Opinión Nacional

Dia Internacional de la Mujer

Si la historia de la humanidad hubiese sido escrita por lo dictámenes de la  moral, la razón, la ética, sería en gran parte la historia del sufrimiento de la mujer, pero sería más la historia mucho mas, la historia  de la virtud por alcanzar la paz allí donde hubo guerras, el amor allí donde hubo odios, la dignidad allí don impera el oprobio, la prudencia allí donde impera el desorden, el equilibrio donde gobierna el caos. Pero si además se hubiese escrito la historia siguiendo, al menos con respetabilidad, lo que la ciencia sabe, se reconocería a la mujer, no el cincuenta  por ciento de la a carga genética, sino mas y mucho mas, casi todo el amor, la ternura, la preservación, que el hijo requiere desde el útero hasta más allá, incluso, mas lejos  de la muerte.

                Pero no, la historia de la humanidad tal como ha sido escrita es la historia  del poder y allí donde vive la violencia, la mujer tiene poco espacio por su sublime condición de ser madre, por la superior condición de ser el núcleo de la puerta hacia adentro, la bendición de la puerta hacia afuera,  por ser el calor el candor y el color del nicho.  Pero   como también en el hogar existen relaciones de poder, tampoco allí tuvo la mujer la libertad que su trabajo, su abnegación, su bondad, reclama, tal vez más bien, fue subordinada, tantas veces esclava. De día de noche en el jardín y tantas veces en la cama.  Y vio la mujer que eso no era bueno y entonces, empezó a buscar y a conquistar su libertad. Y en eso anduvo y en eso anda incansable todavía. Pero en esa lucha la mujer supo siempre que no se trata de subordinar al hombre, más bien de liberarlo y con él conquistar la libertad juntos, la libertad de crecer, de superar las adversidad y juntos, juntos alcanzar el goce en el equilibrio, la tolerancia, la paz y en la belleza  del amor que brota de la razón y de los sueños.

                Dura lucha, desigual, la razón de la paz contra la fealdad de la violencia, la suavidad contra   la fuerza. Fue así entonces como en Grecia Lisistrata se alzó en razón y dirigió a cientos de mujeres  para evitar relaciones sexuales con sus hombres, que habían hecho de la guerra su destino, para con  su amor, frenar la guerra. Y a partir de esa fecha que es un hito, un símbolo, la vida de la mujer es casi la vida del sufrimiento, y sin aspavientos pero sin descanso fue dando los pasos de mininos a gigantes en su lucha por la libertad, la justicia, la paz, el amor, la belleza. Y en ese  empeño,  Klara Zetkin, del partido comunitas alemán, muy cera de esta era, hace ya casi cien años, en Copenhague, propuso ante la reunión de más de cien mujeres socialistas  de diecisiete países, aprobar y  crear el día de la mujer,  a fin de conmemorar sus grandes luchas por  la paz, la libertad, la justicia, y los derechos sustantivos que hicieran iguales en la política, en la vida civil, ante el Estado a las mujeres y a los varones hombres. Los  hombres buenos del mundo entero celebraron con ellas.

                Grandes conquistas  desde esa bella fecha en Dinamarca, 08 de marzo de 1911, hasta llegar a hoy, donde aun la mujer ha de luchar por los derechos esenciales a la especie  humana, a plenitud. Y esa plenitud es la libertad sin fronteras, guiada por la razón, la moral y la ética, de la cual no solo formen parte como todos, sino que sean actores iguales y creadoras de ellas. Todavía visten burkas  parte fundamental de mujeres árabes  musulmanas, degradas a esclavas;  todavía contra ellas sin recato se lanza la primera y muchas más piedras, todavía se las discrimina en los trabajos, todavía es vergüenza para la humanidad el cómo viven las mujeres en el África Negra y el plano secundario en países asiáticos. Todavía  vive en las mujeres la tristeza, su tristura,  cuando bajan del cerro luchando por la vida del hijo, por el agua, el almuerzo  Todavía son las que claman por justicia  frente a las cárceles para dar el amor a quienes dentro esperan. Y muchos todavía son la historia de tantos sufrimientos de tantas injusticias, discriminaciones, abusos… Todavía las cristiano católicas no podemos ser sacerdotes, ni obispos, ni papas.  Y en las tradiciones y religión   judía ninguna podría ser rabina, y en el Islam, Oh Dios! Todo eso es aun cierto para vergüenza de la humanidad. Pero todavía y así será hasta el fin de los tiempos, la mujer dará sus sonidos, los palpitares de su mundo marcarán los oídos y el corazón del hijo que en su vientre canta, vivirá de su leche, la bendición de la ternura de los cielos que en la mujer renace sin cesar y sin cesar crece. Todavía será la que cante la canción de arrullo para que el niño sueñe. La poesía es mujer, la mujer es música, la ciencia femenina. La Paz es femenina. Por la justicia celebremos y juntos hombre  mujer obligados estamos a lograr la libertad, el lugar único donde todos vivamos en el pleno ejercicio de lo que somos, lo que hemos de ser y de cuanto nos necesitamos para vivir y para hacer la vida. Celebremos. Y  sea un sueño de mujer que cuando sea libre el Hombre, la humildad sea libre, el día del Hombre,  el 1 de mayo,  reinventemos el tiempo y sea un solo día con  el 08 de marzo

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