Opinión Nacional

División en AD… ¡aquí vamos otra vez!

División en AD… ¡aquí vamos otra vez!

(%=Image(9030835,»L»)%) Cuando parecía que los adecos se preparaban a la sana reconstrucción de un partido que ni siquiera la grave pérdida de prestigio y los feroces ataques de Chávez han podido destruir –como sí pudieron hacerlo con Copei-, ahora amanecemos con la noticia de que, en vez del trabajo duro, estratégico y fundamental hacia el renacimiento, los adecos están tirándose de las greñas.

Que por encima de las graves equivocaciones del partido en 1998 y del abrumador y consolidado huracán chavista, AD haya logrado cuatro gobernaciones, numerosas alcaldías y una importante (aunque no sea mayoritaria, hay que tomarla en cuenta) representación en la Asamblea Nacional, significa que ese partido sigue teniendo firmes raices en la población electoral venezolana, con una gran oportunidad de recuperarse y escalar posiciones que lo acerquen en un tiempo prudencial (a lo largo de los seis años de gobierno de Hugo Chávez, lapso mínimo) a las posiciones de liderazgo popular que siempre mantuvo.

Recuperación posible, sin embargo, siempre y cuando las dirigencias nacional y regional hagan lo que tienen que hacer: renovar al partido adaptándolo a la nueva realidad política, social, cultural y económica, dar paso y apoyo a nuevas generaciones de relevo –tanto en Caracas como especialmente en el interior- en su conducción y rediseñar un mensaje ideológico claro, moderno, creíble y con visión de presente y de futuro al país.

A nosotros, y a la gran mayoría de la población, nos importa un pepino quién es el dueño legal del partido y sus símbolos, porque ese dueño –uno o un grupito- en realidad no existe. El verdadero dueño de AD es la masa de adecos que todavía permanecen fieles a la tradición, y los miles que se desplazaron hacia votaciones chavistas ante la falta de propuestas coherentes y de mensajes lógicos por parte de una dirigencia que hace ya demasiado tiempo que perdió el rumbo.

La pelea interna actual de AD parece centrarse entre legalidad y legitimidad. Pero en realidad es entre un pasado que ya dejó de tener sentido, y un futuro lleno de posibilidades. Todo parece indicar que esto lo han entendido Timoteo Zambrano y los dirigentes regionales, pero no Rafael Marín, Lewis Pérez y Henry Ramos Allup.

El enfrentamiento actual tal vez termine por definir cuál será el verdadero nuevo camino para Acción Democrática, hacia la recuperación o hacia la desaparición; pero entretanto, los acontecimientos y públicas peleas deben tener muy contentos al Presidente Chávez, a Luis Miquilena y a José Vicente Rangel.

Las dos caras no tan contradictorias del Presidente Hugo Chávez

El mismo locuaz y entusiasta dirigente que dedica horas interminables de televisión para anunciar chorros de dinero para programas sociales que disgustan a los economistas del IESA y a la directiva de Fedecámaras, toma medidas y manifiesta entusiasmo por iniciativas perfectamente enmarcadas en la más pura doctrina occidental, como todo lo referente a las telecomunicaciones y la apertura de la comercialización del gas a la empresa privada, entre otras iniciativas auspiciadas por el actual gobierno.

Chávez anuncia el gasto de miles de millones de bolívares en programas de ayuda y promoción social que muchos critican, califican de derroche, de inversión no reproductiva, etc., incluyendo las inevitables tentaciones de corrupción.

Pero, en sana conciencia, ¿es criticable invertir en desayunos y almuerzos para cientos de miles de niños desnutridos y pobres de solemnidad? ¿Es criticable mejorar escuelas, hospitales, etc., en un país con niveles aplastantes de pobreza y en una feroz recesión económica que dura ya demasiados años para cualquier nación?

(%=Image(2017026,»R»)%) En un país multimillonario y derrochador, tal tipo de gastos no puede ser criticado, haya o no recesión, y esto no significa que estemos de acuerdo con la mencionada ruta hacia el patético mar cubano de la felicidad. Esos gastos, además, generarán movimientos económicos que se traducirán en aumentos de oportunidades de empleos y en movimiento de dinero –salarios, compras de insumos- y en algo contribuirán a mejorar la situación económica del país.

Bien es cierto que los gastos sociales no necesariamente son reproductivos en el sentido tradicional económico, pero también es cierto que son responsabilidad de cualquier gobierno sobretodo si ese gobierno tiene los recursos. Tanto o más, cuantitativa y proporcionalmente, gastan en necesiades sociales gobiernos tan liberales como los de Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea.

Por el otro lado, Chávez –igual que esos gobiernos- firma acuerdos con Microsoft para modernizar la administración pública, apoya y ve con muy buenos ojos el contrato entre la multinacional francesa del aluminio, Pechiney, y la deteriorada Bauxilum, y existe la certeza de que en el vasto mundo del aluminio venezolano habrá otras oportunidades para la inglesa Billington y otras multinacionales y locales; Chávez impulsa abiertamente la apertura en el modernísimo y riquísimo mundo de las telecomunicaciones que traerá fuertes inversiones y servirán de motor para el desarrollo de toda la nación y abre vias de contacto con el monstruo brasileño.

El mismo gobierno que sigue atragantado con la cuestión fondos de pensiones, mostrando el mismo resquemor frente a la administración privada que mostraron adecos y copeyanos al punto de que Venezuela está atrasada en años en ese importantísimo aspecto, se niega a caer en la trampa estatista de reflotar Avensa a sus expensas.

Lo que va a terminar pasando en Venezuela es que se adueñarán de la gran economía privada los inversionistas extranjeros de altísimo nivel de fuerza y el pequeño y mediano empresariado, igual que sucedió a lo largo de la España europeizadora de Adolfo Suárez y Felipe González, y está confirmando la de Aznar.

(%=Image(3922193,»L»)%) Porque al final, política y socialmente hablando, lo que importa no es si la fábrica de aceite de oliva es tradicionalmente española o la de café venezolana, o si es norteamericana o francesa, sino su capacidad para generar y mantener empleos, impuestos y desarrollo.

Eso es lo que cuenta, y cuenta aún más tener una población sana, con un sólido respaldo social, con vivienda, educación, deporte, salud y seguridad, una población que trabaje en las empresas privadas con salarios justos y sea, al mismo tiempo, un mercado positivo para todo ese empresariado nacional e internacional.

Lejos de nosotros ser chavistas, pero la verdad es que Chávez, por encima de sus afectos castristas, pareciera estar rompiendo la dura burbuja de recesión económica y creciente deterioro social bajo la cual nos habían puesto sucesivos gobiernos anteriores cuyos dirigentes, no habiendo hecho nada, nada pueden reclamar ni criticar.

Los partidos, la oposición y Hugo Chávez

Mientras AD, torpemente, juega a la división; mientras Copei sigue desaparecido; mientras lo que queda del Proyecto Venezuela pacta con el MVR para conseguir un puestico en la Asamblea Nacional y tratar de mantener tranquilo el dominio carabobeño; mientras PPT fluctúa entre ser un pequeño partido con un Pablo Medina silenciado o un pequeño partido con un Pablo Medina peleón; mientras nadie sabe qué es de la vida de Arias Cárdenas y de Claudio Fermín; mientras la alta empresa habla y habla y critica y critica y se queja y se queja…

…Chávez sigue ahí, al frente del gobierno, viajando por el mundo entero para darse el lujo de ser recibido por las cabezas gobernantes de los miembros de la OPEP y de paso mantenerse en las noticias internacionales un día si y otro también, con la satisfacción de haber hecho realidad la Cumbre de Jefes de Estado de la Opep que ni Pérez ni Caldera lograron, pidiendo una Ley Habilitante más por llenar las formas y hacer creer que la Asamblea Nacional es capaz de discutirle alguna decisión que por que en realidad la necesite, gobernando con su peculiar estilo.

No es posible creer que esta Acción Democrática sumida en contradicciones y politiquerías pueda hacer una oposición más allá de gritar un poco. Mucho menos es posible creer en otras oposiciones. Quien debería encabezar, encausar, dirigir la oposición, anda por ahí escondido y haciendo pequeños alardes de que no se someterá a nadie.

(%=Image(6617375,»L»)%) Es posible que surja alguna esporádica oposición de representantes legislativos del chavismo con afanes de lucimiento, pero más nada en el presente ni en el futuro ahora previsible.

Tampoco debe verse el MVR como un “partido de gobierno”. Para empezar, el MVR sigue siendo una entelequia variopinta y disgregada que Miquilena trata de convertir hoy en lo que fue aquella Acción Democrática de Rómulo Betancourt, de Raúl Leoni, de Luis Beltrán Prieto Figueroa, de Ramos Jiménez, de Sáez Mérida, de Gonzalo Barrios, para sólo mencionar unos pocos de los grandes dirigentes que hicieron posible a ese gran partido que todavía boquea.

El problema está en que esa Acción Democrática tuvo una dirigencia espectacular de la cual carece el MVR; y esa dirigencia trabajó años, entre reuniones y cárceles para consolidar ese gran partido, mientras que la mediocre dirigencia emeverrista todavía no sabe siquiera cómo agruparse; y esos líderes captaron masas a base de ideología política y un sueño de gobierno, mientras los dirigentes emeverristas sólo puede hablar de Chávez y sus posibilidades.

Acción Democrática sobrevivió a Rómulo Betancourt, de hecho superó al menos tres grandes divisiones ideológicas y políticas; mientras que, tal como están las cosas ahora, el MVR no está en capacidad de sobrevivir a Hugo Chávez.

En la Venezuela que concluye el siglo XX y comienza el XXI, no hay partidos, no hay oposición, sólo hay Hugo Chávez, para bien o para mal. Al menos por ahora.

Frontera 2000: Chávez pone a pensar y a actuar estratégicamente a la Cancillería

Si ha habido un organismo estatal poco estratégico, desordenado e incompetente, ha sido la Cancillería venezolana, habitualmente una ingenua y poco capacitada paloma en medio de dos cancillerías tan eficientes como las de Bogotá y Brasilia.

Hugo Chávez ha logrado que los Ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores actúen coordinadamente en un proyecto de notable importancia estratégica.

Este proyecto se llama “Eje Geopolítico Frontera 2000 Integración – Soberanía y Territorio” y se desarrolla en base a responsabilidades específicas de cada uno de los cuatro componentes de la Fuerza Armada nacional, bajo la coordinación de la Cancillería.

A la Fuerza Armada Nacional le corresponde diseñar concepciones estratégicas de cómo actuar a la hora de un conflicto en las zonas fronterizas, tomando como base el alto grado de conflictividad que existe actualmente por la cuestión esequiba, y por la penetración guerrillera por las áreas de Zulia y Apure.

Tales concepciones estratégicas están divididas en dos áreas especiales: Area de Defensa, que comprende lo referido a soberanía, delimitación de zonas fronterizas, y equipos y armamento necesarios; y Area de Salvaguarda, referida a los hechos ilícitos.

Hasta fines de agosto (esto podría haber cambiado a esta avanzada fecha de septiembre) sólo la Armada había presentado a la Cancillería su plan estratégico, el cual divide al país en 3 zonas:

1. Atlántica, la cual comprende Delta Amacuro, Golfo de Paria y costas hasta la Zona en Reclamación, abarcando 3.540 horas de navegación con participación de fragatas y guardacostas
2. Oriental, la cual comprende toda el área insular y que abarca todo el mar territorial al cual el gobierno de Chávez le está dando su verdadera importancia estratégica y económica
3. Fluvial, área que incluye ríos y caños en todas las áreas fronterizas del país

(%=Image(2016889,»R»)%) Este proyecto Geo Político tiene como uno de sus principales objetivos la ocupación de todos los puestos fronterizos y de algunos poblados más importantes en esas fronteras (especialmente en la frontera con la Zona en Reclamación, como Guasima), para dejar claramente establecido que Venezuela es una nación con una política clara y firme de ocupación, mantenimiento y resguardo de sus fronteras y su soberanía, un país que protege a su población y garantiza seguridad en cada centímetro del territorio nacional hasta el límite mismo de sus fronteras.

Este programa estratégico geopolítico, además, servirá por una parte como base de una política clara y bien definida, y por la otra como muestra a los inversionistas nacionales y extranjeros de que existe un programa geopolítico concreto, bien fundamentado y operativamente organizado que resguarda la soberanía y el imperio de las leyes nacionales en todo el territorio y ante cualquier eventual conflicto bélicodiplomático con los vecinos.

La cadena de mando ha estado fluyendo eficientemente y de forma claramente coordinada entre ambos ministerios.

¿Hasta cuándo los ecologistas?

Nadie puede negar la importancia de la ecología, del conservacionismo y toda la temática de mantener el habitat humano. Pero una cosa es defender el medio ambiente y otra frenar el progreso del país.

Es ridículo pensar que todo el enorme territorio guayanés y amazónico deba ser mantenido tal como siempre ha estado supuestamente –es decir, como una especie de vergel impoluto- disponible sólo para visitas turísticas y para ser habitado, prácticamente en propiedad, por unos escasos miles de indígenas.

Sabotear la construcción del tendido eléctrico a través de Guayana hasta Brasil tiene un sospechosísimo sabor politiquero y de intereses creados no necesariamente de conveniencia ni origen nacionales. El suministro eléctrico es vital no sólo para que la república haga un buen negocio con el norte de Brasil, negocio que beneficia a los veinticuatro millones de venezolanos, sino para el desarrollo del área alrededor de Santa Elena de Uairén, extremo venezolano en la frontera sur y otras zonas; conservar no tiene por qué significar que todo permanezca tal como está por los siglos de los siglos. Justamente la doctrina más moderna incluye la conservación del ambiente natural, y el desarrollo económico eficientemente respetuoso de ese ambiente.

Para algunos ecologistas venezolanos el mundo ideal pareciera ser el de la edad de piedra, el de la supervivencia a cuenta de la caza y de la pesca, y de una vida sometida a enfermedades incluso ya superadas y a los riesgos de la selva. Pensamos que nuestros indígenas tienen el mismo derecho que todos los venezolanos a vivir como les parezca, pero no a vivir impidiendo el progreso del resto del país.

Ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario

El Plan Colombia trae de cabeza a un montón de gente a la cual da mucho y peligroso que pensar. Presidentes, Cancilleres, Ministros de Defensa, Gobernadores y Alcaldes regionales, etc., se preocupan por la magnitud y las consecuencias de este Programa que parece tener contentos sólo al Presidente Pastrana y a los militares colombianos.

Y en el caso venezolano, el Plan Colombia preocupa al Gobierno, pero al mismo tiempo y por diferente razón a los oficiales de diverso rango que han sido y serán asignados al resguardo de nuestra frontera colombovenezolana, que van a ejercer sus labores de comando y sus tomas de decisiones bajo la óptica simultánea de dos doctrinas política y militarmente diferentes.

Una, que aprendieron en la Academia Militar, según la cual todo guerrillero colombiano es enemigo y malo por principio, y otra del gobierno actual según la cual los guerrilleros enemigos y malos son los paramilitares, que cruzan la frontera para matar, mientras que los de las FARC y del ELN son revolucionarios buenos, amigos respetuosos de la soberanía de Venezuela. Sin embargo, habría que ver cómo se mezclan y adaptan estas dos doctrinas con el Programa Geopolítico Estratégico Frontera 2000 del cual hablamos antes.

La opinión generalizada del país no parece compartir la posición un tanto ambigua del gobierno del Presidente Chávez respecto a la situación del país vecino en lo que a las guerrillas se refiere. Obviamente, esa posición tampoco es compartida por los gobiernos de Quito, Lima ni Brasilia, claramente más duros y definitivos en cuanto a rechazar la guerrilla y respaldar al gobierno de Pastrana –al punto de que incluso Ecuador ha dispuesto una base militar fronteriza para uso de los norteamericanos.

En cambio, en lo que si coinciden Miraflores y todos los gobiernos fronterizos es en que el Plan Colombia provocará el problema delicado y de consecuencias imprevisibles de miles de desplazados, contribuirá a recalentar las fronteras y establece de entrada un serio desbalance militar a favor de Colombia.

La nueva realidad militar de la Gran Colombia bolivariana

Ya no existe aquél intimidante poderío militar venezolano con una moderna flota de F-16, con fragatas misilísticas de avanzada tecnología, de una potente fuerza de tanques y experimentadas tropas de selva –esto es algo público y notorio.

Existe, en cambio, un país vecino que, como efecto de sus problemas de subversión guerrillera, cuenta en este momento con cinco ejércitos altamente entrenados y además dotados de moderno armamento.

Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, por una parte, van dos; y las FARC, el ELN y los paramilitares por la otra, van cinco; son ejércitos colombianos a los cuales la práctica de casi medio siglo de enfrentamiento ha transformado en equipos de alto entrenamiento en combate –y ahora, además, con equipamiento moderno y eficiente, unos por la dotación norteamericana, los otros por las compras que ellos mismos hacen mediante los ricos fondos obtenidos de la protección al narcotráfico y de la poderosa y eficiente industria del secuestro –y eso para no hablar de un sexto ejército, el de los narcotraficantes, tan fuerte y rico que hasta un submarino propio se estaba dando el lujo de construir.

La presencia norteamericana implica el reforzamiento del equipamiento militar de dos de esos ejércitos colombianos –Fuerzas Armadas y Policía Nacional colombianas- y reentrenamiento de tropas y oficialidad. Un programa a tal punto importante que es dirigido por tres generales norteamericanos de primera línea.

El general de tres estrellas Peter Pace, anteriormente Comandante de las fuerzas de infantería del Comando Sur, hoy Comandante en Jefe de ese mismo Comando Sur, responsable del Plan Colombia a efectos norteamericanos. Un general de los “duros”, veterano de Vietnam y Tailandia, graduado en Business Administration en la George Washington University, participante del Programa de Seguridad Nacional e Internacional de la Universidad de Harvard. El general Pace es un profundo conocedor de la realidad y objetivos del Comando Sur y de la problemática colombiana, ampliamente conocido y aceptado por la alta oficialidad de nuestro país vecino y ciento por ciento dispuesto a ejecutar con precisión y éxito el Plan Colombia.

El mayor general de aviación Soligan ha visitado varias veces a Colombia y ha desarrollado numerosas reuniones de trabajo, un veterano aviador con más de 4.000 horas de vuelo e ingeniero con maestría en administración de empresas, experto en planeación estratégica e interinstitucional, responsable del diseño de la política militar norteamericana para todas las naciones y dependencias ubicadas dentro del teatro de operaciones que abarca el Comando Sur y, por toda esa experiencia, el general Soligan es el asesor de coordinación de las diferentes entidades colombianas civiles, policiales y militares que operarán en el Plan Colombia.

El actual Director de Operaciones del Comando Sur, General de Infantería de Marina Keith M. Huber, será el responsable de la compleja logística necesaria para que los elementos operacionales del Plan Colombia funcionen eficazmente, desde el acondicionamiento de los helicópteros Huey hasta que el suministro de gasolina y municiones fluya sin problema alguno. El General Huber tampoco es un político ni un oficial de escritorio. Hizo buena parte de su carrera en la División Aérea 101, diseñada para respuesta rápida en caso de emergencias nacionales, ha sido profesor de inteligencia militar en Arizona, asesor militar en El Salvador, miembro de la misión de las Naciones Unidas en Haití, experto en paracaidismo, buceo de combate y en asalto aéreo y ampliamente condecorado.

El general Huber es bien conocido por los militares colombianos y ha permanecido lapsos largos en las bases de Tres Esquinas y de Larandia, centros vitales del Plan Colombia y del entrenamiento de los militares y policías que asegurarán la fumigación de los cultivos de coca.

Esta amplia descripción de la alta oficialidad norteamericana responsable del Plan Colombia (datos que hemos resumido de la amplia información difundida por la excelente revista colombiana Semana –y que está en estos momentos en nuestros kioskos, vale la pena que la compren y la consulten con calma) sólo tiene por objeto ratificar la enorme importancia que los Estados Unidos han dado al Plan Colombia.

No se trata de un simple programa de ayuda, es toda una política bien clara que marca un compromiso a fondo con Colombia y con el Congreso norteamericano, ante el cual esos 1.300 millones de dólares aprobados tienen que ser justificados con éxitos comprobados en la lucha antinarcóticos; éxitos que no pueden ser otros que una sensible disminución del suministro de drogas desde Colombia a los Estados Unidos.

El Plan Colombia es también la más importante intervención norteamericana en los asuntos de una nación latinoamericana, con la excepción de invasiones como las de Panamá, Nicaragua, Haití, Cuba (Bahía de Cochinos) y República Dominicana en tiempos que parecían ya superados.

El cerco militar al narcotráfico y su aparente lado flaco

La combinación guerrillas (FARC y ELN tanto como los Paramilitares) y narcotráfico conforman una potencia formidable en capacidad militar y eficiencia de transporte de la droga desde Colombia al resto del mundo y especialmente a los Estados Unidos.

El Plan Colombia consiste fundamentalmente en dos elementos simultáneos: por una parte, el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas armadas y policiales colombianas para optimizar su combate a la producción y procesamiento y envío de droga, y por la otra el establecimiento y la operación de un cerco eficaz para frenar al máximo ese envío de droga fuera de Colombia.

Para este cerco el Comando Sur cuenta con dos redes de radares para cubrir el norte y el sur de Suramérica, radares en Aruba y Curazao, y posiblemente un radar adicional en El Salvador. Toda la información detectada por esta vasta red de radares se transmite y se concentra en Key West, y se distribuirá a la llamada “Fuerza Aérea Interagencial Conjunta”, integrada por ocho países.

Hay un potencial lado flaco, sin embargo: en todo esto no se menciona a Venezuela, a pesar de tener más de 2.000 kilómetros de frontera con Colombia y de ser comprobadamente una ruta de salida de la droga.

La cuestión va más allá de permitir o no sobrevuelos de aviones norteamericanos como parte de esta red de vigilancia y de detección de narcotráfico. Es un asunto de filosofía y de actitud. No importa lo que diga el Canciller Rangel, y más allá del notable esfuerzo de la Guardia Nacional venezolana, la percepción pública es de debilidad.

En cualquier caso, no es cierto que las FARC –por ejemplo- no sean terroristas. Si el Canciller quiere, que le pregunte a los habitantes de los departamentos colombianos del Cauca, de Boyacá, Tolima, Antioquia, Cundinamarca, Meta y Caldas, ellos podrán informar detalladamente la realidad guerrillera de ese país. También podrían hacerlo las 53 personas secuestradas la semana pasada por el ELN.

Y, por cierto, ¿qué ha pasado con el secuestro de Richard Boulton?

El extraño escándalo peruano

Después del complejo proceso de ganar la Presidencia por tercera vez, después de la mas bien cómica renuncia a su candidatura de Alejandro Toledo, después que Fujimori parecía tenerlo todo –o al menos casi todo- atado y bien atado, de repente el duro y terco presidente peruano ofrece su renuncia porque a su hombre de confianza en inteligencia del Estado lo descubren ejerciendo un soborno mas bien pequeño.

Lo primero que habría que preguntarse es qué clase de superhombre de inteligencia del estado es tan incompetente que se deja grabar de esa manera proponiendo un sobornito de 10 millones de bolívares. La segunda pregunta es cómo esta circunstancia lleva al duro Fujimori a manifestarse dispuesto a dejarlo todo y a renunciar.

Todo esto huele a mucho mas, a otras confabulaciones que van más allá del ridículo en el cual ha caido el señor Montesinos como experto en seguridad e inteligencia y de que se sorprenda a un alto funcionario gubernamental sobornando a un político de oposición. Cosas peores se han visto sin que presidentes menos fuertes que Fujimori renuncien.

La verdad parece estar en que el video en cuestión trascendió a la oposición y de allí a la palestra pública por voluntad de los militares, particularmente de la Marina peruana (se dice que fue este cuerpo el que le dio la palabra final a Fujimori que lo llevó a anunciar la convocatoria a elecciones y su no participación en ellas, tras la publicación del video), que habrían buscado quitarse de encima a una cada día más desprestigiada –y en consecuencia políticamente peligrosa- figura pública de primerísima importancia como Montesinos, aunque no necesariamente estuviesen apuntando al Presidente.

De esta manera, el plan militar buscaría dar una salida airosa y democrática a un Presidente y un régimen que perdían respaldo popular aceleradamente, sin hacer de Fujimori un mártir ni de Toledo un héroe.

El otro problema está en el riesgo de que tras unas nuevas elecciones, el Peru vaya a quedar en manos de un dirigente como Alejandro Toledo quien, más allá de sus prestigiosos estudios en los Estados Unidos, lo único que ha ofrecido a los peruanos es un grupo vacío de emociones populistas.

Sin embargo, encuestas realizadas en el Perú parecieran demostrar que el señor Toledo no tiene la primera opción popular, sino el actual Vicepresidente, una figura prestigiosa que ha mantenido un perfil muy discreto y disfrutaría, además, de la complacencia y el respaldo tanto del voto fujimorista, como de las Fuerzas Armadas y del mismo Presidente renunciante.

Esta situación se consolidaría mucho más si finalmente se da el empeño de Fujimori de convocar a elecciones pensando en entregar el gobierno dentro de un año a partir de ahora.

Dado el claro y reiterado respaldo de las Fuerzas Armadas al Presidente Fujimori, tal parece que al escandaloso y populista “Cholo” Toledo le quedarían muchos años de oposición.

Insultos a los periodistas y xenofobia burda

Flaco servicio le hace al gobierno este supuesto “Nuevo Frente Bolivariano” que saca remitidos y panfletos insultando a periodistas de oposición en un lenguaje de subcultura botiquinera y exaltando una xenofobia no sólo ajena a la conducta habitual del pueblo venezolano –chavistas incluídos- sino además absolutamente necia en una época en la cual esos italianos, españoles y portugueses llevan ya dos y tres y hasta más generaciones radicados en el país, o sea que ya son hace décadas venezolanos por nacimiento y tan criollos como la arepa y la afición a Miami.

Llama la atención, y alarma, la blanda respuesta de un hombre con la trayectoria del Canciller José Vicente Rangel, y aún más el silencio cómplice del Ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Coronel Dávila. Porque este tipo de mensaje, dicho sea de paso, jamás ha sido bandera de Hugo Chávez, que recordemos.

Para no entrar a recordar que en este país, con la excepción de los pemones, goajiros y las diversas etnias indígenas, todos somos inmigrantes e hijos, nietos, bisnietos y tataranietos de españoles, portugueses, italianos, alemanes y un montón de nacionalidades.

Como el Ave Fénix, la Guardia Nacional renace de sus cenizas

Mucho se habló, incluso desde antes de las elecciones presidenciales de diciembre de 1998, de que en un Gobierno de Hugo Chávez la Guardia Nacional desaparecería o, al menos, sería integrada dentro de la Fuerza Armada Nacional dejando de ser un cuerpo similar al Ejército, la Aviación y la Marina.

Sin embargo, la Guardia Nacional no sólo sigue desempeñando sus labores –muy variadas e importantes, por cierto- sino que ha venido logrando triunfos espectaculares, como los últimos golpes al narcotráfico, semanas atrás, que han significado el decomiso de más de 10 toneladas de cocaína provenientes del exterior con entrada por el sur venezolano.

Los recientes éxitos de la GN sobre el narcotráfico han obedecido a una operación escrupulosa y moderna que internamente se llamó “Plan Fénix”, y que incluyó la infiltración de agentes encubiertos entre las bandas o carteles que negociaban los cargamentos; igual que en las películas, estos agentes colocaron chips en los distintos embarques mediante los cuales se podía monitorear la travesía y posterior desembarco de la maldita mercancía.

El “Plan Fénix” es la misma operación que los ministerios de Relaciones Exteriores e Interiores denominaron públicamente “Orinoco 2000”.

Pero el mérito real es de la Guardia Nacional, cuerpo que además ha venido trabajando en un programa altamente sofisticado de previsión respecto a las figuras venezolanas secuestrables –y del cual preferimos no dar detalles en beneficio de los propósitos de la GN.

Cambio de hora

El programa de cambios en los horarios de diferentes especialidades presentado al Presidente, no sólo es bueno sino urgentemente necesario y conveniente. La acumulación de apertura de escuelas y universidades, fábricas y comercios, instituciones del estado y bancos entre 7 y 9 de la mañana, genera uno de los “picos” poblacionales y vehiculares más desastrosos y dificultosos que se pueda imaginar.

El gobierno debe estudiar cuidadosamente este plan de cambios, y una vez decidido ejecutarlo a rajatabla, por encima de intereses propios de empresarios y sindicatos, como una respuesta razonable y beneficiosa para la economía y la salud de los venezolanos, especialmente los habitantes de las grandes ciudades.

Los chismes de Don Dimas Graterol y de Miguelina Payares

*** Problemas de logística en la Cancillería, ante la complejidad de organizar minicumbres paralelas a la Cumbre OPEP; estas reuniones son entre ministros de petróleo, altos militares y diversos funcionarios de importantes responsabilidades. Por cuestiones de tiempo, muchas de estas reuniones tendrían que ser simultáneas *** Se complican las relaciones diplomáticas de Venezuela con los países caribeanos de habla inglesa y, de hecho, con toda la Commonwealth, a causa de las recientes diferencias con Guyana *** Se dice que las sinagogas y muchas empresas pertenecientes a judíos han aumentado la vigilancia y seguridad de sus instalaciones *** La negociación mediante la cual una empresa de Omar Camero ganó sin licitación el contrato de repotenciación de la flota de aviones Lockheed Hercules C-130, no fue aprobada por el ya fenecido Congresillo y podría no ser aprobada tampoco por la actual Asamblea Nacional *** La negociación por el nuevo avión presidencial con Airbus, no es tan simple como la selección de un avión entre diversas opciones equivalentes (como el Executive Jet de la Boeing, una modernísima versión de la exitosa línea B-737); sería parte de todo un esfuerzo europeo, y especialmente francés, de entrar en Venezuela en condiciones beneficiosas para ambos países, como es también el caso Pechiney: vendrán muchas inversiones desde Paris, y a fines de año podríamos tener de huésped en Miraflores al Presidente Chirac

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