Opinión Nacional

Educación, valores y economía

La escuela ha sido considerada, tradicionalmente, como el espacio de socialización donde se prepara a las futuras generaciones para asumir el control del rumbo de la sociedad. En las últimas décadas, los cambios han sido tan vertiginosos, que la escuela quedó rezagada en el cumplimiento de esta misión social. La educación no brinda al individuo las herramientas para enfrentar con éxito la realidad. Para construir una educación acorde a los tiempos, es necesario comprender los cambios que se dieron en el entorno, y sus consecuencias en el estilo de vida y valores de la sociedad. Transformaciones económicas y políticas En las dos últimas décadas, los sistemas productivos experimentaron cambios muy profundos. En la actualidad, los nuevos patrones de producción y la organización del trabajo se basan, principalmente, en una radical transformación tecnológica. Los sistemas de producción vigentes están orientados al consumo diversificado, y se basan en la organización en redes, lo que permite satisfacer a los diferentes clientes e intensificar la comunicación entre las diferentes unidades de producción. Estas transformaciones se trasladaron a otros aspectos del acontecer social, y provocaron la necesidad de que la sociedad pacte nuevas formas de actuar, de pensar, de vivir, de relacionarse, de educarse y de mirar su presente y su futuro.

Algunos de los principales aspectos que se vieron alterados por la transformación de los procesos productivos, se mencionan a continuación.

1. INCREMENTO DE LA DESIGUALDAD SOCIAL
La desigualdad social siempre existió, no es una novedad. Sin embargo, se hizo más evidente y profunda. Serios estudios indican que la mayor parte de los puestos de trabajo se crean en el sector de servicios. Desde principios del siglo pasado, hasta finales de la década de los setentas, la educación constituía el medio para lograr la movilidad social. En la actualidad, aún cuando esté presente la educación, la movilidad social es una situación menos común, y aparece la exclusión como un fenómeno masivo y complejo. Las transformaciones en la organización del trabajo son, en parte, una causa de exclusión del sistema productivo, pues quien no tiene la pericia requerida por la industria, queda fuera de las posibilidades de emplearse.

2. CONDICIONES LABORALES INESTABLES Y DÉBILES
Para los que logran incorporarse al sistema productivo, las condiciones de contratación son inestables y generalmente temporales o por proyectos. El trabajador presta servicio con una conciencia de temporalidad y no desarrolla un sentido de pertenencia a la organización. La lealtad del empleado como un valor se debilita, pues la empresa evita asumir compromisos con el trabajador.

3. PERSPECTIVA DE LA EDUCACIÓN
La educación, que tradicionalmente se consideró un puente hacia la superación y el desarrollo, deja de provocar esta expectativa. En la actualidad, la educación no asegura la movilidad. Bajo el punto de vista de Daniel Filmus, ex Ministro de Educación en la Argentina, en la administración del Presidente Néstor Kirchner, la educación sólo permite amortiguar los descensos sociales que se producen durante las crisis. Acompañando los cambios en el aspecto económico, también se produjeron transformaciones en la dimensión política y cultural que cambian la visión sobre la educación y los valores.

1. Procesos de deslocalización y relocalización de pertenencias ye identidades nacionales y culturales
Para enfrentar los desafíos que plantea la globalización, se presenta una tendencia a la instauración de entidades supranacionales. Éstas están asociadas con fenómenos tales como el aumento del volumen de transacciones, el deterioro del medio ambiente y la expansión del delito internacional (prostitución, trata de personas, narcotráfico). Junto con la globalización de la economía, se globalizan los problemas sociales.

2. Pérdida del significado del concepto de ciudadanía asociado a la Nación
Como consecuencia de la globalización se debilita el concepto de pertenencia a la Nación, y suele sustituirse, a veces por la adhesión a entidades supranacionales, o bien, en contraposición a lo anterior, por el repliegue al comunitarismo local. En el último caso, la integración se basa en la identidad sociocultural. Un ejemplo de ello son las comunidades virtuales, que son más homogéneas, en cuanto a su composición, pero también mucho más cerradas. Otro ejemplo lo constituye la separación de los barrios que hacen más difícil el encuentro entre ricos y pobres.

3. Debilidad del Estado para mantener niveles de bienestar social Con la movilidad de capitales que conlleva la globalización, las empresas pueden instalarse en cualquier parte del mundo donde sus costos sean menores, y se mantienen conectadas mediante redes de información. Las características del nuevo orden económico provoca la debilidad del estado-nación para definir una política económica que permita mejorar el nivel de bienestar social. En términos generales, las nuevas formas de asociación económica rompen con los compromisos locales tradicionales y con las formas habituales de cohesión y de solidaridad. Esto provoca mayor exclusión, soledad y marginalidad. En esa situación, algunos sectores segregados, reaccionan con intolerancia, discriminación y exacerbación de los particularismos, lo que fue explicado por Manuel Castells, cuando se refiere a los fundamentalismos. Surge sobre todo, un menor interés por comprender al otro, al diferente, al distante. Este panorama lúgubre se presenta como un espiral descendente, y para salir de ella, es necesario investigar e intentar vislumbrar caminos, soluciones y acciones que permitan remontar los problemas generados por el cambio de los sistemas productivos Algunos autores proporcionan posibles caminos posibles por los cuales intentar transitar, sin afirmar que son soluciones.

1. “Aprender a vivir juntos”, es un concepto que desarrolla el Dr. Juan Carlos Tedesco, Según su punto de vista “en el nuevo capitalismo, la posibilidad de vivir juntos no constituye una consecuencia “natural” del orden social, sino una aspiración que debe ser socialmente construida.” Es necesario reforzar el vinculo entre la educación y la tolerancia, el respeto a la diversidad, sin perder de vista que el individuo debe desarrollarse por sí mismo, o sea, evitar la masificación. Por eso es importante promover estrategias educativas centradas en el desarrollo del individuo con un sentido social.

2. La escuela debería fomentar y promover experiencias masivas de conectividad, favorecido por la potencialidad de las nuevas tecnologías, con el diferente, con el lejano. Ej.: programas de intercambio, de contactos, de programas comunes, interbarriales, trasnfronterizos. La autonomía que se pretende lograr en el educando, no es incompatible con la definición de objetivos comunes en términos de aprendizaje.

3. La educación debe cambiar su dirección de la transmisión de conocimientos e información, hacia la capacidad de producirlos y de utilizarlos a favor del individuo y de la sociedad en su conjunto.

4. Preparar a los alumnos para afrontar cambios y para resolverlos cuando se presenten, más que para responder a las necesidades del sector productivo.

5. De acuerdo a este enfoque, el papel del docente es hacer evidente al experto que desarrolla una actividad, para que los alumnos desplieguen un modelo conceptual de procesos básicos para diversas tareas.

6. Fortalecer la educación pública, para evitar que la educación esté, exclusivamente, al servicio de los intereses y vaivenes de la economía.

Consideraciones finales Las escuelas, antes reservadas para las élites, deben ofrecer a sus nuevos contingentes de alumnos, las respuestas para enfrentar a un mundo cambiante y diferente.

El reto es grande, y son pocas las herramientas con las que cuentan los maestros y el propio Estado. El Dr. Emilio Tenti alerta sobre los peligros que se deben controlar en la escuela bajo los aspectos señalados de cambio:

1. Evitar la condescendencia de brindar buena educación a los ricos y pobre educación a los pobres. Esto no ayuda a la nivelación ni al desarrollo, sino que aumenta la fragmentación social.

2. Evitar el negativismo de asociar la adolescencia y la juventud a situaciones indeseables (embarazos no deseados, adicciones, violencia), pues esto lleva a realizar una intervención preventiva. Buscar, en cambios los aspectos positivos de la curiosidad, la esperanza, el entusiasmo y la creatividad.

3. Evitar el demagogismo juvenil, que da contención emocional sin elementos para la inserción social.

4. Evitar el facilismo de reproducir la cultura desarrollada por los medios de comunicación (zapping, el placer inmediato, el desprecio por el esfuerzo o el trabajo).

La nueva escuela está en construcción, y no podrá cimentarse sin tener en cuenta a los principales protagonistas, los alumnos, que además de ser los destinatarios del proceso educativo, son los poblaciones cuyos derechos deben ser respetados. La construcción de esta nueva escuela requiere personal competente, voluntad política y recursos para desarrollarla. De esta forma se logrará que la reforma llegue al salón de clase.

Economista-Consultora en políticas educativas

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