Donde estamos en el proceso unitario
. Dentro de este proceso que apenas se inicia, se encuentra la realización de las elecciones primarias para la selección del candidato presidencial, acto previsto para el 12 de febrero de 2012. Este es una actividad trascendental pero no será la única desde el punto de vista del impacto político, ni de los retos que tenemos que asumir los venezolanos en la era de la reconstrucción.
Para la fecha, todos los aspirantes que han anunciado su intención de participar en las elecciones primarias, son “precandidatos”, en el sentido que la inscripción formal de su candidatura deberá llevarse a cabo noventa (90) días antes de las elecciones primarias (previstas para realizarse el 12 de febrero de 2012) , por lo que será en el mes de Noviembre que tendremos el resultado formal de los presidenciables, conforme a las decisiones que tomen los partidos políticos, la sociedad civil y los acuerdos que se produzcan entre los diversos actores políticos. Conforme al Reglamento aprobado por la Mesa de Unidad Democrática, la campaña electoral tendrá una duración de sesenta (60) días y solo en los últimos treinta (30) días se permitirá la propaganda por radio y televisión.
Por ahora los precandidatos presidenciales realizan visitas a las diversas regiones del país, realizan el contacto directo con las comunidades, diagnostican y conocen sus necesidades y se preparan intelectual y emocionalmente a la gran responsabilidad que están asumiendo con el electorado. Hay una parte de sus agendas que no se ve, pero que se sentirá en el mediano y corto plazo. Es la estructuración de los acuerdos destinados a darles fortaleza y legitimidad a sus aspiraciones. Estos acuerdos y alianzas que están en fase de gestación, permitirá – con seguridad – que se reduzca el número de aspirantes y de los definitivos contendores de las elecciones primarias.
Detrás de todo este proceso, al que dedicare varios artículos, hay todo un movimiento de esperanza y renacimiento del país, sin distingos de clases y matices políticos. Se está abriendo la posibilidad de una Venezuela para todos, sin exclusiones ajenas a nuestra idiosincrasia. Les invito a que como ciudadanos, sigamos de cerca este proceso unitario y colaboremos con entusiasmo en cualquiera de las etapas en las que podamos aportar nuestro grano de arena. Tenemos oportunidad de ser protagonistas del cambio que se avecina y de empujar el sol al horizonte. Hay la voluntad y el entusiasmo de hacerlo, para bien de nosotros mismos y de las generaciones por venir.
