El discurso de Baduel
Llama poderosamente la atención el discurso del general Baduel al dejar el Ministerio de Defensa. Es una nueva demostración de que los personajes que forman parte del ejército venezolano cuando leen, cuando piensan, se indigestan. Además de una clara muestra de ignorancia al escribir “cito” y “fin de la cita”, que es algo que se dice para que los que oyen sepan que se trata de una cita, pero que no hay que escribir, pues los que leen se dan cuenta, en presencia de las comillas, de que se trata de una cita, el discurso es un catálogo de textos mal digeridos y peor entendidos. Parecería un gesto de adulancia al caudillo para conseguir otra chamba. ¿PDVSA? Puede ser. Acusa al ministro rojo rojito de ineficiente, de torpe, de ser incapaz de producir el dinero que el socialismo del siglo XXI debe repartir. Critica a los de la llamada Cuarta República por la regaladera de dinero, que es algo que Chávez y los suyos han llevado a extremos grotescos, y habla del “boom” petrolero como si sólo lo hubiera habido en tiempos de CAP o de Herrera Campíns, Lusinchi y Caldera, cuando en los de Chávez ha sido aún más fuerte y peor administrado. Mezcla a Marx y Engels con Cristo, un Jesucristo mal entendido y peor asimilado, y nada menos que con los Samurai, en una clara demostración de sus tendencias fascistas. Y jura que en Venezuela sí hay división de poderes, como lo afirma el caudillo. Queda en el aire una gran incógnita: ¿Por qué lo exhibieron en una forma tan grotesca como lo exhibieron? ¿Por qué lo desnudaron en público? Dicen que fue obra del caudillo, que para mantener a sus jenízaros sumisos, los anula y se los come con una fresa de adorno. ¡Cosa tan grande!…