El cambio es indetenible
Cada día resulta más claro que el Gobierno de Hugo Chávez ya no cuenta con el apoyo popular y por ello pretende imponerse por la fuerza en su obsesión egoísta por ser dueño de todo y controlar absolutamente todo.
Pero él se estrellará contra un muro de contención democrático. Porque la inmensa mayoría de venezolanos queremos una alternativa a este presente de confrontación, sin volver al pasado que nos trajo hasta aquí, sino dando un salto al futuro.
Hay un camino mejor para Venezuela y lo está construyendo la oposición unida.
El cambio ha venido consolidándose desde que la Alternativa Democrática asumió inequívocamente la senda el propósito de vencer democráticamente un gobierno no democrático.
Fue así como en diciembre de 2007, de forma muy clara los venezolanos le dijimos NO a la reforma que pretendía echar por tierra los anhelos de todos, que quería acabar con el derecho a ser dueños de nuestro esfuerzo y las oportunidades de progresar.
El cambio ha seguido avanzando de manera firma y consistente, en el 2008 logramos victorias en Gobernaciones y Alcaldías que representan a la mitad de los venezolanos, y resultan muy claras las diferencias entre las gestiones democráticas y los gobiernos oficialistas que sólo siguen órdenes del jefe de Miraflores.
Así llegó el 2010, y de nuevo quedó demostrado que la mayoría no queremos ese camino radical que pisotea nuestra constitución, que pretende que todos seamos empleados públicos y que desde el Gobierno se decida como pensamos, que comemos, como nos vestimos, que estudiamos, cuales medios de comunicación podemos acceder
Ante este resultado, la arremetida no podía ser distinta por parte de alguien obsesionado por el Poder. Ya no importa lo que quiera la mayoría del Pueblo, ya no importa lo que diga nuestra Constitución, sólo importa la consolidación de un régimen a la medida.
Pero todo esto nos confirma que estamos en el camino correcto y nada ni nadie nos sacará de allí. El Presidente arremete contra todo porque tiene miedo, pánico, como si estuviera en un cuarto de espejos que le muestran la realidad: haga lo que haga tiene fecha de vencimiento, el 2012.
Hoy en Venezuela existe una alternativa que seguirá transitando el camino democrático de nuestra constitución, que no pisará los peines que intenta el Presidente todos los días en su “show mediático” permanente en cadena nacional, porque a la fuerza del cambio no la para nada ni nadie.
