Opinión Nacional

¿Cuál es la salida?

La pregunta del título corre a lo largo y ancho del país, apuntando a las elecciones presidenciales del próximo 3 de diciembre. La enorme insatisfacción de la población venezolana ante el fracaso del gobierno de Hugo Chávez roza el 75 por ciento. Hasta los chavista reconocen que el gobierno del presidente Chávez es un gobierno fracasado por ineficiente, arbitrario y corrupto. Si no, vean las cifras del desbordamiento criminal y delictivo; o el caos de los programas de viviendas sociales; o el enriquecimiento ilícito y acelerado de funcionarios públicos y sus testaferros contratistas; o el lamentable estado de la infraestructura vial; el mal funcionamiento de los hospitales; etc., etc.

Lo único que salva al fracasado gobierno de Chávez es su músculo petrolero, impensado hace unos cinco años. A realazo limpio van tapando huecos, sin planes estratégicos de envergadura, remando como náufragos pero con el barco lleno de real, muchísimo billete, que no pueden digerir eficientemente ni malgastar en su totalidad. En verdad, lo que está ocurriendo con el gobierno fracasado de Chávez es un fenómeno único en el mundo: sus debilidades son directamente proporcional a su hipertrofia petrolera. Su gobierno –incluido él como cabeza del Ejecutivo y líder de lo que gustan llamar “proceso”- tiene más debilidades de las que ellos mismos reconocen. Y aunque les parezca mentira, sus principales dolencias están en el orden ético: la corrupción, la persecución excluyente de los contrarios, y un gusto muy especial por las arbitrariedades, el irrespeto a las leyes y el abuso de poder, fenómenos que tienen atosigados a los venezolanos y venezolanas, incluyendo a los chavistas de a pie, quienes saben perfectamente que pueden ser víctimas de ese sectarismo irrespetuoso y antidemocrático, como quedó demostrado con la abominable “Lista de Tascón” y su sucesora “Maisanta”.

Salvo los borbotones de real y más real, la gente no percibe obra de gobierno, porque ya se ha hecho común la “inauguración de obras” inacabadas como ocurrió con la Línea Cuatro del Metro de Caracas y va a ocurrir con el tramo Las Adjuntas-Los Teques. En fin, el país está entrampado, pero en vigorosa búsqueda por la insatisfacción con la gestión del gobierno de Chávez y los temores (firme rechazo) de una vuelta al pasado puntofijista con líderes repotenciados con las tesis neoliberales, la dependencia y la corrupción.

No es fácil imaginar una salida política inmediata. Es más, no existe salida inmediata: o el país se enseria y comienza a estructurar proyectos políticos con firmes postulados éticos y morales, con aliento progresista y transformador; o seguimos en lo mismo, con Chávez y sin Chávez. Más de lo mismo.

Un vigoroso movimiento por la dignidad nacional no se estructura de la noche a la mañana, requiere gran esfuerzo intelectual y organizativo, y una especial valentía para desvincularse de la carroña que se ha posesionado de las áreas claves de la sociedad venezolana.

Ya es tiempo de encontrarnos y reconocernos en valores democráticos y de justicia social, a la altura del siglo XXI. Los sectarismos chavista y antichavista fastidian a la mayoría de nuestra población, y es lo que se reflejó en las elecciones parlamentarias del 4D, evento en el cual nos abstuvimos el 75 por ciento de los electores y un 7 por ciento votó nulo. Fue un rechazo masivo y por muy diversas motivaciones al mundo político conocido (chavista y antichavista); esa marea de fondo persiste por el desencanto de la gente con el gobierno de Chávez y lo poco sugerente que ha resultado su opositor Rosales.

Advierto que ninguno de los dos polos principales de la política venezolana actual, atendieron aquellas exigencias populares, que mayoritariamente apuntan hacia un desempeño digno de la política y de la función político administrativa, es decir, en la conducción del Estado. En el fondo, nadie quiere ser gobernado por los pillos e irresponsables que han logrado enervar la política venezolana. Ahí está el verdadero problema nuestro; y en su resolución inteligente y ética, va la solución histórica hacia un mejor futuro.

EL CONFESIONARIO
• CRÍA CUERVOS Y TE SACARÁN LOS OJOS, podría estar diciéndose el ex gobernador de Miranda, Enrique Mendoza, quien está siendo excluido de todo rol dirigente por sus ahijados de Primero Justicia, a quienes trasegó recursos de la gobernación, en contra de los intereses regionales de su partido COPEI. Sucesivamente lo han bloqueado, desde que se hundió con la derrota política de la “Coordinadora Democrática”, a la cual financió con abundantes recursos mirandinos, directamente y a través de sus testaferros contratistas. Carlos Ocariz, uno de sus principales agentes en su política de aupar y financiar a PJ, para asombro de los presentes, acaba de escenificar un discurso anti-Mendoza, en Los Teques. El caso es que CO fue director de la Fundación de Desarrollo Social del Estado Miranda (FUDASEM) en un tramo de la gestión Mendoza, y desde esa corporación asignaba recursos económicos a PJ, cuando daba sus primeros pasos como “Fundación”, confabulados con el gobernador. Lo último que le negaron a EM sus ahijados de PJ, fue la coordinación del comando de campaña de Manuel Rosales en la entidad mirandina.

• COMENTANDO ESTOS HECHOS, un ex dirigente copeyano de los altos mirandinos, me recordaba que todavía está encangrejado el asesinato a tiros del dirigente vecinal socialcristiano del barrio Vista Hermosa, de Petare, Estálides Gutiérrez, quien había formulado una denuncia ante la Fiscalía, por presuntos hechos de corrupción durante la gestión de CO en Fudasem. Rosales lleva plomo en el ala por tantas divisiones y subdivisiones de sus apoyantes, marcados por capítulos como los referidos. En términos generales, la situación de AD es sumamente grave, PJ anda en dos toletes, existe la dura confrontación PJ-EM, y la AD-PJ, que es estratégica e irresoluble por razones ideológicas y espacios de acción política. Además, la fractura sindical en AD está en curso: el lunes 04-09, hay un pleno sindical nacional, en el que Henry Ramos, secretario general de AD y promotor de la abstención, aspira torcerle el brazo al grupo de Manuel Cova, enfrentado al fugitivo presidente de la CTV, Carlos Ortega, defensor a ultranza de la tesis abstencionista.

• INSATISFACCIÓN EN EL CHAVISMO por la poco concurrida marcha de recibimiento al presidente Hugo Chávez Frías, el viernes pasado. Oí algunas voces quejumbrosas ante el flujo medianero de gente en la concentración de El Silencio. Evidentemente, no fue una “marea roja” ni el “huracán revolucionario” aclamando a su jefe-candidato, a quien aspiraban recibir como héroe internacional después de su gira política y de negocios por Asia, el Medio Oriente y África. Como arranque de campaña estuvo flojo, ese acto. Las cabezas de Francisco Ameliach y Darío Vivas pudieran rodar si no subsanan la flojera para la concentración de la avenida Bolívar de Caracas, el sábado 9 de septiembre, donde seguramente descargarán una gigantesca flota de autobuses, busetas y lujosos vehículos robolucionarios provenientes de todo el país. Como problema, de ellos, veo la disminución del abuso de poder y el peculado de uso por parte de los “arrastradores” oficialistas, pues están guardando cierta compostura para que el país no les siga reclamando el manejo corrupto y ventajista del poder que han venido desplegando durante estos siete años y medio. A su favor tienen el lamentable estado de la “oposición” con su candidatura presidencial de Manuel Rosales.

• DOS CASOS EMBLEMÁTICOS reposan en las gavetas del Tribunal Supremo de Justicia. Me refiero al de Gladys Jorge (“La viuda de Carmona”) y sus hijos, cuyo reclamo es de indemnización por el asesinato de su esposo Ramón Carmona Vásquez, a manos del Grupo Gato de la Policía Técnica Judicial, en 1976. El segundo es el del sindicalista del transporte Angel Nava, quien a sus ochenta años está defendiendo su derecho a ser indemnizado por haber sido apresado ilegalmente, torturado y encarcelado en las Colonias Móviles de El Dorado, durante más de dos años, en el gobierno del presidente Raúl Leoni, cuando el jurista y ex canciller Ramón Escobar Salón, era ministro de justicia. Ambos casos merecen celeridad, que es parte esencial de la justicia.

• CARLOS ALARICO GÓMEZ, colega periodista, historiador y docente universitario, vuelve a sorprender con sus investigaciones y producción bibliográfica. Su Biografía de José Tadeo Monagas será el tema de la tertulia del martes 5 de septiembre, a las 7 p.m., en el salón Bullpen del Hotel Tamanaco. Estarán presentes descendientes directos de Monagas y uno de ellos, José Gregorio, tomará la palabra en nombre de su familia para opinar sobre la gestión de José Tadeo.

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