Comunicado sobre situación en el Estado Mérida
Un Mundo Sin Mordaza manifiesta su preocupación por la violenta situación que se vive desde hace varios días en la ciudad de Mérida y que ha tenido repercusiones en la ciudad de San Cristóbal.
Estos sucesos violentos, de la mano de grupos identificados como Tupamaros y, según su propia organización, cercanos a la posición ideológica del oficialismo se desarrollan a plena luz del día sin que los organismos competentes del Estado y de la Gobernación acudan a salvaguardar a la ciudadanía como es su deber constitucional. Los grupos violentos actúan por toda la ciudad de Mérida mientras que los grupos policiales y de la Guardia Nacional se encuentran apostados en específicas zonas sin movilizarse para controlar la violencia imperante a todo lo ancho de la ciudad.
Lamentamos la pérdida de las dos vidas venezolanas, sin importar su afiliación política e ideológica, durante la noche del día viernes 22 del corriente mes y exhortamos a las autoridades competentes se avoquen al caso para esclarecer los hechos y no dejar, una vez más, en la absoluta impunidad estos crímenes.
Recordamos a los representantes del Estado y de la Región que su deber es asegurar la vida de todos los ciudadanos así como salvaguardar los bienes materiales privados y públicos. Responsabilizamos a las autoridades competentes de la seguridad en dicha región sobre los daños humanos y materiales que puedan cometer estos grupos delincuentes. Son muchos los jóvenes y familias venezolanas que se encuentran a merced del terror y de la violencia en absoluto desamparo. Rechazamos el uso de la violencia como método de protesta y reivindicación.
De la misma manera invitamos a los medios de comunicación nacionales y regionales a informar veraz y oportunamente a toda la nación de la gravísima situación que viven nuestros hermanos en estas dos importantes ciudades del país. La mordaza y la autocensura no son justificables bajo ningún caso y menos cuando omitirían el atropello y violación de derechos por parte de grupos violentos en detrimento del Estado de Derecho que debe reinar en un sistema democrático.
Finalmente, ratificamos nuestro empeño en defender los derechos humanos y las libertades de todos los venezolanos.
¡Opinar no es un delito!
