel de gasto público caracterizado por la corrupción, el despilfarro y los desenfrenados desembolsos en el extranjero. Las interrogantes que seguramente estallan en el alma de los sectores de menores ingresos y de la depauperada clase media, no tienen una respuesta racional o, por lo menos, justa.

Poco a poco, el comandante revolucionario se cocina en su propia salsa… Veamos: las reservas internacionales han caído en más de 12 millardos de dólares en un mes, alcanzando niveles críticos. El Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) funciona, sin ningún tipo de control, como la gran “caja chica” del régimen. De allí sale el dinero necesario para costear las ocurrencias del teniente coronel. En realidad es un presupuesto paralelo que no atiende a ninguna norma administrativa. Y, por ello, en fin de cuentas, se ha tornado en un hueco negro, en un barril sin fondo, del que no se sabe nada.

Las adquisiciones de bienes y servicios en el exterior se han disparado por encima de la capacidad de compra. Ahora bien, de quién es la culpa. Del sector privado, o del Gobierno que a convertido ha Venezuela en un colosal importador de todo tipo de mercancías, en desmedro de la ya menguada producción vernácula. La economía revolucionaria no funciona, cada vez producimos menos. Nadie se atreve a invertir. Hay mucho miedo. Hoy dependemos más que nunca de los enormes ingresos petroleros, que no son utilizados para estimular nuestro propio desarrollo, sino para impulsar y exportar la revolución a otros confines.

De otra parte, es pertinente destacar la incongruencia señalada por el ex director del Banco Central, Maza Zavala, sobre el anuncio gubernamental de la ejecución, entre los meses de enero y abril de este año, de 60 millardos de dólares, en diversos proyectos locales y mas allá de nuestras fronteras patrias. De este total a Venezuela le corresponde solamente 35%. Es decir, el grueso de esos aportes van a parar a otras países. ¿Estamos tan bien los venezolanos como para regalar, sin orden ni concierto, tan exorbitantes cifras a otras naciones, por muy necesitadas que estén? Esto se llama en lenguaje coloquial: claridad en la calle y oscuridad en nuestra casa. Sencillamente es antipatriótico dilapidar nuestros recursos de esta manera. ¿Los problemas de los bolivianos, los cubanos y de todos nuestros hermanos de Latinoamérica tienen prioridad sobre los nuestros? Semejante dislate no ocurre en ninguna sitio, sin tener consecuencias impredecibles para quienes lo auspician.

El empeño del caudillo de Sabaneta de promover la estatización del aparato productivo nacional, en el marco de una economía socialista, va a contra pelo de la tendencia mundial. Esta sobradamente demostrado el empobrecimiento generado en todas las dictaduras de la órbita comunista. Miseria, miseria y más miseria, ha sido el legado fundamental del experimento marxista.

A esta cadena de errores y gastos desproporcionados, se suman las adquisiciones forzadas para estatizar a la CANTV y las compañías de electricidad. No hay bolsillo que aguante tal sangría…
Por último, el cierre de RCTV tendrá un altísimo precio político en el contexto interno y en la comunidad internacional. Poco a poco se va cayendo la máscara democrática… ¿Es viable el proyecto chavista sin el chorro de dólares imperialistas? Veremos…

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba