Día de la Tierra para la Reflexión
El pasado sábado 22 de abril celebramos a nivel Mundial
el Día de la Tierra. Esta fecha es un día festivo
celebrado en muchos países. Su promotor, el senador
estadounidense Gaylord Nelson, que a su vez contó con el
empuje de ambientalistas de su país como Denis Hayes,
instauró este día para crear un conciencia común a los
problemas de la contaminación, la conservación de la
biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para
proteger la Tierra. La primera celebración tuvo lugar el
22 de abril de 1970. Fue iniciada por el senador Nelson,
activista ambiental en el senado de Estados Unidos,
promoviendo una manifestación popular para la creación de
una agenda ambiental. Para esta convocatoria participaron
universidades, escuelas primarias y secundarias y
centenares de comunidades.
La presión social tuvo sus logros y el gobierno de los
Estados Unidos creó la Environmental Protection Agency
(Agencia de Protección Ambiental) y una serie de leyes
destinada a la protección del medio ambiente. Otra
consecuencia importante de estas manifestaciones y de la
angustia creada por la degradación ambiental, llevó que en
1972 se celebrara la primera conferencia internacional
sobre el medio ambiente, la Conferencia de Estocolmo,
cuyo objetivo fue sensibilizar a los lideres mundiales
sobre la magnitud de los problemas ambientales y que se
instituyeran las políticas necesarias para erradicarlos.
En Venezuela incluso, se dicta la primera Ley Orgánica del
Ambiente y se crea el Ministerio del ambiente entre 1976 y
1977.
Lo cierto del caso es que hasta los 1970, el problema
ambiental no era motivo para que los estados se ocuparan
de políticas públicas ambientales y de no ser por estas
primeras manifestaciones, para esa época no hubiera tenido
nacimiento un movimiento mundial orientado a la
utilización racional de los recursos de la naturaleza y a
impedir la contaminación del medio ambiente. Problemas
como la contaminación del aire o la polución,
los derrames de petróleo, la caza indiscriminada de
ballenas y otras especies de la diversidad marina, las
descargas aguas negras no tratadas, los desechos tóxicos
sin una adecuada disposición, la utilización de sustancias
tóxicas como los pesticidas, contra los cuales se venía
alertando, se volvieron problemas comunes para la
humanidad y evidencian la necesidad de aunar esfuerzos
para luchar contra ellos.
Hoy nos agobian problemas más gruesos como el
calentamiento global o la pérdida recurrente de especies
de diversidad, sin que podamos afirmar que los otros
problemas hayan sido resueltos, de lo cual tampoco escapa
nuestro país, aunque el Ministerio del Ambiente prefirió
celebrar el día de la tierra ocupado en su programa de
recolección semillas.
El Día de la Tierra es una fiesta que pertenece a la gente
y apunta a la toma de conciencia de los recursos naturales
y su manejo, a la educación ambiental, así como la
participación como ciudadanos ambientalmente concientes y
responsables. De ello es de lo que debiéramos preocuparnos
y sobre ello debe ser nuestra reflexión.
