Opinión Nacional

Descaro político o impunidad rampante y sonante

No se a cual calificativo se debe o se tiene que apelar, pero las cosas que ocurren y la bocaza de quien nos manda nos obliga seriamente a pensar sobre el contenido de los mensajes que nos manda a cada momento, pero muy especialmente en sus peroratas diarias, ínter diarias, semanales, con o sin cadena.

Me quiero referir en esta ocasión a dos barbaridades que tiene afirmadas sin empacho alguno, no ante testigos, que sería lo de menos, pues los hay hasta mendáces y comprometidos, sino ante toda la tele-audiencia o radio-audiencia nacional, sin importarle las consecuencias legales que ellas comportan y en franco desafío a un Ministerio Público inútil y rendido a sus pies y a un Poder Judicial advenedizo y comprometido con su filosofía y agradecimiento.

El primero de esos atropellos consiste en su versión en torno a una persona quien se afirma estar vinculado a la familia presidencial, y de lo cual además, según el mismo lo reseñó, obtuvo prebendas y entregas, sean de favores o de moneda devaluada o sobrevaluada, que no viene al caso, y de lo cual se enteró por boca de terceros y sin comprobación alguna, ni dar curso a un procedimiento de averiguación e inculpación culminó, con su orden personal al Director del Cuerpo de Policía Política, de que enjaulara, sine die ( sin término definido) al citado personaje, y en efecto este otro descarado e insólito funcionario, cumplió con tan insólita orden, no solo por deber, sino por complacencia con los deseos del “Principe”.

De tal naturaleza sería el remordimiento de conciencia del último comentado ciudadano, que a los ya varios días, que pasaban obviamente del máximo permitido por la Ley, dentro de los procesos legales, resolvió preguntarle a su ejemplificante Jefe, que hacia con su pseudos pariente preso, a lo que cándida y bonachonamente le fue respondido que lo dejara suelto, previa arenga de que no lo volviera a realizar.

La segunda perversa y pervertida hazaña, fueron, para variar, sus declaraciones en torno a que si en las Fuerzas Armadas no hubiera consenso en torno a su ahora popular, indiscreto y grotesco mensaje de “Patria, socialismo o muerte” esos militantes de inmediato debían abandonar las filas de nuestras fuerzas armadas. En otras palabras una arenga al desacato, incumplimiento o burla al contenido claro y preciso de la norma constitucional, que precisamente establece y prescribe lo contrario.

Y ahora vienen mis comentarios, los de un pobre y simple ciudadano, no los de un pretendido hombre de justicia ni de derecho, pues ya hasta dudo que alguien en un país como este, y con lo que en él venga ocurriendo pueda ser tal o pretenda serlo.

Pero para el caso es lo mismo, ¿Cabe acaso en mente alguna pensar en que el señor que rige los destinos de un país, donde se dice impera la democracia y la justicia (ojo ya no hablo siquiera de Estado de Derecho) pueda disponer a su voluntad para no decir de lo otro, de la libertad o no de los súbditos y conciudadanos, como si se tratara de animales o seres inanimados?
¿Como es posible que se haga chanza y produzca hilaridad una conducta tan reñida con la Ley, como la de que el Presidente de la República porque le vino en gana o resolvió constituía falta gravísima o aún leve, disponer la cárcel de un ciudadano, y sin formula de proceso alguno dejarlo enchironado hasta que le venga en gana, y disponer luego si queda libre o no ¿
Todo esto me recuerda no el socialismo ventiunesco, ni el clásico, ni aún el comunismo mas acerbo y desconocedor de las realidades humanas, sino del villano de pueblo, jefe de hacienda, que tiene y dispone la vida de sus súbditos.

Y que no decir de los demás poderes públicos, Ministerio Público, Poder Judicial, Defensoría del Pueblo y Asamblea Nacional, que calladamente celebran las gracias y omiten pronunciamiento alguno para censurar tan solemnes como ilustres barbaridades.

Y si pretendiéramos que ello es una chanza, nunca permitida en funcionario de tal rango y entidad, ¿Qué podemos esperar en la conducta de sus inferiores en rango con tan malsanos ejemplos ¿
En torno al segundo de los disparates notorios, públicos, y sin consecuencias de especie alguna, me caben idénticos comentarios, pero con mayor indignación y repercusión debemos analizarlos
De cuando acá las Fuerzas Armadas son bastiones de un color político, de una bandera ideológica o siquiera pronunciar tan impertinente como inconsecuente lema de que o tenemos socialismo, que entonces producirá patria y vida, o mejor es morir y matar, pues el calificativo “muerte” a secas, como se lo ha señalado en los medios y comentarios internacionales equivale por igual para justificar matar y morir por una causa.

Definitivamente el país, los abusos de libertar, el mestizaje grotesco entre mayorías electorales acomodadas o acomodaticias han pervertido la mente de quien se supone debe regir nuestros destinos y como tal tiene y se conduce con cordura, con prudencia e inteligencia.

Juan Pueblo debe estar consciente y tiene que exigir no pueda continuar este estado de cosas, la burla a la ley, el desacato al ordenamiento público, los abusos de un pretendido caudillo político que no pasa de ser un “alzado o montonero” que pretende tener en sus manos el don y mando para disponer de vida y muerte en estas tierras, y hacer suyo inclusive el honor de la patria reflejado en la in conducta de sus Fuerzas Armadas y ponerlas al vil servicio de una causa política.

Señores claramente estamos pasando de una democracia a una vil tiranía y villanía. No cerremos ojos ni oídos a lo que se mira y se oye sin necesidad de prótesis ni aclaratorias.

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