Opinión Nacional

El 7/10 la hora de los trabajadores

En la historia política venezolana hubo momentos en que los trabajadores ponían y quitaban presidentes, en esa oportunidad el voto obrero era representado por poderosas corrientes sindicales, quienes se daban el lujo de designar los candidatos presidenciales ganadores.

Aún cuando actualmente la realidad es otra, ya que desde el Gobierno Nacional se desató una vasta operación para dispersar el movimiento sindical, convirtiendo al sindicalismo venezolano en una caricatura con relación a la otrora fuerza organizada. No es desestimable que los trabajadores continúan siendo una fuerza social formidable, la más importante del país, representada aproximadamente en 13.500.000 electores de 19.000.000 integrantes del padrón electoral, sin incluir a los 2.200.000 jubilados no registrados como población activa.

Pues bien este cuadro desolador impulsado desde el Estado Chavista como estrategia para implantar su política para debilitar al sindicalismo organizado, y hacer pasar sus políticas de desmantelar las conquistas laborales ha comenzado a revertirse, producto de sus ejecutorias contra las condiciones de vida de la familia trabajadora.

Esta situación ha determinado desprendimientos sucesivos en los últimos tres años del sindicalismo oficialista, de sindicatos de empresas privadas amenazados por expropiaciones, sindicalistas de las Empresas Básicas de Guayana, de PDVSA, Ministerios, Alcaldías, Gobernaciones e Institutos Autónomos, de la Economía Informal, cansados de promesas de redención laboral a cambio de la disciplina incondicional a un proyecto político que desprecia la autonomía sindical y abarata el valor de la mano de obra. Este fue el origen de FADESS como espacio sindical libre para la defensa de los trabajadores.

Ello originó un giro del Ejecutivo Nacional para no perder electorado en este inmenso sector social. El Presidente Chávez sabe que a los trabajadores no puede chantajearlos y acusarlos de burgueses, imperialistas, oligarcas; de allí que sacó de la manga la aprobación de la LOTTT olvidada tras 14 años de violaciones consumadas de su articulado, y así refrescar un obrerismo manipulador para relanzar esperanzas a un sector laboral diezmado y empobrecido al suspender contratos colectivos y beneficios alcanzados.

Por tanto el 07 de octubre es la oportunidad para que los trabajadores salden cuentas con un gobierno antilaboral quien ha llevado a prisión y mantiene en tribunales a 250 dirigentes sindicales por protestar, ha dejado en la impunidad la muerte de 400 sindicalistas en la construcción y petróleo por sicariato, ha ignorado huelgas de sangre, de hambre, encadenamiento a portones y al mismo tiempo ha solapado todos los accidentes industriales en PDVSA que han cegado la vida de 110 trabajadores, en SIDOR de 8 trabajadores, el despido de 23.000 trabajadores de PDVSA y de miles de empleados públicos por discriminación política. Votar por el cambio y por Capriles Radonski para reconquistar nuestros derechos y la democracia.

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