Opinión Nacional

Desobediencia

Art. 350 de la Constitución: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.”

Las dos Dagas Mortales de la semana pasada, la marcha al balcón del pueblo y el paro nacional, barrieron con lo que quedaba de respetabilidad e ilusión de popularidad del gobierno. Manifestaciones civiles y pacíficas, ambas fueron precedidas por semanas de chantaje, amedrentamiento y amenazas de violencia por parte del gobierno, así como por frenéticos intentos de dar vida a manifestaciones de “defensa de la revolución”. Todo falló. Creyendo que el pueblo compraría otra vez su discurso incendiario, chávez apostó todo a los insultos, uniformes y amenazas, y perdió. Por su parte, el alcalde Freddy Bernal también tuvo actuación destacada en el descalabro, al organizar y dirigir personalmente las fuerzas de choque de los talibanes del gobierno, intentando amedrentar a la oposición y mandar un mensaje de que la calle es de Chávez. Lejos de eso, el mensaje que captó el mundo fue que la amenaza, la irracionalidad y la violencia son de Chávez, y que el país es de la oposición. Y, el mensaje que captó el soberano es que Chávez perdió la chaveta, viviendo en un mundo delirante de palabras, armas y revoluciones, cuando aquí lo que necesitamos es trabajo, seguridad y honestidad.

A una semana de estos acontecimientos, tenemos un país en transformación acelerada donde cambiaron las reglas de juego y adquieren relevancia especial actores hasta ahora desconocidos o grises, mientras que otros, previamente medulares, dejan de tener importancia en las acciones y decisiones que han de moldear el futuro. Pedro Carmona Estanga, con su hablar pausado, claro e inteligente, encarna una voz de la razón que magnifica, por contrapuesta, la irracionalidad de Chávez y lo deja desnudo, noqueado técnicamente y sin posibilidad de defensa. Con la aparición de esta voz nueva, cristalina, y su contagio a otros actores, surgió la liebre inesperada, la del mensaje ayer imposible pero que hoy es clamor, y que dice que los individuos que conforman los poderes públicos no solamente deben dialogar, sino que deben rectificar. Planteamiento cuya proposición fundamental no es, entonces, que Chávez acusó un golpe fuerte que lo obliga a ofrecerle diálogo a la oposición, aunque sea de mentira, sino que chávez ya no importa, y que los hombres y mujeres de la revolución tendrán que asumir la responsabilidad que les dio la nación y ejercer sus funciones con criterio, independencia y honestidad. ‘Tienen que sacudirse, levantar su independencia, reivindicarse ante la sociedad’, les dijo Carmona.

La rectificación

Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, diputados de la Asamblea Nacional y miembros de la Fuerza Armada Nacional son los primeros objetivos de esta ofensiva, demoledora porque toca la fibra de los verdaderos humanistas, aquellos que no se montaron en el gobierno para robar sino para transformar el país, que difieren del estilo e intención de Chávez y que ven en la oposición no a un enemigo sino a gente con quien es necesario discutir y planificar el país. Algunos de estos actores, avergonzados por la galopante corrupción y por el papel servil que Chávez les ha puesto a jugar en su opereta, se alegran con las perspectivas de dialogar, de razonar y de decidir por su propio criterio lo que es mejor para la nación y lo que debe o no debe permitirse. La nueva voz de la razón ha llamado a la responsabilidad y al diálogo, y ha encontrado eco en las profundidades del alma de la revolución, así como en el resto de la sociedad.

En el Tribunal ya se observan las primeras muestras de independencia, mientras en la Asamblea se posicionan las fuerzas racionales para igualmente enfrentar al Ejecutivo y controlarlo en el futuro. Mientras tanto, en la Fuerza Armada se preparan para retomar la protección de la soberanía de la nación, sabiendo que este gobierno está entregando el occidente del país a la guerrilla colombiana y armas a la guerrilla urbana caraqueña a la que tanta atención ponen bernal y los asesores cubanos. Así, en nuestras instituciones hombres y mujeres del mañana quieren parar la locura, la corrupción y la estupidez, y devolverles la majestad perdida.

Obstáculos

Pero, la rectificación tiene obstáculos. Tras su primera reunión el viernes pasado con la Asamblea Nacional para analizar la Ley de Tierras, Carmona Estanga asomó el culipandeo oficialista y mostró su propia decisión de desobedecer, cuando dijo que ahí habían hablado de todo menos de la Ley de Tierras: “Se habló de política agropecuaria, de la defensa del gobierno, de la defensa de los campesinos”. Firme, dijo que “nosotros lo que planteamos fue primero que toda la Ley de Tierras está viciada de inconstitucionalidad y hemos dejado presentado a esta mesa, como premisa de cualquier conversación, que esta ley es nula de toda nulidad por haberse incumplido todos los procedimientos establecidos en la Ley Habilitante, por no haberse cumplido con la consulta y participación ciudadana, y por haberse invadido temas que son de la reserva legal al haber incursionado en un tema fundamental indelegable por parte de la Asamblea Nacional, como es la limitación de derechos constitucionales en materia de propiedad”.

Así se abren los fuegos de un proceso donde cada individuo deberá decidir si rectifica o perece, y aprenderá muy pronto que no hay otra. Para rectificar, deberá pasar a su vez por la desobediencia al Ejecutivo, como única vía para volver a la democracia. Para nosotros, fuera del gobierno, el camino pasa igualmente por esa Desobediencia, la cual ya avalamos respecto a las nuevas leyes y que ampliaremos a nuevos ámbitos de ser necesario.

Talibanes y parteros

Talibanes como bernal y fauna como Willian Lara y josé vicente rangel tratarán de limitar y aprovecharse de este nuevo diálogo nacional, pero quedarán fuera del futuro. Defienden y defenderán a Chávez a capa y espada porque sus negocios particulares o su locura ideológica así lo aconsejan. Sin embargo, cuando el régimen llegue al llegadero y se desplome, a algunos los veremos lamentando la irracionalidad del presidente y explicándonos lo mucho que ellos hacían para tratar de contener la demencia que todo lo impregnó en los últimos años, mientras que otros coquetearán con la idea de inmolarse en un enfrentamiento armado fratricida que vislumbran épica. Luis Miquilena, por su parte, ya se mueve, reagrupando a sus fuerzas y posicionando a sus alfiles para el salto de talanquera que su fino olfato político le dice que es inminente. Prohombre de la Quinta República, probablemente será el partero de la sexta.

Pero, lo importante es que Chávez ya no es futuro –ni siquiera es presente- y que quienes sí han de forjar nuestro destino público ya despegaron. Mientras tanto, este régimen quema sus últimos cartuchos y roba sus últimas gallinas, bajo la mirada despreciativa del pueblo traicionado y la incrédula carcajada del mundo civilizado. Por eso, las palabras de Pedro Carmona llamando a la rectificación son doblemente válidas para nosotros, los que estamos fuera de este gobierno, pues todos tenemos nuestro grado de responsabilidad, por acción u omisión, en el surgimiento de las condiciones que llevaron al pueblo a buscar en Chávez las soluciones a su miseria. Así como somos responsables de todo lo que vendrá de aquí en adelante. No podemos pretender salir de un mesías para delegar en otro el arreglarlo todo, pues ésos fueron los polvos que trajeron estos lodos. Solo ejerciendo nuestro músculo y cerebro individuales y sociales podremos influir en el destino de nuestra nación, y no lamentarnos mañana.

En la mira

OJOS QUE VEN: El lunes, a las 9:00 pm por RCTV, conversaremos en nuestro programa OJOS QUE VEN con el brujo de la política, Miguel Bello, acerca de la situación del país y su futuro. Por sus agudos análisis políticos y certeras predicciones, la conversación con Miguel promete ser candanga. Se repetirá el martes, a la una de la tarde, no dejes de verlo.

ADVERTENCIA DE LA IGLESIA CUBANA: En uno de los documentos más importantes de la historia de la Iglesia iberoamericana contemporánea, elaborado por el cubano obispo auxiliar de Miami, Monseñor Agustín Román, se ofrece un mea culpa sombrío: «Lamentablemente, ha sido de nuestra sufrida Cuba de donde han emanado muchos de los males que aquejan a los países de América. De allí ha salido el odio que ha motivado muchas de las batallas fratricidas que han ensangrentado a otros pueblos latinoamericanos. De allí han salido la subversión y el terrorismo, así como las armas que han sido instrumentos de muerte desde el Río Bravo hasta la Patagonia». Para el prelado cubano, no se puede culpar por ello al pueblo cubano, porque éste «ha sido la víctima primera de los hombres sin Dios que han promovido la violencia y el terror». Y, como estos hombres sin fe «no han querido hasta ahora reconocer el mal que han hecho», él se vio en la necesidad de pedir «perdón a todas las familias del hemisferio que han sido laceradas por la violencia marxista salida de Cuba». Con palabras de advertencia que cobran especial actualidad ante la rearticulación de las izquierdas que se viene produciendo en el continente con epicentro en La Habana, el Obispo concluyó: «La libertad de Cuba debiera ser de interés no solamente de los cubanos, sino de todos los demás también, ya que la experiencia nos está demostrando que mientras las doctrinas del terror estén vivas en Cuba, no habrá paz en América».

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