Cuando vote el domingo
Cuando vote el domingo recordaré los insultos proferidos por el Presidente para quienes no estamos con él. Retumbarán en mis oídos sus palabras groseras, llenas de odio y revanchismo para dividir a una nación genéticamente unida, solida. De manera especial, invocaré la imagen de aquel hombre gozón ante las pantallas de TV, despidiendo a trabajadores de PDVSA, ordenando expropiaciones, dando instrucciones para invasiones y recordándonos como si fuéramos borregos imbéciles, que su revolución es pacífica, pero está armada.
Cuando vote el domingo recordaré las tres veces que me han puesto una pistola en mi cuerpo desarmado. El instante preciso en que pensé que he podido morir para engrosar las estadísticas de la violencia, dejando a mi familia indefensa. Recordaré las imágenes de las madres, viudas e hijos en las puertas de una morgue. Escucharé el domingo el llanto recóndito de las funerarias; los pésames a los desconsolados, haciendo filas en las antesalas del dolor infinito. Recordaré el domingo a jueces, fiscales, diputados, funcionarios altos y medios, incapaces de poner fin a tanta pasividad, desidia y complicidad silenciosa y criminal con el régimen.
El próximo domingo recordaré a los chamos pidiendo limosnas, carisucios, harapientos y en busca de la pega-droga para aliviar sus infortunios. Recordaré las casas y barrios que he conocido en campañas electorales, tapizados de pobreza y abandono. Recordaré a los ancianos, a los discapacitados, a los enfermos mentales, a los que padecen las patologías más raras y ocultas, a quienes les hemos negado su derecho a la dignidad y a la vida.
Cuando vote el domingo recordaré mis noches de insomnio, las horas revoloteándome entre almohadas y cobijas pensando en otras tierras. Recordaré las horas que he pasado en avión buscando otros destinos y alternativas, regresando siempre a mi punto de partida. Recordaré mis escritos, mis artículos, el grito de la palabra escrita para colaborar con la causa de la democracia y la libertad.
Solo tengo un voto el domingo. Es un voto por la dignidad, por la libertad. Por el país en el que quiero vivir. Es el voto que voy a depositar por Henrique Capriles Radonsky.
