Cuaresma
La palabra Cuaresma es definida por el DRAE como “En algunas iglesias cristianas, tiempo litúrgico de preparación de la Pascua de Resurrección, desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo, y que se caracteriza por ser un período de penitencia (…)”. Cuaresma se escribe con inicial mayúscula.
Son 45 días, entre el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Deberían ser –y así era antes– 40, pues la palabra Cuaresma deriva de quadragésimo, que es el ordinal número 40. Además, el ritual de la Cuaresma se instituyó en memoria de los cuarenta días que pasó Jesùs en el desierto, orando y rechazando las tentaciones del diablo.
También antes la observancia de los ritos de la Cuaresma era más rigurosa que hoy. En general era período de mucho rezo en los templos y en las casas, de confesión y comunión, de recogimiento espiritual y meditación, de limitaciones en las comidas y bebidas, con abstinencia de comer carne de res, por lo menos los días viernes, aunque algunos la extendían por toda la Cuaresma. Se comía pescado y, sobre todo en el llano, chigüire, deliciosa comida típica de Cuaresma y Semana Santa. Había además gente que acostumbraba vestir de morado todos esos días, y no sólo el Miércoles Santo. Algunas parejas hasta se abstenían de la relación sexual, aun dentro del matrimonio.
Estas limitaciones a menudo se extendían a toda la Semana Santa. En especial los días Jueves y Viernes Santos era frecuente que las personas se abstuviesen hasta de bañarse –decían que el que se bañara esos días se convertiría en pescado– y de realizar trabajos pesados. Por ejemplo, si alguien martlllaba se decía que cada martillazo era como golpear el cuerpo martirizado de Jesucristo.
La Cuaresma se constituye ritualmente en un período de saneamiento espiritual, de purificación de los espíritus, principalmente para expiar los pecados que se hubiesen cometido en el desenfreno del Carnaval. Era también un período de preparación espiritual para la Semana Santa.
