El camino opositor
Hay un visible y amplio proceso de deterioro socioeconómico en Venezuela, con serias consecuencias para el presente y el futuro. El sector petrolero está agobiado de cargas políticas y está impedido de crecer, en realidad, está en caída la producción y las exportaciones. Esta situación también tiene implicaciones políticas, la más evidente el fracaso del proyecto llamado socialismo chavista o del siglo XXI. Al igual que el socialismo marxista del siglo XX, sus políticas gubernamentales centradas en mantener el poder sin mayores escrúpulos, socavan la base productiva y crean escasez generalizada de bienes. Esta es su marca de fábrica.
Pero hay otra cuestión aún más importante, ¿puede la oposición política recibir el mando y dirigir la recuperación de Venezuela? El país no está en condiciones normales. No sólo las instituciones políticas se han debilitado, las finanzas públicas y el BCV están en manos de operadores políticos sin calificación ni intenciones de estabilizar la economía venezolana. La crisis de falta de divisas para sectores productivos y comerciales no tiene solución con medidas de cálculo electoral. Estamos en medio de una centrifuga de déficit público, emisiones monetarias, depreciación del bolívar, más inflación, escasez y caída del salario real. Maduro y su desgastado equipo jamás podrá detener esta espiral descendente, sin una rectificación política e ideológica de fondo.
¿Qué puede hacer la oposición política organizada? Creo que hacen falta dos actitudes políticas nuevas. Una, comprender la magnitud del descalabro económico-petrolero y sus consecuencias económicas y sociales, ya palpables para toda la población; narrarla a todo el país en forma sistemática, como el principal problema nacional, el cual incluso ha facilitado el mayor desarrollo del crimen organizado, dando curso a una sociedad más violenta. Segundo, enfocar el dialogo con el sector oficialista, quienes tienen completa consciencia del desastroso curso de las condiciones socioeconómicas, en el tema económico-petrolero-social; además de explicar al país, porque la escasez e inflación no se podrán detener ni en 6, 12 ni 24 meses, bajo la política del socialismo chavista. Eso obliga a construir y ofrecer una alternativa con autoridad y capacidad para darle un rumbo distinto al país en condiciones adversas sin paralelo en más de un siglo. Eludir el tema económico-petrolero por razones de táctica electoral o prejuicio revelaría falta de sensibilidad por el futuro de Venezuela.