Opinión Nacional

Con mi terrorismo no te metas

“No he de callar por más que con el dedo, / ya tocando la boca o ya la frente, /silencio avises o amenaces miedo”. Francisco Quevedo

El terror nunca ha dejado de estar presente en nuestra historia. Sobre todo el terror que impone el silencio y tiene la cárcel como alternativa. Él, es casi una constante, que vuelva reaparecer con fuerza en los finales del siglo XX e inicios del XXI, por tanto no resulta novedoso. No hablo de terror por: terribles guerras, Viet Nam, o invasiones Panamá, Republica Dominicana, el Golfo, Yugoslavia la barbarie nazi, o el actual holocausto ejercido contra el pueblo palestino. Ahora se trata de uno que ya se reparte bajo la forma de espectáculos y las “fiestas” y desenfreno organizado, en espacios planetarios. Originado en las grandes multinacionales de la comunicación que mercadean noticias para mantener mentes subdesarrolladas, aterrorizante martirio de veinticuatro horas diarias. Me refiero a asunto del terror y terrorismo sobrevenido, creado como recurso de corte bélico en que se envuelve la política de los centros del poder mundial, y, para asombro, con tanto fervor, ejercen nuestros procónsules criollos a través de sus medios audiovisuales y los mas treinta y cinco periódicos que controlan.

Terror que amenaza convertirse en una verdadera religión, entretenimiento, con angustias, y mucha patología por cierto. El terror que se convierte al terrorismo instala conductas llenas de paradojas. Pues siendo algo peligroso, puede ser fuente de emociones, indeseables e innecesarias. Paradójicamente la fuente de inoculación, la noticia, termina por no sufrir rechazos o criticas por parte de sus victimas ni victimarios; todo lo contrario, acaba por ser fuente de adiciones tanto de los periodistas que la prodigan como quienes pagan por la compra de un periódico o una suscripción a canales de televisión que celebran su imperio con ritos que es una constante del orden mundial dominante. Hecho que algunos menos dotados e informados lo asumen ahora como distracción y que Baudrillard ese viejo fantasma que, siempre los asusta llama El intercambio simbólico y la muerte” , “Las estrategias fatales” o “La transparencia del Mal”
Sigmund Freud analizaba el terror bajo la cubierta de lo siniestro. Utiliza el terror para identificar los caracteres insólitos que tipifican lo siniestro. Busca sus causas, entre otras, en la ignorancia o la incapacidad de entender las noticias en su contexto y antecedentes como origen de su angustia: «Lo siniestro causa espanto porque no es conocido, familiar». Freud incorporaba lo siniestro en sus textos, valuaba sus efectos que instalaban nociones de desvalimiento, indefensión, desembocando siempre en una percepción, ante la cual, la persona se encuentra, por así decirlo, desconcertada, perdida. El mérito de su tesis, haber destacado «como caso por excelencia de lo siniestro a su gemela: la duda”. Duda: fenómeno originado por una entidad aparentemente animada, en este caso, nacida en ese pernicioso discernimiento llamada NOTICIA. Portento, que sin saberse cómo, se convierte en realidad, elemento viviente y fuerza traumática, mito. Virus que nos asusta. Casi un Drácula que nos aterroriza diariamente. Nos acosa, nos angustia, nos descompone y hace perder la cordura. En su tecnología, forja horrendos juegos con los titulares haciéndolos ver como, forma tortuosas que anuncian hasta muerte. Primeras páginas que son portada orgánica del mas puro terror, que habita en lo siniestro: Terrorismo y furor mediático.

Freud llega a decir para alertarnos, que el animismo existe en el ser humano bajo la forma potencial que denomina «omnipotencia del pensamiento» (presentimientos, «mal de ojo», etc.) y otras formas de brujería, pues según él “lo siniestro es algo impuesto a la vida psíquica” pero que se tornó activo mediante las formas nuevas que se gestaron con la mediatización de la realidad en nuestras psiquis como las victimas de ese Nosferatu que es la mediocracia.

Ahora cabría preguntarse sobre la realidad y base del temor creado por los medios, es obvio que el medio en si mismo, es casi inofensivo y que no existe evidencia empírica que lo haga dañino a la psiquis. Por lo menos esto es lo que pretende el poder y propone que nosotros aceptemos. Falacia. Sin embargo, es la fuerza y consistencia diaria de sus mentiras lo que confiere influencias terroríficas a la TV y la Prensa. Sus técnicas de comunicación dispensan sufrimientos e influencias que no están regidas por las leyes que conscientemente conocen los vivos. Por ejemplo el diario vacío anímico que causan impone un inevitable terror que pueblan la imaginación de la gente, con consecuencias inquietantes. La noticia y cuanto informa, se mete dentro del ser humano y él experimenta, cómo sus efectos lo agarrotan inclusive invaden hasta su ya insalvable intimidad. La mediocracia y sus vehículos gestan lo siniestro y encuentran espejo en los oscuros recovecos de nuestros miedos y ansiedades invocando de modo inevitable un cierto sentido de fatalidad y grandes e inmanejables miedos. Es la verdadera gestión desquiciante del gobierno de los poderosos. El pueblo, siempre sabio, lo decía al corear: “Chávez los tiene locos”.

Por eso la guerra de la cuarta generación y su aliado el terrorismo mediático son tan devastadores, aniquilan la voluntad inoculando el peligroso germen del terror y el temor, creando ánimos desarmados, espíritu acriticos, adonde impera la farándula y frivolidad, la imbecilización, la idiotez mayamera como géneros de la vida. Su patología se expresa en terribles patrañas, que los menos capaces y sin capacidad crítica sufren: ¿Qué irán hacer con mis hijos¿. ¿Me quitaran mi apartamentito¿. ¿Me quitaran mis carritos¿, ¿bodeguita¿, ¿almacencito¿, ¿quincalla¿. Cuadro de pesadillas propias de la clase media.

Pero miremos ahora el órgano que de forma imperial gobierna este terrible terror en nuestros territorios: la Sociedad Interamericana de Prensa. SIP, y su producto mas preciado, el terrorismo mediático. El terrorismo y la SIP son materia que constituyen la misma moneda, su alianza es imposible de separar, una es causa de la otra y a su vez en indignante realidad, cada una efecto de su par.

Para este momento no es otra “cosa” sino un cartel de los grandes dueños de medios de comunicación del continente, su nacimiento otro producto de la Guerra Fría, su objetivo histórico no es otro que la defensa de los oligopolios, y los intereses de las poderosas redes económicas que el imperio le ha tejido y cedido como franquicias a nuestras burguesías de Latinoamérica, a cambio de que frenen la vías hacia la real democracia de nuestros pueblos. Estos “empresaurios” para nada se han ocupado de sus trabajadores, nunca he leído ninguna declaración final de sus reuniones que se cite este tema. Todo lo contrario.

¿Cual es el máximo logro de la SIP¿: 1. usurpar la representación del periodismo en la región y hablar a su nombre (ojo no de sus medios, sino del PERIODISMO); 2. secuestrar en los medios los derechos que corresponden a las organizaciones sociales; 3. Constituir un bloque de poderosos propietarios de medios contra revolucionarios; 4. Colocar a la “gran prensa” y sus falacias como un recurso que diariamente aterroriza la población y que mira con la espalda a sus pueblos.

Sobre todo ha logrado crear que mucha gente termine por considerar que la preeminencia ideológica derechista, el llamado “nuevo orden” de los Reagan – Bush – Thatcher – Gorbachov – Yeltsin – Felipes – Betino -Asnares – Berlusconi – y el Papa-, desarrollada después de la caída de la URSS y su imperio, se imponga para esparcir la idea de que la única democracia, es aquella que se practicaba en la Republica griega. Que era esencialmente medio para lograr, lo que tanto los gusta, la EXCLUSIVIDAD en vez de INCLUSIVIDAD. En su propósito han recurrido, entre otras recursos del chantaje del FMI, ONU, invasión militar, la escisión de Republicas o la guerra en todos sus formas (Panamá, el Golfo, Yugoeslavia, Kosovo, Irak, Palestina, Colombia, Bolivia, Tibet hasta llegar al exceso de animar a nuestros gorilas criollos para que sueñen con la aventura del Zulia independiente).

Siguen restregando en sus editoriales y notas de analistas que la línea debe ser utilizar los medios para negar la participación, impedir la vida de los Consejos Comunales, evitar la deliberación publica como medio, afirmando que estas practicas que son propias de la democracia, deberían restringirse solo a los actores que sueñan en forma de oligopolios y viven esperando el renacer de la oligarquía. En síntesis, su ideal es el gobiernos de los fuertes y prevalidos y pocos, sobre los débiles que siguen siendo mayoría. Para ellos y sus voceros mediáticos, la democracia no puede ser pensada para que se permita, a los trabajadores, las minorías, sobre todo raciales, la mujeres, una plena y total democracia, económica, social, y política. Ellos la piensan y utilizan los recursos de sus medios para pensar en procedimientos y burocracias dedicadas a penalizar, encarcelar y excluir social y étnicamente nuestras poblaciones.

Practicas obviamente terroristas que no son nuevas en Venezuela, son viejas y tan propias de la Cuarta Republica como la SIP y sus aliados criollos les convenga.

(Para ver antecedentes revisar en Analitica: “We Will……..himno de un bravucón impenitente”; Miércoles, 9 de abril de 2008.”Terrorismo mediático, concepto a discutir” Miércoles, 2 de abril de 2008.)

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