Constituyente y proceso político
Vuelven los aires favorables para un proceso constituyente luego que el país ha transitado por varios eventos electorales y las estructuras del poder han mostrado su adhesión incondicional, inconstitucional y perversa, a la revolución otrora liderada por Hugo Chávez. Lo que mas me llama la atención en esta oportunidad es que hasta el mismo Henrique Capriles hizo una reflexión publica el pasado sábado 3, en la marcha y concentración protesta realizada en Caracas, cuando hizo un llamado a la participaron masiva en las elecciones municipales del próximo 8 de Diciembre, indicando que esas elecciones locales podría ser un paso previo a la convocatoria de un proceso constituyente.
La convocatoria a una constituyente tiene una sobrada justificación política y además electoral si consideramos varios factores. (i) La oposición ha venido creciendo sostenidamente en los últimos 3 anos, iniciando este repunte con las elecciones parlamentarias del 2010, aun vivo Hugo Chávez (ii) Las instituciones fundamentales del Edo., no han mostrado independencia ni autonomía ante los desafueros e ilegalidadades ni arbitrariedades del Poder Ejecutivo. En ese contexto, muy poco puede lograrse si se cambia el Poder Ejecutivo, pero el resto de las instituciones permanecen en las mismas manos que impiden la restauración de la democracia. La inexistencia de un Poder Judicial Autónomo y el cierre técnico de la Asamblea Nacional, son las muestras mas aberrantes de la sumisión de los poderes y (iii) La Constitución de 1999, no solo no se ha implementado en la forma que se prometió a la población, si no que su espíritu, propósito y razón de creación de un estado social de justicia y derecho, fue expresamente torpedeado para inclinarse hacia un régimen semi totalitario y (iv) Al propio chavismo, inmerso en sus conflictos internos y carente de una fuerza homogeneizadora, bastante bien le haría la legitimación de sus propios liderazgos con miras a representar una autentica y renovada alternativa a su sector. Creo que esta razones son muy poderosas para que el estamento político comience a pensar y a diseñar, sin pausa pero sin prisa, la necesidad de un proceso constituyente en los próximos anos.
Varios procesos y etapas deben consumirse antes de llegar al momento de la convocatoria de este proceso. La unidad democrática debe estar mas consolidada que nunca y haber resuelto algunas contradicciones internas propias del compelo proceso unitario. Hay que montarse en la participación masiva, entusiasta y contagiosa de las elecciones municipales, unos comicios donde la participación ha sido tradicionalmente limitada y por ultimo, habrá que decidir la conveniencia o no de un proceso revocatorio de los diputados oficialistas con un deficitario desempeño y hasta la convocatoria de un referendo revocatoria del propio Nicolás Maduro, conforme a la fuerza electoral que se vaya consolidando en nuestras filas.
Estos y otros factores van a determinar la conveniencia o no del proceso constituyente. Pero hasta ahora, sigue siendo política y jurídicamente una alternativa validad y que cada vez – sin ser adivino ni pronosticador – va a ir cobrando mas y mas fuerza. Buenas razones tenían Diego Arria, Pablo medina y Leocenis García, para alertarnos de esta alternativa. Amanecerá y veremos!
