Definir las prioridades
A lo largo de nuestra vida política hemos tratado de que todo el mundo sepa a que atenerse con nosotros. No han sido pocas las ocasiones en que nos hemos mantenido en solitario defendiendo posiciones que nos parecían justas, nadando contra la corriente y también aprovechando la fuerza de las olas cuando nos han sido favorables. Estamos en un momento coyuntural que excluye cualquier posibilidad de esguince para esquivar responsabilidades, con todas las consecuencias que de ellas puedan derivarse.
No somos abstencionistas profesionales. Jamás hemos llamado a cruzarnos de brazos, a tirar la toalla o a sumarnos a la resignación pesimista que inunda sectores de la población que, sin ser chavista, considera torpe a la oposición e invencible al señor Chávez por el abuso de poder y de dinero mal habido. Cuando hemos llamado a ejercer el derecho a no votar como extraordinaria forma de participación, es para manifestar el rechazo popular a un sistema electoral pervertido y al régimen que lo impone, para relegitimar la voluntad de Chávez de gobernar hasta que le de la gana y, con él, al castro-comunismo que la nación rechaza. Nos hemos negado, y nos seguiremos negando, a formar parte de comparsas que a conciencia le hacen el juego a la estrategia gubernamental. Simultáneamente hemos combatido al régimen en todos los terrenos. En lo interno y en lo internacional. Sin dar ni pedir cuartel. Hemos trascendido el hecho electoral para movernos en el plano de los principios y valores que esta gente ahoga y en el de unas realidades de miseria, ineficacia y corrupción que espanta a propios y extraños. No hemos perdido el tiempo. Una y otra vez recorremos el país en lucha permanente para que este régimen dure lo menos posible.
Dejando claras esas premisas, Alianza Popular considera altamente positivo el esfuerzo hecho por importantes sectores de la oposición al apoyar la candidatura presidencial del gobernador zuliano, Manuel Rosales, quien se convierte en la primera y principal de las opciones electorales para diciembre. No tenemos reservas personales con relación a esta candidatura y su éxito sería también el de la Venezuela democrática. Sin embargo, tanto a Manuel como a los sectores que lo apoyan, los invitamos a ratificar públicamente el compromiso de no avalar el vulgar fraude que está montado exigiendo las garantías establecidas en la Constitución y en la Ley del Sufragio para que, efectivamente, el voto sirva para elegir, la voluntad popular pueda expresarse libremente y ser respetada por todos los órganos del poder público. De esta manera avanzaríamos en el camino de la unidad real, auque sea dinámica y diferenciada, como corresponde a nuestra visión plural de la lucha democrática y juntos todos podamos construir un gran frente, un bloque indestructible que detenga y derrote el avance totalitario que entre nosotros tiene el sello ideologizado del castro-comunismo.
