Creatividad, Contundencia y Coherencia
Los que lideran la alternativa democrática ya deberían estar claros en que usando los mismos medios que usa el presidente Chávez no podrán lograr capitalizar políticamente las mentes y los corazones de la población. La utilización de recursos como los medios de comunicación social, el dinero, el clientelismo en los momentos electorales, entre otros, le será siempre infinitamente más favorables al sector gubernamental. Además de los anhelos de organización y unidad, los factores democráticos del país solo podrán trasladar la batalla al campo de la razón y ganarla si se logra desarrollar una estrategia integral fundamentada en lo que se puede denominar como las tres (3) C’s: Creatividad, Contundencia y Coherencia. Creatividad no solo para encontrar soluciones innovadoras ante los problemas que acechan a los venezolanos sino también a la hora de ejecutar y trasmitir los resultados de dichas soluciones. Un amigo me recordaba en estos días que una definición de estupidez es la de hacer siempre las mismas cosas pretendiendo tener resultados diferentes. En ese sentido, la creatividad implica dejar de hacer las cosas como se han venido haciendo y buscar formas más innovadoras. Esto va, desde campos como el de las ideas en el modelo político y económico hasta las formas de organización político partidista, pasando por la formulación y ejecución de políticas públicas en escenarios en donde los factores democráticos se han logrado alzar con la victoria electoral. La contundencia, no es más que la combinación entre el sentido de la oportunidad, el impacto de las acciones a realizar y el mensaje a transmitir. Una actividad o un mensaje serán contundentes en la medida en que gocen del respaldo de la mayoría de sus destinatarios y extienda la mano hacia sectores adversarios. Actividades que no desgasten ni frustren a la población y mensajes que incluyan y brinden esperanza a toda la población por igual son la clave para lograr la contundencia. Por último la coherencia, que no es más que la relación entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace. La coherencia es la forma más idónea para que los que pretenden dirigir se ganen el respeto y la admiración de sus seguidores y de esta manera obtener su confianza a través del tiempo. La confianza es un elemento clave de esta estrategia ya que hoy por hoy “nadie cree en nadie” como se dice coloquialmente por ahí. El hecho de “volver a creer” marcaría un hito en estos momentos en los que predomina la desconfianza y la desesperanza entre la población. La combinación de las tres C’s ayudaran sin duda alguna a generar una empatía entre la dirigencia política y la ciudadanía en general que hará frente a ese flagelo que se ve representado día a día en los sentimientos de angustia y miedo generalizado que embargan al colectivo.
