Opinión Nacional

Cómo se destruye una democracia

Hugo Chávez Frías, de ser un anodino Teniente Coronel, dado de baja por haber participado en 1992 en un sangriento golpe de estado, pasó en 1998 a ser el Presidente de la República y ocupa la Presidencia desde hace cinco años, desde donde, contando con los recursos del Estado, ha desarrollado dos mitos, el de su invencibilidad electoral y que él representa a los pobres. Pero, ninguna de esas afirmaciones tiene asidero en resultados electorales.

Si evaluamos los resultados electorales de 1998 y 2000, fecha de la relegitimación después de haberse aprobado la Constitución Bolivariana, la conclusión es que el llamado “chavismo” nunca pasó del 32% del electorado y de un escaso 15% del total de la población del país. (Ver (%=Link(«http://analitica.com/va/politica/opinion/1710861.asp»,»Venezuela Analitica»)%).) La derrota que Chávez Frías le infringió a la oposición democrática fue más política que electoral; fue más en las mentes y voluntades que en la realidad.

Tampoco tiene asidero estadístico la afirmación de que Chávez Frías es el candidato de los pobres y mi conclusión en este sentido se basa en que la abstención en las elecciones del año 2000 fue mayor en los llamados sectores populares, que en los llamados sectores de clase media (Ver: Abstención y Referendo Revocatorio, en www.veedores.org); o dicho de otra manera, que los sectores de clase media, fueron en buena parte responsables del triunfo de Chávez Frías en esas elecciones y sin duda alguna, en las de 1998. El Gobierno sabe esto y sabe también que ya no cuenta con el apoyo de la numerosa clase media, hoy empobrecida por las políticas del Gobierno y plenamente consciente de su pasado error electoral. De allí su resistencia a medirse en ningún proceso revocatorio.

Mientras todo esto pasa, algunos están preocupados por lo que Chávez Frías pudiera significar para el resurgimiento de la izquierda en América Latina y el segundo aliento del comunismo, doctrina floreciente a finales del siglo XIX y XX y hoy fracasada. Ven en el Foro de Sau Paulo una amenaza continental para la democracia y les preocupa la estrategia que Fidel Castro desde Cuba pudiera estar llevando adelante para desestabilizar América Latina, con un eje: Habana, Caracas, Brasilia, y más allá Buenos Aires, La Paz —de ganar Evo Morales— Ecuador con Lucio Gutiérrez, etc. y que cuenta con los recursos petroleros de Venezuela.

Más que esa estrategia, lo que nos debe preocupar y servir a todos de lección es la táctica -—llamémosla así— y la forma de Gobernar de Hugo Chávez Frías, porque esa si es efectiva para destruir instituciones y acabar con la democracia. Lo más grave es que con la espuria mayoría electoral que hemos descrito, —33% de los votos y 15% de la población— Chávez Frías ha demostrado una extraordinaria habilidad para remover los cimientos de la institucionalidad democrática y ha convertido en una caricatura el estado de derecho.

Su estilo de Gobierno es de suyo singular; no se conoce de reuniones periódicas de Consejo de Ministros, el Presidente Chávez dicta sus políticas en reuniones privadas con sus Ministros, en alocuciones públicas al regreso de alguno de sus frecuentes viajes al exterior, al calor de las cosas que vio y lo impresionaron, o desde su programa dominical de televisión y controla como un monarca absolutista todos los recursos del Estado. De esta manera tan particular, en cinco años ha dispuesto de 200 mil millones de dólares provenientes del petrolero, con los cuales solo ha conseguido llevar el desempleo al 20%, el subempleo al 75%, destruir más del 50% de la capacidad industrial instalada del país, mantener la inflación por encima del 30%, devaluar la moneda en mas del 300%, reducir la producción petrolera en mas de un millón de barriles, hacer que la economía caiga en casi un 10%, en síntesis, empobrecer más al país.

Pero de lo que no cabe duda es de su capacidad para construir un gigantesco aparato publicitario, clásico de los gobiernos autoritarios, y con el contribuir a la desmoralización de sus oponentes y a la destrucción del estado de derecho y las instituciones democráticas. Veamos una breve síntesis de cual ha sido el llamado “proceso revolucionario” de este telúrico personaje, como se fueron sucediendo los hechos, como se fue destruyendo, paso a paso, una de las democracias más sólidas y antiguas de América Latina.

– Mediante un decreto presidencial —no contemplado en la Constitución vigente para el momento— y gracias a una sentencia políticamente complaciente de la Corte Suprema de ese entonces, que no tuvo el coraje ni la visión de enfrentarlo, nos llevo a un referendo consultivo constitucional en el mes de abril de 1999, en el que se abstuvo el 63% de los votantes y que ganó con el 33% de la población electoral, que representa el 15% de la población total del país.

– En julio de 1999 se eligió la Asamblea Nacional Constituyente, mediante una campaña en la que participó Chávez Frías de manera directa, presentando y promoviendo candidatos y descalificando a los de la oposición, utilizando los recursos del estado, sin que ninguna autoridad se lo impidiera, salvo alguna reconvención de parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), de la cual se burlo. En esa elección participo solamente el 46% de los electores y los partidarios de Chávez Frías, nuevamente con el 33% de los votos, obtuvieron el 96% de los delegados para la Asamblea Constituyente

– Esos “triunfos electorales” de 1999, le sirvieron de excusa para eliminar el Congreso de la República, que había sido electo en noviembre de 1998; poca fue la resistencia que encontró para esta acción, con unos partidos políticos, sometidos durante más de 20 años a una campaña de desprestigio en contra de la política, derrotados y atemorizados por los recientes resultados electorales. De esta manera, la Asamblea Constituyente, la cual controlaba de manera absoluta, sin tener facultades para ello, pero sin que nadie se opusiera, pasó a legislar en materia ordinaria.

– La Constitución fue elaborada a su medida y bajo sus dictados y tiene algunos elementos interesantes de analizar, como por ejemplo: restituye el voto y el carácter deliberante a las fuerzas armadas; amplia el periodo presidencial a 6 años y permite la reelección inmediata; elimina el concepto de partidos políticos y les quita a estos todo financiamiento de parte del estado ; establece la posibilidad de “habilitar” al Presidente para legislar con autorización de la Asamblea; etc.

– Finalmente, la Constitución fue aprobada en una elección en donde acudió a votar solo el 44% de los electores, y donde obtuvo el 30% de los votos del total de electores, lo que significa que solo el 13% del total del país aprobó dicha Constitución

– Aprobada la Constitución, mientras se organizaban las elecciones, la legislación queda en manos de una Comisión Legislativa, o Congresillo, designado por la Asamblea Constituyente e integrado por algunos miembros que ni siquiera habían formado parte de dicha Asamblea. Dicho Congresillo, no solo legisló, sino que designo provisionalmente los demás poderes: Poder Ciudadano, Tribunal Supremo de Justicia, aprobó el presupuesto nacional, sancionó leyes, aprobó gastos extraordinarios y viajes del Presidente, etc. como si se tratara de un Congreso, pero sin ser electos popularmente

– En el año 2000, al amparo de esa constitución fueron “relegitimados” electoralmente los poderes públicos, entre ellos el Presidente Chávez Frías quien, con una abstención del 44%, la más alta en la historia para una elección presidencial, y con esa misma espuria mayoría del 32% de los electores y del 15,5% del total de la población del país, se apoderó de las tres cuartas partes de la Asamblea Nacional.

– La Asamblea Nacional, designo entonces a los demás poderes del estado, con las siguientes características y peculiaridades:

– Fiscal General a Isaías Rodríguez; hasta ese momento se desempeñaba como Vicepresidente de la República —cargo que no es de elección, sino designado por el propio Presidente-—; Isaías Rodríguez había sido VicePresidente de la Asamblea Constituyente, electo en la formula que apoyó el Presidente Chávez Frías
– Contralor General a Clodosbaldo Russian, quien venia ejerciendo el cargo, militante de uno de los partidos simpatizantes del Gobierno; había sido designado provisionalmente por el ya descrito Congresillo
– Designo al Defensor del pueblo, Germán Mundaraín, quien había sido miembro de la Asamblea Constituyente, electo en la formula que apoyó el Presidente Chávez Frías.

– Ratificó a la mayoría de los miembros del TSJ, después de una curiosa interpretación de este mismo Tribunal, según la cual, los magistrados no tenían que cumplir todos los requisitos que establece la Constitución, sino que algunos de ellos podían ser sustituidos por su “experiencia” como magistrados, desde el momento en que habían sido designados un año antes por la mayoría gubernamental que dominaba la Asamblea Constituyente

– La Asamblea Nacional ha “habilitado” al Presidente Chávez Frías, para que este legisle. Con la Ley Habilitante —así se llama este instrumento— que le fue concedida, aun vencido su plazo antes de ser utilizada, el Presidente presentó y publicó en Gaceta Oficial más de 50 leyes que cambiaron todo el ordenamiento jurídico del país, sin que la Asamblea Nacional las conociera y considerara previamente. Por supuesto, la mayoría de los recursos de amparo introducidos ante el TSJ no han sido considerados o han sido desechados. Bueno es resaltar que este es uno de los orígenes de la resistencia de la oposición a Chávez Frías en el año 2001, que está en la base de la crisis que hoy vive el país.

– Actualmente la Asamblea pretende aprobar, al amparo de su mayoría simple simpatizante del Gobierno, un reglamento interno de discusiones, que restringe el derecho de palabra en la discusión de las leyes y autoriza al Presidente de la Asamblea, del bloque Gubernamental, a suspender a cualquier diputado de sus funciones, por tiempo indeterminado y sin previa formula de juicio o derecho a descargo o defensa

– Con este control de la Asamblea, la intención del Gobierno es aprobar por mayoría simple y sin debate parlamentario, tres leyes que la oposición ha impedido que se aprueben: una Ley de Policía Nacional, para someter a las policías regionales y locales al control central; una Ley de Medios de comunicación, conocida como “ley mordaza” y una Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, para cambiar la composición e integración del Tribunal, del cual ha ido perdiendo control.

– Una de las salas de este Tribunal, la Sala Constitucional, bajo control del Gobierno, nombró recientemente a los integrantes del Quinto Poder de la República, en Consejo Nacional Electora (CNE); nombramientos que recayeron en una mayoría, 3 de 5 miembros, conocidos simpatizantes del Gobierno o que han ocupado cargos en la administración de Chávez Frías.

– Este CNE, desde que ha asumido su cargo, ha sido el organismo electoral que mas ha violado las leyes electorales y es al que Chávez Frías esta pidiendo un “cheque en blanco” por parte de la Oposición democrática, para que acepte cualquier disposición a la que llegue con respecto al proceso de verificación de firmas.

De esta manera, con una precaria mayoría electoral, al amparo de un proceso de años de desprestigio contra partidos y políticos, que fueron deteriorando y minando las bases de la democracia, mediante la utilización ilegal de recursos del Estado, sin control de ninguna naturaleza, el Gobierno de Chávez Frías ha ido desmontando el estado de derecho y tomando el control de todas las instituciones públicas del país y destruyendo la democracia Venezolana. Esta es la verdadera amenaza a la que los gobiernos y pueblos deben temer, y no a supuestas estrategias desestabilizadoras de carácter teórico o conceptual.

(*): Caracas 31 de enero de 2004.
(**): Veedor

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba