Clausuradas sesiones de la ANC
Con la presencia del presidente Hugo Chávez, el tren ministerial, representantes de diversos sectores de la vida del país y público que se hizo presente en el Colegio Nuestra Señora de Las Nieves, en Ciudad Bolívar, la Asamblea Nacional Constituyente clausuró formalmente sus sesiones.
Isaías Rodríguez, quien durante casi toda la jornada Constituyente se desempeñó como Primer Vicepresidente de ese cuerpo antes de su designación como Vicepresidente Ejecutivo de la República Bolivariana de Venezuela, fungió como Orador de Orden, ocasión que aprovechó para destacar que la ANC cumplió con coraje el mandato popular que le fue impuesto.
En su discurso, Rodríguez hizo referencia a la exposición de Simón Bolívar ante el Congreso de Angostura de 1819 y al actual proceso Constituyente.
Igualmente se refirió al nacimiento de las diferentes etapas de las Repúblicas venezolanas y explicó las razones que inspiraron la Constitución de 1811. La ocasión fue propicia para que atribuyera algunas de las acciones de aquellos tiempos , protagonizadas por el Libertador, al nacimiento de la nueva Constitución y a la creación del Consejo Federal y el Consejo Moral Republicano.
“La Constitución de 1811 estableció el pacto de Confederación de los estados venezolanos, sólo por imitación de la Constitución de los Estados Unidos de América”.
Refirió que la nueva Constitución”dio un salto” en materia de descentralización de las regiones superando en mucho a lo estipulado en la del ’61, que sólo la calificaba como materia administrativa.
Rodríguez sentenció que en nuestro país el marco constitucional y político fue insuficiente para cumplir los compromisos sociales y el modelo se agotó en sí mismo.
Recordó que el en el texto de 1961 se privilegió a los partidos por encima de la sociedad y consagró su dominio sobre los ciudadanos. “En lugar de representar a éstos, tomaron por ellos las decisiones, los sustituyeron y de esa manera envilecieron las instituciones, y al final, la democracia comenzó a desvestirse sin instancia para las quejas y los reclamos del pueblo”.
Esto dio origen a que la población, en la década de los ’80, comenzó a expresarse pacíficamente por la vía de la abstención electoral y comenzó a reclamar sus propios espacios, su protagonismo y derecho a ser partícipe de su propio destino.
El 27 y 28 de febrero de 1989, así como los intentos de golpe de Estado del 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992, “se enlazan con este proceso en el cual no se actúa contra la democracia sino por la democracia”.
Resaltó que la legalidad siempre se opuso a los cambios y transformaciones, siendo esta la razón por la cual el proceso constituyente encontró oposición. “Se pretendió hacer de la Constitución una categoría eminentemente jurídica, desligada de todo el proceso político que le da origen. Se pretendió desestimar la voluntad popular y la soberanía como factores de poder”.
“De nada sirvieron los argumentos para contener la historia. Sus propios tribunales dictaminaron que sí era legítimo consultar al pueblo y que sí era legal que ese mismo pueblo se pronunciara en relación con la convocatoria a la Constituyente. La ANC se instaló el 3 de agosto de 1999 y venciendo los obstáculos que las fuerzas tradicionales opusieron, produjo una Constitución que fue aprobada por el pueblo el 15 de diciembre”.