¿Cómo se comen las Primarias y las Tarjetas?
¿Cómo se comen las primarias se pregunta la oposición? ¿Cuál es la diferencia entre la tarjeta única y la tarjeta adicional? Después de indagar más y más sobre el tema con aquellos que se han abierto a la discusión, he llegado a la conclusión de que las primarias se comen cuando se tiene dinero, y mucho. Habría que ser boliburgues para hacer unas primarias generales como los chavistas y aún así le quedaron debiendo al CNE mucho dinero, que seguramente como son gobierno no lo pagaran.
Las primarias generales de la oposición serían un esfuerzo económico gigante por parte de la oposición y ese dinero no existe, no lo tienen y no lo tendrán, para hacer elecciones primarias generales. Lograrlas es tan cuesta arriba que el desgaste político-económico que implica sería muy cerca de lo imposible como estamos hoy, tanto que irrita a personas como yo, que creen fielmente en las mismas para todos los partidos y tendencias. Además deja clara las diferencias de dinero entre los chavistas y la oposición.
Para muestra un botón, y es que las elecciones primarias que se llevaron a cabo en Colombia esta semana que pasó costaron 57.000 millones de pesos, que son 29.5 millones de Dólares o 63 millones de BsF (a 2.15 BsF/US$). Respetando las proporciones podemos decir fácilmente que aunque necesitamos menos de las 11 mil mesas que usamos en las elecciones regionales 2008 y no 23 mil como en Colombia. Y somos 12 millones de votantes y no 29 millones como en Colombia. Los costos de unas primarias generales en Venezuela podrían estar alrededor de los 15 a 20 millones de dólares o de 30 millones a 40 millones de BsF. Todo esto por encimita sin contar lo que tienen que gastar los partidos en su campaña. ¿Bastante dinero no? Hubiese sido Chávez y buscaría hacer ambas primarias juntas las del chavismo y las de la oposición, como en Colombia, pero ya él se comporta como un jeque o un rey y el dinero es irrelevante e insignificante para lo que a él le importa.
En Colombia el gobierno paga las primarias por los partidos pero aquí en Venezuela no, entonces estamos hablando de que la oposición tiene que reunir +20 millones de dólares o +40 millones de BsF para poder hacer unas primarias. Lo que lo hace inviable para hacerlas generales en la oposición.
Ahora que entendí la inviabilidad de las elecciones primarias generales de la oposición, me di el gusto de indagar ante el fenómeno de la tarjeta única que junto con las primarías son un sueño hermoso pero extraordinariamente difícil y peludo.
La tarjeta única como la han planteado o mal-planteado algunos como Leopoldo López implica la desaparición de los partidos porque implica que los partidos no se inscriban sino que sólo se inscriba una sola tarjeta. Y es así de simple, si los partidos no reciben votos entonces no hay partidos. Todo esto sin mencionar las complejidades organizacionales de formar un partido único, sin el dinero que tienen mis amigos de rojo y de desmontar las estructuras actuales. No hace falta más de un párrafo para esta explicación, por lo que me extraña lo que piensa Leopoldo y sus redes.
Pero aunque no lo crean ambos problemas tienen soluciones desde mi punto de vista. Para las primarias que son cuesta arriba debido a su costo se podría a llegar a acuerdos políticos en primera instancia, segunda instancia encuestas y como último recurso primarias en localidades específicas. El orden es en costos ya que un acuerdo político cuesta menos que unas encuestas y así sucesivamente.
Mientras que para el problema de la tarjeta única podrían colocar una tarjeta adicional que sirva para permitirle a los ni-ni sumar votos en contra del chavismo y a la vez en contra de la oposición, pero cambiando de gobierno. Serían votos que permitan cambiar el gobierno y que castiguen a los partidos tradicionales de oposición, ya que no recibirían los votos ellos en sus tarjetas pero permite el cambio, logrando ser un medidor de descontento de los ni-ni y una llave importante para arrancar el cambio.
