Opinión Nacional

Diálogo

Lo ocurrido el 10 de abril de este año en el encuentro entre Maduro y sus cómplices, y los personeros de la MUD algunos lo han llamado diálogo y otros lo hemos denominado debate. La diferencia, además de semántica, no es sino anecdótica. No fue un diálogo y más bien lo podemos de calificar de debate, como aquel que escenificaron Caldera y Lusinchi, en el cual triunfó el que no fue aplastado por el más dotado: Ganó Lusinchi porque no lo derrotó ese maestro de la retórica y la teoría que se quedó en la queja de exigir que le contestaran una carta sin interés para el otro. Lusinchi logró el empate y ganó.

En este debate del 2014 se distinguieron los de la MUD pero nosotros no ganamos nada. Veamos.

Entre los secuaces de Maduro y los partidarios de la MUD se escenificó un debate donde todos dijeron lo que ya habían dicho antes pero nunca en cadena, y eso fue para los de la MUD lo importante:lograron encadenar a la población, a la usanza chavista, para que les oyeran sus ya gastados argumentos de opositores pero sin que dijeran nada nuevo. Organizaron bien sus oradores por temas, cuidándose de no tocar los importantes: hablaron de economía y constitución, de mercado e inseguridad, temas todos llamativos en las encuestas, pero ninguno habló de lo útil y necesario; no hablaron ni exigieron hablar de la nacionalidad de Maduro, su condición constitucional y legal, en fin, de su legitimidad; ninguno se preguntó, ni preguntó por nosotros, «por qué Maduro está sentado en la silla presidencial de Miraflores», solamente lo aceptaron y ya. Ninguno mencionó nuestra falta de soberanía por la ocupación de nuestros espacios públicos por los cubanos de Fidel o los territoriales por los agentes de las FARC y el narcotráfico. Ninguno mencionó las reiteradas violaciones a nuestra constitución, inventariadas por Asdrubal Aguiar en más de 180, y llamaron a Maduro «presidente» aunque algunos, confianzudos por encuentros anteriores, solamente Nicolás.

Desde la MUD no surgió ninguna queja por la violación a la ley y a la constitución en la destitución arbitraria, por organismo impropio, el TSJ, y en ejemplar caso de desviación de poder, de dos alcaldes electos según sanción del poder electoral. Ni de la muy oportuna, para Maduro y la MUD, convocatoria a elecciones municipales en mayo para cohonestar tal barbaridad legal y constitucional.

Todo parece indicar que el famoso «Diálogo» iniciado ese 10 de abril tiene un sentido y propósito distinto al supuesto por el común de las personas que sufren la política en el país.

¿Qué buscaron entonces Maduro y la MUD con ese show,forzado en cadena, que escenificaron? Porque, repetimos, todos sabíamos las ideas de Ramos Allup sobre los abusos del gobierno y las FAN; también sabíamos los temas, importantes pero no útiles, que despepitó Aveledo en su modesta y discreta intervención; la inutilidad de una amnistía propuesta sin justicia para presos políticos sin causa; los temas grises expuestos, con fastidio, por Borges; o las vencidas advertencias de un Capriles correlón y sin ganas de pelear de verdad.

¿Para qué entonces ese show de seis o más horas, que dejaron a muchos menos atentos que en un Miss Venezuela? Tiene que haber una explicación, y la hay, veamos.

La primera,es que desde días atrás vivimos, gracias a los estudiantes,una rebelión nacional, una insurrección general, contra Maduro y sus cómplices, que se está generando espontáneamente en todas las ciudades importantes del país por dos cosas: La ocupación cubana de nuestras FAN, policías, comercio, áreas de gobierno estratégicas, y, la certeza de que vamos a perder el derecho a vivir como hombres y mujeres libres;la pérdida de la libertad que se siente cuando se ha vivido libre, y nosotros vivimos en libertad, conquistada por esfuerzo popular, durante 40 años, y no se nos olvida; y, lo que es más importante, nuestros estudiantes han oído de ella y quieren vivir con esa misma e imperfecta libertad.

La segunda, es el temor de la MUD a una salida no dirigida por ella. En efecto, la MUD se creó para organizar a los opositores en las falsas competencias electorales que convocara el chavismo para legitimarse; no para cuestionar el chavismo ni pelear contrala Tiranía. En ese sentido lo ha hecho de acuerdo a su naturaleza, su libreto. Para eso nació y lo ha hecho más o menos bien; ha organizado primarias, no para enfrentar una Tiranía sino para concursar con ella. Ha sido una herramienta de cohabitación pero no de liberación. Ese fue el papel que escogió desde su inicio y no se le puede pedir más; pero tampoco aceptar que intente descalificar a los estudiantes que luchan con coraje y mucha dignidad por nuestra libertad.

Asentado lo anterior, podemos comprender lo incompresible: Que la MUD está dejando de lado, hasta traicionando, la gesta que encabezan los jóvenes para sumirse en un contubernio, que llaman «diálogo», oculto, secreto, desde donde nos envían sus «resultados», sus acuerdos filtrados, con Maduro y que nos dicen cosas como que «no habrá amnistía pero se revisará caso por caso», como si la justicia fuera un cuenta gotas en manos de jueces tarifados y corruptos. Donde se preparan arreglos de posiciones en instituciones en las que no creemos, para beneficio de unos pocos miembros de esos partidos y que no nos dicen nada.

Lo más grave e inmediato de este proceso es el apaciguamiento que intentan Maduro y la MUD con las elecciones en San Cristóbal, Táchira, y San Diego, Carabobo, para elegir los sustitutos de los alcaldes recién destituidosy presos. No habían lavado el hacha que descabezó a Ceballos y Scarano, cuando ya la MUD había, o bien convocado su verbena electoral de primarias en San Cristóbal, o bien forzado las postulaciones de las esposas de los perseguidos y arrestados injustamente; hasta parecieron contentos con la idea de elecciones como sea y donde sea porque la idea es seguir con el juego de una normalidad electoral que es imposible de admitir, ni por dignidad ni por conveniencia política. Esto de utilizar a las mujeres de los encauzados injustamente para «normalizar» el atropello con la idea de no «perder espacios» es criminal, criminal con los detenidos, criminal con sus esposas y criminal contra el pueblo votante que ve atropellada su decisión anterior por una condena siniestra y sumaria contra su alcalde ¿Es que el nuevo alcalde, electo ahora, será más alcalde y más estable que el preso ilegal e inconstitucionalmente? ¿Por qué se manipula a sus esposas para mantener una normalidad electoral que no existe? Ya hay declaraciones de «técnicos» de la oposición en el sentido de que el REP en esos Municipios está «correcto» ¡Alcahuetes es lo que son!

Lo que ha debido hacer la MUD no es postular a las esposas de los sacrificados, cuales señuelos para votantes frustrados, sino rechazar esas votaciones por ilegítimas y tramposas, como todas las que diseña el CNE. Llamar a una rebelión local, guarimbera o no, que no permita las votaciones, centro por centro. En fin, un mandar al zipote al CNE de una vez por todas.

Lo que debería pensarse en los predios de la oposición, con MUD o sin ella, es una convocatoria el día de esas votaciones para que concurran los votantes a los centros electorales peroa pedirles a los oficiales y soldados de ese «Plan República» que recojan el material electoral espurio, que cierren esos centros de trampas e ignominia, y que atiendan el llamado de la patria que busca desesperada la reconquista de su libertad y soberanía ¡Ya basta!

 

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