Opinión Nacional

Dos mitos izquierdistas

¿Por qué insisto en el tema cubano? El editor estará a punto de cerrarme el espacio por repetitivo. Pero me ocurren cosas descorazonadoras, obligándome volver sobre Cuba. Días pasados sostuve una discusión con una persona a quien estimo mucho. Con él compartí diversos momentos en la universidad. Aunque militábamos en organizaciones distintas, él en la Liga Socialista y yo en Ruptura, fuimos amigos. Hasta que llegó el de Sabaneta. Ni él ni yo lo conocemos, pero supo dividirnos.

No diré el nombre de este amigo, lo llamaré Fulano, porque esta historia la ha vivido cualquiera. El vainón que nos echó Chávez poniéndonos a pelear hermanos con hermanos. Ocurrió que me acerco a saludar a Fulano, quien, sin contestar el saludo, arremete con las palabras usuales, «agente de la CIA y del imperialismo», debido a las críticas que hago en mis escritos al régimen cubano. «Cuba es un ejemplo para el mundo y sus dificultades se las debe al bloqueo». Dijo y se fue.

Fulano, lo que no me permitiste decir esa vez, lo diré por este medio. Tú siempre me lees. Lamento que la histeria y el fanatismo, oculten en ti al hombre noble que conocí. Mi pana—usted sigue siendo mi pana —eso que Fidel llama «bloqueo» no es más que un mito, utilizado como otros, para justificar el fracaso de una esperanza, convertida en dictadura hereditaria por los Castro. Hasta ayer le rendí pleitesía a ese mito. No me cansaba de mentarles la madre a los gringos –como lo sigues haciendo tú— por no dejar progresar a ese mar de la felicidad que nos vendieron en la adolescencia, remachado en la universidad, la Cuba revolucionaria.

Fulano, lo aplicado a Cuba no fue un bloqueo, fue un embargo. Son dos cosas distintas. Cuando un país es bloqueado, le cortan todas sus vías de suministros o intercambio. La resolución de la OEA que vetó a Cuba del resto de América, no le prohibía relaciones con el resto del mundo. Quedaban 4 continentes para cualquier negocio. México no atendió la medida y mantuvo relaciones con Cuba. Así otros países. Venezuela desde el primer gobierno de CAP (1974), hizo igual. Embargos le aplicaron a la España franquista; la Sudáfrica del apartheid; a la Camboya de Pol Pot, y tu sabes por qué.

Mi amigo, ¿Quién podía hacer negocios con una economía quebrada por la estatización? Donde nadie se atrevía a llevar un dólar porque lo confiscaba la revolución. Sólo la Unión Soviética por intereses geopolíticos, ni siquiera intercambiaba, mantenía a Cuba por su condición de satélite. La armó hasta los dientes sin importar la escasez de alimentos del pueblo cubano.

Los empresarios estadounidenses piensan que política es política y negocios son negocios. El maíz y otros rubros consumidos en Cuba, proceden de tierras gringas. El enemigo histórico. Son ellos los grandes consumidores de los puros cubanos, una de las pocas fuentes de divisas de la isla. Y otra más, hasta hace poco, las remesas enviadas por cubanos residentes en EE.UU a sus familiares, constituían el 80% de los ingresos en divisas. Las migajas del imperio ayudando a Fidel. Qué ironía ¿no?

Después de todo, el embargo sólo benefició a Fidel. La torpeza de los EE.UU y la OEA lo consolidaron. Pobrecita Cuba, qué malvados los gringos. Corean muchos. Cuando el Presidente Clinton, valido de García Márquez, gran amigo de Fidel, le hace saber su intención de levantar el embargo ¿Sabes lo que respondió Fidel? ¡Ni de vaina!

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