Opinión Nacional

Con Chávez manda Chávez

El Presidente sufre de «controlitis» y con su enfermedad nos está llevando a la ruina

Luego de haberle puesto el ojo y la mano a empresas privadas como la Cantv, la Electricidad de Caracas, La Marqueseña y, próximamente, RCTV, el Presidente arremete ahora contra las clínicas y colegios privados.

Y es que el Presidente de Venezuela no se puede explicar «cómo hay quien defiende la descentralización de la medicina», ni cómo a los gobernadores electos por el pueblo «les gusta ser autónomos» y se enfurece porque algunos de sus propios seguidores recogen firmas para pedir la extradición del anticastrista Posada Carriles –aunque esa extradición la está solicitando su propio gobierno– pues aquí el líder de la revolución «soy yo».

Al Presidente de Venezuela le gusta el orden, que todos marchemos en línea recta tras lo que él diga. Eso de autonomía, descentralización, conciliación de intereses, no le gusta porque y que no lo puede entender. Disculpe Presidente, no se haga el tonto, usted entiende muy bien y por eso no le gusta. A usted le horroriza todo aquello que amenace su plan de eternizarse en el poder, por ello le tiene alergia a la competencia de nuevas ideas, a la diversidad y al surgimiento de nuevos liderazgos. Por esa razón quiere controlarlo todo con ideas viejas, simplistas y divorciadas de la diversa realidad moderna.

Tomemos el ejemplo de las clínicas. El servicio médico es mucho más complejo que su precio, si el paciente vive o muere no depende de él sino de la escogencia correcta entre múltiples combinaciones de tecnología, diagnóstico y tratamiento. Fijar el precio tiene el efecto de destruir la exploración de esa diversidad. Si el problema de la medicina fuese sólo el precio, no tendría explicación el fracaso de los hospitales públicos. Preguntémonos más bien, cuáles son los costos que llevan a esos precios, los equipos, la formación de los médicos, la calidad de los quirófanos, en fin, todo aquello que contribuye a que se salven más vidas. Si el sistema es tan complejo ¿Por qué, en vez de amenazar, no se busca la cooperación de todos? ¿Por qué, en vez de controlar precios, no se le entregan cupones a los más necesitados para que tengan acceso a mejor calidad de servicio? Hay gobiernos que controlan y centralizan y otros que promueven la diversidad. En Corea del Norte, Kim Jong-il controla y centraliza mientras la gente se muere de hambre.

Corea del Sur, sin embargo, desafiando la diversidad, ingresó al grupo de los países ricos con un PIB per cápita de 22.000 dólares al año. No sé quién manda en Corea del Sur, pero en Corea del Norte manda Kim Jong-il.

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