Del Fin de Fiesta a la Fiesta de Maisanta (3)

Ya pasó la borrachera del poder; el hombre del Por Ahora entiende que su mentira no cala en la conciencia ciudadana. Atrás muy atrás quedan sus concentraciones maratónicas y sus discursos de embelesos, sabe que pierde terreno; que ni papá Fidel se asoma a su balcón presidencial.

Pero el hombre, como quien dejó su hábito desde casi una década, trata de convertirse como Pablo en el desierto; así que cita a Ivan Meszaro, arremete contra el maldito capitalismo y todavía le queda nostalgia para hablar de cuando vendía las empanadas que hacía la abuela. El hombre en su prepotencia dice, aludiendo a un diálogo con su hijo, respecto a una joven: ¿Y esa?- el presidente- . El hijo responde: Está más dura que Chávez en Miraflores- Mayor cinismo de un hombre, pienso que en nuestra realidad no ha existido; que hasta Hanz Dieterding confiesa que el locuaz barinès es un populista de izquierda nada más.

Las últimas han sido la supuesta confrontación con Colombia y el desfalco financiero. El mandatario nacional lleva al parecer dos voladuras de puentes fronterizos con el país vecino; quiere provocar la guerra cuando no se necesita ser militar para saber que estamos perdidos. Los colombianos nos invadieron desde hace rato, por ejemplo, ya es tiempo para que en el caso del Zulia, pronto por desgracia, se deje de ser Estado de la República Bolivariana de Venezuela para convertirse en un departamento más del Palacio de Nariño. La culpa, sin lugar a dudas, es del señor presidente; quien abrió la frontera sin par a estos extranjeros, enviados por la cancillerìa colombiana en pro del objetivo de controlar cultural y anímicamente nuestra entidad regional. A ello súmesele la experiencia militar, todos estos hombres colombianos tienen preparación militar; saben lo que buscan: controlar la economía, y entraron en la esfera del poder político, económico, cultural y social del país. El resultado: un pueblo envilecido por la cultura vallenatera, sin que el alto mando militar no enjuicie a Hugo Chávez Frías por traición a la patria, y proceda a remitir a estos emigrantes en masas a su país.

Al desviar lo sustantivo del problema con Colombia, el hombre inventa la nacionalización de la banca. Todo el mundo sabe que los hermanos Fernández Barruecos son el segundo estrato de la boligurguesia; desde el poder de Miraflores se consolidó un poder económico, que ahora ante las noticias criminis el nieto de Maisanta trata de tapar, coloca al Rey del Mercal preso y vende ante la opinión pública que son unos corruptos banqueros. La generalidad de su exposición, al parecer, no puede llegar a lo grotesco infinito; por lo que no puede aducir que son los banqueros de la primera o cuarta república, amigos de los Amos del Valle o de los Doce Apóstoles. El periodismo investigativo de Patricia Poleo y Don Domingo Alberto Rangel confirma que aquellos son cofradía con Diosdado Cabello, Jesse Chacòn y el cara dura de José

Vicente Rangel. Mientras esto sucede el beato de la maldad de Russian, anda con una nueva lista de aspirantes a cargos públicos; que según él serán inhabilitados para la venidera rapiña electoral.

El pueblo venezolano espera un gran regalo del ciudadano presidente en esta navidad vía el hombre del trineo nórdico.

Que alegría colectiva sería que en vez de un cuarto regaño a Diosdado Cabello y como  olvido darle una embajada no sé dónde; el hombre de Miraflores le indicara al Contralor General de la República que ante la noticias criminis reiteradas en la que su amigo de los ojitos verdes, como el también ministro de voz quebrada, Jesse Chacòn y mismo José Vicente Rangel, no se olvide que los delitos contra el tesoro no prescriben; el trío este se le abra la respectiva averiguación administrativa de sus bienes, sin que deje de imponerse la detención preventiva. De igual modo el señor Ramírez de Pdvsa debe entrar en la lista; a todos se les pediría la renuncia a sus cargos públicos. Pero como notara el lector, estamos delirando; hay cosas que Santa Claus no le puede pedir a Dios Chávez, sino al Dios de los Cielos, que venga a la tierra de Bolívar con saeta en manos.