Opinión Nacional

Chávez es una papa caliente

Hugo Chávez Frías recupero el Gobierno en unas cuantas horas, pero la dicha del poder le luce esquiva. No cabe duda de que el Gobierno de Hugo Chávez Frías quedó muy debilitado después del golpe, tanto nacional como internacionalmente. En el ámbito internacional, los Estados Unidos, con quien el Presidente Chávez ha tenido varios desencuentros, enfrentan críticas internas por haber tenido una actitud complaciente o tolerante con el golpe. Por su parte la OEA fue muy cuidadosa en repudiar la ruptura de la institucionalidad, pero sin apoyar a Chávez muy decididamente. La Organización se pudo quedar en los primeros puntos, de condena al golpe, pero no, no fue así, declaró que espera que se produzca un diálogo en el país, dejó constancia de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de Santiago Canton vendrá a Venezuela y solicitó un informe al Consejo Permanente sobre la situación de Venezuela, en donde se abre una oportunidad de que se conozca que lo que tenemos en Venezuela es sólo una caricatura de democracia.

El Informe Gaviria fue un campanazo de alerta sobre algunos temas: sobre la ausencia del balance de poderes, sobre la violencia que precedió al 11 de abril, sobre la inconveniencia del involucramiento de los militares en la vida política, fue además enfático en la separación de los organizadores de las protestas que llevaron al 11 de abril y los golpistas y muchas cosas más, que si se leen con detenimiento, se explica la irritación del Canciller Luis A. Dávila y el Ministro de la Defensa José Vicente Rangel. El Gobierno de Chávez continúa su progresivo aislamiento. Argentina anuncia que no dará el place al Embajador Elías Jaua propuesto por Venezuela, tanto si se concreta esta amenaza, como si no, lo importante es que ya trascendió a la prensa; el Presidente de República Dominicana anuncia que no firmara la orden de extradición contra Carlos Andrés Pérez, enemigo jurado de Chávez; el Presidente Pastrana de Colombia ha vuelto a hacer alusiones de que espera apoyo del Gobierno de Venezuela en contra de la guerrilla y el narcotráfico; La Unión Europea, por boca de Aznar declara que “espera que tras los eventos de los últimos días el Gobierno de Venezuela revisará sus políticas, sin revanchismo y con respeto a las libertades democráticas”. Turbio el panorama internacional.

En el ámbito interno, una buena parte de la Fuerza Armada se le alzó al Presidente Chávez, tal parece que algunos de sus compañeros de armas vieron la oportunidad de sacarlo del medio o ajustarle cuentas y quien sabe si de hacerse ellos con el poder, envolvieron a algunos civiles ingenuos y otros no tan ingenuos y se lanzaron a la aventura; se hizo más evidente que la mitad del país que lo adversaba lo sigue adversando está dispuesta a lanzarse a la calle, aún a riesgo de su integridad personal y aunque unos pocos salieron a defenderlo, los desmanes de los saqueos, aparentemente planificados o tolerados, fue de tal magnitud, que seguramente le enajeno también la voluntad de una buena parte de sus seguidores en las áreas más populosas, en donde se perdieron propiedades y empleos y se dejó en la miseria a muchas familias. La gente le había perdido el respeto al Presidente y ahora le perdió el miedo y le demostró que nos es tan invulnerable como se creía. La Fuerza Armada, con que tanto se lleno la boca, parece más dispuesta a defender la Constitución que a defender el Gobierno de Chávez; o en todo caso, le ha dado un claro mensaje de que no admitirá desmanes. Ahora, para nuestra desgracia, es más clara que antes la presencia militar en el país y pareciera que el no saber hacía donde se inclinaría es lo que sostiene la precaria gobernabilidad.

En el terreno político tampoco Chávez las tiene todas consigo; su otrora soporte fundamental, Luis Miquilena, quien fuera su Ministro del Interior por dos veces y Presidente de la Asamblea Constituyente, el hombre a quien algún día llamó su padre político y que le mostró la ruta electoral y le construyó la alianza política y la maquinaria que lo llevó al poder, no sólo marcó distancia con Hugo Chávez a raíz de la sangrienta represión ordenada el día 11 de abril, que fue denunciada por varios altos oficiales, sino que ha continuado minando su soporte político y hoy se anuncia en la prensa que cuatro diputados del MVR han formado tolda aparte, llamada «Solidaridad» y anuncian que en los próximos días se les unirán otros diputados. La semana anterior a los acontecimiento que conocemos, por primera vez la bancada Oficial perdió la mayoría en el Congreso y no logró aprobar una Ley que propuso el Gobierno. Hasta antes del 11 de abril la mayoría parlamentaria del Gobierno contaba apenas con seis o siete votos más que la oposición: habrá que esperar a ver que otras fisuras produjeron las revueltas de la semana pasada.

Un último acontecimiento que comentaré, nos pone en un sendero interesante. La prensa nos anuncia que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) remitió a la Fiscalía una propuesta para juzgar a Chávez por el convenio petrolero con Cuba. Con ponencia del magistrado José Manuel Delgado Ocando, se ordenó la remisión a la Fiscalía el expediente que fue abierto por una demanda contra el Presidente Chávez, introducida en diciembre por un grupo de abogados litigantes, en la cual se incrimina al Presidente por las consecuencias negativas de este tratado, que ha hecho que el país pierda aproximadamente un millón de dólares diarios por este tratado.

No es fácil anticipar que actitud asumirá el Fiscal General, cuya imparcialidad ha sido muy cuestionada en los últimos días, hasta el punto de que se haya visto obligado a declarar que está dispuesto a dimitir si eso contribuye a la tranquilidad ciudadana. El Fiscal, no lo olvidemos, fue electo en las planchas que abiertamente apoyó y ayudó el Presidente Chávez durante la campaña para la Asamblea Constituyente. Finalizada la tarea y aprobada la nueva Constitución, fue designado Vice Presidente de la República y de allí salió para ocupar la Fiscalía. Durante los sucesos previos al 11 de abril, con el conflicto de PDVSA, tomó claramente partido por los criterios del Presidente sobre el conflicto y llegó a afirmar que abriría una investigación por «saboteo» contra los gerentes petroleros. Durante los lamentables sucesos del 11,12 y 13 de abril, en vez de permanecer al frente de su despacho para conducir las investigaciones y denuncias de violaciones a los derechos humanos, interpretó que su papel de «defensor y garante del estado de derecho» consistía en correr al Palacio de Miraflores, símbolo del poder Presidencial, para ayudar a los seguidores del depuesto Gobierno a recuperar el poder.

Ahora tiene una «papa caliente» en la mano. Es muy prematuro adelantar un criterio acerca de cual será la actuación del Fiscal General, pero se le abre una oportunidad de reivindicarse con un amplio sector del país, incluyendo a buena parte de los chavistas, y darle curso a la demanda que abriría un camino constitucional muy interesante para resolver el cuadro o juego político que luce cerrado. Si no lo hace, le queda la opción de devolverá la «papa caliente» al TSJ o a la Asamblea, para que sean estos quienes decidan la suerte del Presidente. No cabe duda de que se nos avecinan tiempos políticos interesantes.

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