El decálogo de Chávez (I)
El decálogo de Chávez es un “Guacho” para someter a un pueblo. El «guacho» es un formato militar para facilitar y unificar la toma de decisiones. El decálogo actual fue aplicado por Fidel para dominar a Cuba. Ahora ha sido transformado por Chávez en un instrumento militar para el control político en Venezuela. La versión política del “guacho” militar condujo a Pérez Jiménez al desastre. Chávez va por ese camino.
Por la licenciosa internet andan circulando varios decálogos. Uno filtrado por WIkileaks muestra al desnudo la sencilla estrategia del líder que mediante ese artificio nos tiene comiendo en la mano. Por otro lado circula el decálogo de Lenin, supuestamente escrito en 1931, del cual es versión actual el decálogo chavista.
El decálogo original fueron los diez mandamientos de la ley que Dios le entregó a Moisés en el Monte Sinaí, hace mucho tiempo. Esos diez mandamientos estaban escritos sobre dos lajas de piedra. Es un conjunto de principios que sirve para orientar a los cristianos en el trascurso de su vida. Por supuesto, esa lista no es única y pronto otros publicaron la suya propia para aplicarla a otras religiones, situaciones y actividades. Los nuevos mandamientos no están grabados en roca sino impresos en papel o, peor, reducidos a signos digitales para ser guardados en bancos de datos ubicados en la «nube».
En los años cuarenta el futuro general Marcos Pérez Jiménez asistió al curso de Estado Mayor en la exigente academia de Chorrillos, Perú, logrando el primer puesto dentro de su promoción. En dicha escuela se utilizaba una plantilla de respuestas a ciertas preguntas. Se la llamaba “huacho”, y era un formato para encuadrar respuestas en cierto orden lógico. Las respuestas a situaciones tácticas debían darse dentro del esquema del «huacho» para ser aceptadas. Cuando Pérez Jiménez asumió el poder insistió en que la Escuela de Estado Mayor del Ejército usara los «guachos» –así lo pronunciaba el nativo de Michelena.
Este preámbulo es para explicar que los decálogos son una especie de “guachos”, algo familiar para un ex alumno de la Escuela Superior del Ejército de Venezuela. Todos los militares patria o muerte que Ud. ve por ahí son seguidores del «guacho». El “guacho” es un práctico formato que tiene las proposiciones de respuestas listas, de manera que sólo hay que llenar los espacios en blanco. Así podemos comprender que las diez normas para someter a una nación reveladas por Wikileaks como el decálogo estratégico de Chávez y publicado en “El Nuevo País”, pudo ser aceptado sin resistencia por el discípulo predilecto de Fidel. En la Escuela de Estado Mayor del Ejército de Venezuela nadie puede aprobar un examen sin usar los “guachos”, y si no que lo diga el propio Chávez.
Obviamente, el “guacho” limita la creatividad y encasilla el intelecto. Pero los militares quieren respuestas sencillas a problemas complejos, dentro de un esquema preestablecido, sin sorpresas ni revoluciones. Tal vez por esto Chávez fue reprobado una vez, aunque luego, aplicando el “guacho”, pudo aprobar el examen de reparación. Lo importante de esta historia está en que tal como decía mi abuelo: «La letra con sangre entra». El díscolo alumno Chávez aprendió a usar los “guachos a punta de regleta y yendo a reparación. Fidel le pasó el decálogo a HCF y ahora Wikileaks lo pone en evidencia. Los que no conocen este decálogo para esclavizar a un pueblo pueden leerlo en el artículo publicado el martes 18 en “El Nuevo País”, o en mi blog http://www.puestodecombate.org/, bajo el titulo « Estrategia de Chávez revelada en Wikileaks»
En futuros artículos explicaré como el mandadero utiliza este «guacho» para tomar decisiones de estado y como esos procedimientos se fosilizan haciendo inútiles y contradictorias ciertas decisiones dictatoriales. El uso del «guacho» oxida el cerebro y su repetición sin pensar conduce a errores políticos gruesos. El que tenga dudas que estudie lo que le paso a Marcos Pérez Jiménez.
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