Opinión Nacional

Educación y sociedad: un vínculo necesario

Importantes conceptos como los de ciudadanía, democracia y participación, tienen su expresión en la relación que hay entre educación y sociedad.

Sobre educación constantemente se está hablando y escribiendo, ya que ésta nos involucra a todos de múltiples maneras en todo momento de nuestra vida. Eso es bueno y necesario.

En este artículo vamos a hacer uso de algunos conceptos que tienen su expresión en la relación que hay entre educación y sociedad. Por ejemplo, el de ciudadanía, por las implicaciones que tiene desde el punto de vista educativo y social; luego el concepto de democracia que son el juego y las reglas sociales que nos damos para poder funcionar, y por último el de participación, como la posibilidad de ejercer esa ciudadanía y esa democracia.

Usaremos el espacio como concepto transversal porque nos permite múltiples miradas de un mismo fenómeno, hecho o realidad. Cuando hablamos por ejemplo de individuo, persona o ciudadano descubrimos en cada uno de ellos, desde el punto del concepto señalado, implicaciones bien sea de acción, relación o lugar.

Por ejemplo, el individuo puede ser un número, o una unidad en sí mismo o como la expresión de un ego personal, en cambio el concepto de persona implica necesariamente a «otro», que le da existencia; la persona supone el compartir, convivir y cuando hablamos de ciudadanos hacemos referencia a quien asume un rol activo, defendiendo un espacio de deberes y derechos en la sociedad.

Ahora podemos entrar en nuestros conceptos iniciales: el de ciudadanía, ciertamente éste es muy importante hoy, ya que involucra lo que implica el proceso formativo en la familia, la escuela y la comunidad local, de los niños como ciudadanos. Hasta el momento la escuela no se ha ocupado de ello, ya que en unos inicios sólo se tenía una asignatura como Educación Moral y Cívica, que prácticamente se concentraba en el conocimiento de los poderes públicos, con una perspectiva más bien rígida. En el plan de estudio actual se ha incorporado la asignatura educación ciudadana más como un aprendizaje meramente teórico y no como una vivencia de la ciudadanía. Esta no se realiza ni en la escuela, ni en la familia, ni en la comunidad. Actuar como ciudadanos implica el dominio de nuestros deberes, pero también de nuestros derechos.

La ciudadanía tiene que ejercitarse en la escuela, con el cumplimiento de las tareas asignadas dentro del trabajo comunitario y se debe realizar a lo largo del proceso formativo del alumno, no sólo con el manejo de conceptos abstractos o lecturas separadas de la vida del niño.

El reconocimiento de la ciudadanía, debe verla el alumno en el maestro como un modelo aplicado, bien sea en el cumplimiento que éste hace de sus deberes como en la exigencia de sus derechos como ciudadano o como profesional. Su relación de respeto con el directivo, alumnos y colegas.

La ciudadanía como espacio implica que en el proceso educativo se debe aplicar en forma transversal o sea a lo largo de la ejecución del plan de estudios, esta ciudadanía debe ser vivenciada a través del cumplimiento de sus deberes y derechos. Se le debe dar las responsabilidades inherentes a su condición de ciudadano miembro de un grupo social como lo es su salón de clase y su escuela.

La democracia aplicada en el aula, en la escuela y en su comunidad local es el otro concepto que hemos manejado. Esto implica las relaciones de poder que se expresan en esos ámbitos o espacios. Las decisiones, y las actividades que se realizan en la comunidad deben ser consultadas y asumidas en forma democrática, a través del diálogo y del consenso. Se debe suprimir el autoritarismo y las decisiones unilaterales. Las decisiones se tienen que tomar consultadas, discutidas y consensuada.

La democracia más que un concepto es un modo de vida, es el respeto hacia lo que piensan los demás, es el cambio de las formas autoritarias de relación en la escuela, el aula y la comunidad local. Es hacer participar a la familia en dichos espacios en la toma de decisiones en el funcionamiento de éstos, es darle en definitiva poder de decisión. Es la búsqueda de soluciones a los problemas de la escuela en forma colectiva.

La democracia en la educación tiene su expresión en la distribución de poder dentro de la escuela, esto implica determinadas relaciones de los diversos actores presentes en ella: los directivos, los docentes, los alumnos y los representantes. Hasta el momento el funcionamiento vertical del sistema escolar venezolano ha hecho se espere que otros decidan por cada uno de dichos actores. El director espera que le vengan instrucciones del Ministerio de Educación, los maestros lo que señale el director y los alumnos lo que le diga el maestro.

No se establecen acuerdos en lo fundamental para el proceso educativo, como el de desarrollar en una forma armónica su espacio natural: su escuela, su comunidad. No se logra tampoco, la contribución de todos estos actores, para multiplicar sus efectos en el proceso educativo y el aprendizaje que de ello se deriva.

La participación es la expresión de lo que está implícito en el cumplimiento dentro de la escuela y el aula: la ciudadanía y la democracia. Es sólo a través de ésta como se puede lograr que los niños adquieran conciencia de sí, y de su papel en la sociedad. Aplicándolo todos los días y en cada momento de su proceso formativo, no como una mera formalidad sino como una vivencia que él va ejerciendo todos los días y en todo momento.

La participación implica que los alumnos ponen en juego sus opiniones, es darle responsabilidades reales en la organización y funcionamiento de la escuela, es que vea que es tomada en cuenta su opinión, que aprenda a decidir en grupo en forma personal.

Hemos mostrado un esbozo de lo que implica el manejo de algunos conceptos dentro del proceso formativo de los niños y la relación que hay entre la educación y la sociedad. Esta tiene su expresión en que el niño, el maestro, los representantes tienen una responsabilidad de incorporarse como ciudadanos en forma democrática. Desde el mismo momento que participan y conviven dentro de la escuela como expresión de la sociedad, debe realizarse el cambio de unas relaciones de poder que hasta ahora han privilegiado el silencio y la obediencia.

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