Opinión Nacional

Colaborar o comprometerse

Las actitudes conque una población enfrenta sus situaciones, determinan la calidad de los resultados que obtiene. Existen colectividades que se comprometen en la evaluación y resolución de sus problemas y generalmente logran los mejores resultados.

En otras sociedades, sus componentes se limitan a colaborar con el análisis y en la instrumentación de las potenciales soluciones. Estos conglomerados, generalmente, no logran los mejores resultados porque sus elementos se limitan a opinar y a criticar lo que un pequeño grupo diseña.

Pareciera que estamos divagando, hace falta que seamos explícitos.

Cuando una sociedad, llámese ciudad, estado, país o nación, resuelve enfrentar un suceso, necesita de una fuerza aglutinadora que indique el camino a seguir. Generalmente a esas personas se les denomina líderes. Más el resto del conjunto debe estar comprometido con sus líderes en llevar adelante la solución acordada.

En sociedades que parecen apáticas es difícil que se pueda identificar él o los líderes aglutinadores y los miembros de la comunidad invierten mucho más tiempo en criticar y presentar objeciones a la solución acordada que en apoyarla, darle el calor y brindarle el respaldo imprescindible para lograr el objetivo.

Si en un equipo deportivo, sus miembros no se comprometen a adelantar las jugadas en el orden y con la disciplina necesaria y propuesta por el capitán, lo más seguro es que caigan derrotados ante el contendor que tenga un mejor nivel de compromiso.

Para ilustrar mejor lo aquí expuesto vamos a repetir una historia que hemos escuchado y que ilustra maravillosamente la diferencia entre colaborar y comprometerse.

Se trata de la mejor explicación del nivel de compromiso de los actores que intervienen en la elaboración de unos huevos con jamón.

Antes, revisemos la receta. Unos buenos huevos con jamón se componen de dos huevos muy frescos que se fríen en un sartén con adecuada cantidad de mantequilla y cuando ya están listos y se colocan en el plato, se fríen unas lonchas de jamón hasta lograr que se doren y presenten su mejor aspecto. Se colocan en el plato, junto con los huevos y se le presentan al comensal.

Al analizar la manera como se desempeñaron los actores del plato podemos concluir que la gallina colaboró al poner los dos huevos que se frieron, más el cochino entregó su vida, es decir, se comprometió en la elaboración del apetitoso desayuno.

El éxito de una sociedad tiene mucho que ver con el nivel de compromiso que desempeñó el cochino. La gallina, como lo hace mucha gente, apenas colaboró con el éxito del plato.

Nuestra sociedad, nuestro país, que está fuertemente agredido, necesita de ciudadanos comprometidos, basta de observadores y de críticos de galería, hacen falta ciudadanos activos.

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