Opinión Nacional

Comienza la fiesta en Sudáfrica

La espera está a punto de llegar a su fin. A las 4 de la tarde (CAT) del viernes 11 de junio empezará una Copa Mundial de la FIFA como ninguna otra de las 18 precedentes. No sólo Sudáfrica, el continente entero será una fiesta. En los próximos 31 días, la tierra de Nelson Mandela se entregará a un auténtico festival de fútbol y cultura. Sus colores, sonidos y emociones prometen quitar el sentido y dejar al mundo con la boca abierta.

Desde el 15 de mayo de 2004, fecha en la que Sudáfrica recibió el encargo de organizar la Copa Mundial de la FIFA 2010, hasta este momento, cuando faltan pocas horas para el saque inicial del partido inaugural (entre la selección anfitriona y México), los ecos de la primera prueba reina del fútbol que se celebra en el continente africano se han convertido en fuente de inspiración para millones de personas. En términos futbolísticos, Sudáfrica ha recorrido un largo camino para equipararse a la élite mundial. La selección se encuentra en el puesto 83º de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola, con una única victoria en la Copa Mundial de la FIFA, un 1-0 contra Eslovenia en 2002, en su palmarés. Sin embargo, en calidad de 16ª nación organizadora de la competición de fútbol más importante del mundo, Sudáfrica saltará con más fuerza que nunca a la primera plana del deporte mundial.

Como nación, Sudáfrica está convencida de que el certamen desencadenará cambios muy importantes: unirá a negros y blancos, aglutinará a su pueblo en torno a la camiseta auriverde de los Bafana Bafana, y ampliará la brecha que separa a la Sudáfrica moderna de su turbulento pasado. Con las ruidosas vuvuzelas y la exuberancia intrínseca de su cultura, los sudafricanos harán de esta fase final un espectáculo que ni ojos ni oídos olvidarán en mucho tiempo. Lo mismo se puede decir sobre los jugadores (Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Wayne Rooney y demás luminarias) que han llegado de todos los rincones del planeta para derrochar calidad e iluminar con su brillo los diez magníficos estadios del certamen.

El calendario futbolístico se encuentra tan atestado que a veces resulta difícil que una competición despierte auténtica pasión, sobre todo cuando a un gran certamen le sigue casi inmediatamente otro de idéntica importancia. Sudáfrica 2010 promete ser diferente, pues se convertirá en el escaparate donde todo un continente, cuyas selecciones no han superado jamás los cuartos de final de una Copa Mundial de la FIFA, exhibirá su grandeza y lo mucho que promete.

En los siete meses que han pasado desde que se conocieron los nombres de los 32 participantes, el mundo entero se ha dedicado a aventurar pronósticos sobre el desenlace del campeonato. ¿Conquistará Brasil su sexto título del mundo? ¿Dará España el paso decisivo y se convertirá en reina del fútbol mundial, espoleada por el primer cetro europeo de su historia, que posee desde hace dos años? ¿Podrá Diego Armando Maradona motivar a Argentina desde el banquillo con el mismo brío y vehemencia que sobre el terreno de juego en 1986? ¿Conseguirá por fin Inglaterra bajo la batuta de un seleccionador italiano echar los restos, alcanzar logros tangibles y hacer realidad sus expectativas? ¿Repetirá Italia la hazaña que protagonizó en la década de 1930 y alzará dos Copas Mundiales consecutivas?

¿Logrará la nación anfitriona encabezar la representación africana, o será Camerún (en su sexta participación en la fase final del certamen) o incluso la estupenda Costa de Marfil quienes liderarán el contingente africano? Todo esto y mucho más irá esclareciéndose en las cinco próximas semanas, hasta que sólo queden en pie los dos equipos que, en el estadio Soccer City, se disputarán el derecho a añadir a su nombre el de campeón del mundo durante cuatro años, hasta que el magnífico escenario se monte en Brasil 2014 y todo vuelva a empezar.

El recinto incomparable de Johannesburgo, el mismo que puso marco al primer mitin masivo de Nelson Mandela tras su liberación en 1990, acogerá el viernes el partido inaugural, el primero de un total de 64 partidos. En cierto sentido, se trata de un territorio que el seleccionador de Sudáfrica, Carlos Alberto Parreira, conoce a la perfección, no en vano se prepara para guiar a un equipo por sexta vez en una Copa Mundial de la FIFA, un nuevo récord del mundo. Pero, por otro lado, no se parecerá a nada de lo que el técnico haya experimentado hasta la fecha. Las esperanzas propias de una selección anfitriona adquirirán una nueva dimensión por la pasión y el fervor con la que la “nación del arco iris” aupará a su equipo.

En los diez estadios se celebrarán emocionantísimos partidos, entre ellos los choques correspondientes a ese grupo complicadísimo con el que cuenta toda Copa Mundial. Todo el mundo coincide en que, en esta ocasión, tamaño honor corresponde al Grupo G, donde Brasil, Costa de Marfil, Portugal y la RDP de Corea chocarán espadas. Además, veremos emparejamientos emocionantísimos entre antiguos y encarnizados rivales, y los partidos del único debutante que asiste a la fiesta de este año: Eslovaquia. Por otro lado, dos seleccionadores intentarán emular a Franz Beckenbauer y Mario Zagallo y conquistar como entrenadores la Copa Mundial de la FIFA que en su día se adjudicaron como jugadores. A Johannesburgo la llaman la “ciudad del oro”, y ciertamente no se podría haber elegido escenario más apropiado en el que alzar a los cielos el deslumbrante trofeo de la Copa Mundial de la FIFA 2010. Hasta que llegue el momento (la noche del 11 de julio), nos esperan inolvidables epopeyas, que seguiremos narrando puntualmente.

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