Opinión Nacional

El fraude del 8-D y el 2014

“El espíritu de resistencia es lo que ha enseñado al hombre a ponerse de

pie y a asumir una posición erguida en lugar de andar en cuatro patas”

Winston S. Churchill

Creo que estas reflexiones serán más extensas que lo acostumbrado pero han ocurrido muchas cosas desde la última vez que les importuné con mis “Desahogos”. No quise escribir antes de las llamadas elecciones municipales que se realizaron el pasado 8 de diciembre para no discutir más de lo necesario ni importunar a familiares y relacionados pues había decidido no votar, como no voté ni pienso volver a votar hasta que cambien las condiciones que hacen una burla del gesto de sufragar, el supuesto ejercicio de la soberanía popular. No es posible votar en un régimen donde la autoridad encargada de lo electoral no es autónoma, a pesar de lo pautado en la constitución; es no solo descaradamente parcial a favor de una de las partes en lidia, sino sometida vergonzosamente al ejecutivo y sus candidatos; con un REP intencionalmente contaminado y adulterado por distintas irregularidades y fraudes, como lo han confesado los mismos “expertos” electorales de la MUD, como el Grupo La Colina; y, unos “votos” que no los cuentan los votantes sino unas máquinas corruptas y corrompidas, diseñadas para loterías, desechadas y prohibidas en democracias de verdad ¿Exagero?

Votan bajo la égida de un CNE cuyos miembros fueron designados contra lo dispuesto en una constitución, de comiquitas pero vigente, con la gestión vencida de 3 de sus 5 miembros principales, y no renovados hasta que el chavismo esté seguro de su asalto a la mayoría calificada en la asamblea que maneja el Sargento Diosdado Cabello, con el concurso de un TSJ también espurio en su origen y absolutamente cómplice del oficialismo.

Por esta abstención decidida fui calificado, antes y después del 8-D, por esa persecución fascistoide de la llamada oposición oficial a cualquier voz o voto disidente, de ignorante, irresponsable y estúpido. No respondí, pero debo decir que estúpido es votar en las condiciones que acepta y celebra, como un logro, la MUD. Que estupido es seguir sacando cuentas de lo ganado y no ganado para la MUD cuando no participó en el conteo de los “votos”, sino que fue excluida de todo el proceso y otro, parcial y sumiso a Maduro, se las presentó. Que estupidez es decir, y seguir diciendo, que Maduro ganó 226 de 335 municipios, y la “oposición” solamente 68, porque ordenó el saqueo de Daka y otros comercios; al igual que excusaron el fraude electrónico en el referéndum del 2004 por la estratagema fidelista de las “misiones” ¿Cuántos Daka hay en el país? ¿En cuántos de esos 226 municipios “ganados” por Maduro hay una tienda de pantallas planas? Lo que pasa es que la MUD actúa como esos alumnos flojos de arrestos y voluntad, majareteros, que sacan malas notas y se excusan con el alegato de que el profesor no los quiere o les tiene rabia ¡Que son flojos para pelear y más nada!

El resultado electoral, la derrota plebiscitaria de Capriles, no se fraguó en los municipios, se construyó en Caracas; en esas computadoras del CNE que Tibisay Lucena consulta, en su paseíllo con la pompa de un mago de teatrillo, por la rampla al piso de arriba, acompañada del “representante” Díaz, en una escenografía propia de los estafadores de feria. El CNE organiza trampas, no elecciones.

Fue grotesco que la MUD celebrara apresuradamente que ganó Barinas, tierra de los Chávez, o Maturín, origen vergonzoso del sargento Cabello, o los municipios Baruta o Sucre de Miranda, mientras no pueden afirmar que vivimos en democracia, que somos libres, que no somos una colonia de la Cuba castrista ¿Es que hay alguien que me pueda desmentir? ¿Se elige realmente, o solo se vota? Se vota como comparsas de una burla continental y mundial, a los ojos de la prensa y gobiernos serios del mundo.

Creo que es hora de abandonar el chupón.

El chavismo, a través del CNE, le da “triunfos” a la MUD –Sucre, Baruta, Chacao, Lagunillas, Maturín, etc.- para que no abandonen el juego perverso de las “jornadas electorales”: 19 o 20 votaciones en 15 años ¡Ni en la Atenas de ayer se votaba tanto! Así se consiguen mendrugos efímeros y cesiones temporales del totalitarismo en desarrollo. Pero no ceden el municipio Libertador de Caracas porque así cimentan la patraña de la división de Caracas entre los “pobres” del oeste contra los “ricos” del este: burgueses y oligarcas contra patriotas; chavismo puro y consecuente en los 226 municipios del pueblo preterido de nuestros campos contra las élites y ricos de las grandes urbes, privilegiados, con servicios, casas con jardines burgueses. Todas consignas de odio y separación fabricadas por comunistas cubanos y autóctonos para estimular el resentimiento rentable para el dominio clasista, contrario al interés nacional. Por eso es que cada “triunfo” de la MUD está fríamente calculado.

 

Ahora, la derrota plebiscitaria, otra genialidad de un liderazgo opositor vacuo, ha producido una reacción contra la derrotada MUD, explicable pero no compartida por no ser importante; es una maniobra de diversión para perder tiempo y esfuerzos en un ente inútil y torpe. No es lo importante. Después del 8-D leí unas declaraciones del joven Capriles muy sesudas sobre la economía y la inflación, y me acordé de aquellos asesores del entonces candidato Clinton, que cuando se ponía a hablar de política lo corregían recordándole que hablara de la economía; “la economía, estúpido” y que le decían. Pues aquí hay que decirles a estos líderes, sin ideología aunque se llamen socialistas, y que pretenden un triunfo seguro e ineluctable gracias a las torpezas de la política económica perversa del chavismo, que ese no es el camino, que el problema de Venezuela es otro; que es la Libertad y la Soberanía perdidas; que hay que gritarles: “La Libertad, estúpido”, “La Soberanía, estúpido”. Pero no es posible una reacción digna pues esa conducta los llevaría a algo que les rebela los calzones: una confrontación seria por la democracia perdida y la soberanía humillada por el invasor cubano, cuya cabeza de playa se instaló en Miraflores en 1999 y ahora se resume en una satrapía malintencionada; lo que los llevaría a concluir que la estrategia electoralista no es factible ni viable pues no hay Estado de Derecho ¿Lo podrán entender, o se seguirán haciendo los bolsas y alcahueteando al Tirano cubano y su servil Maduro?

Decía que hay una reacción contra la MUD absolutamente innecesaria pues hay que entender qué es la MUD. La MUD no es más que una “organizadora de ambiciones”, que surgió de la antipolítica, de la que es contraria a la política seria, y de todos. Ramón Guillermo Aveledo, su promotor, es un buen hombre, conciliador y despierto para identificar las rencillas de los partidos, las botellas vacías. Llamado por su experiencia en la época democrática del Pacto de Punto Fijo a disfrutar del sistema pero sin condiciones personales para luchar por esa democracia que le dio todo. En una sentencia de Luis Herrera Campins sobre muchos jóvenes de la llamada generación del 58 dijo algo así: “Llegaron a disfrutar las mieles de una democracia por la que nunca lucharon; supieron de sus favores, ventajas y honores, y no de los sacrificios que exigió, la abandonaron por hedonismo.” La MUD no ha sabido por eso dictar líneas políticas, solamente lograr acuerdos cupulares entre los partidos que la integran; diseñar primarias con el concurso cabrón del CNE y sus maquinitas. Algo así como realizar un censo de judíos franceses con el concurso de la policía de Vichy durante la ocupación nazi en Francia. Por eso ocurrió el aquelarre de los alcaldes y gobernadores en Miraflores con Maduro el 19 de diciembre del 2013, donde cantaron a capela con el Tirano Eterno, y nadie recordó la ilegitimidad constitucional del anfitrión. Hubo casos lamentables de alcaldes genuflexos, en especial dos copeyanos, sin duda de la corte dialoguista de Henríquez y el tigre Fernández. No hubo línea política frente al ilegítimo denunciado ante la OEA ni para exigir la vida y libertad del mártir Simonovis.

Pero a la MUD hay que dejarla en paz; que aproveche el receso electoral del 2014, que tanto preocupa a Maduro y sus cubanos, y se dedique a organizar las ambiciones de sus candidatos guiñol, los títeres de cada evento.

Lo que tenemos que hacer es montar en toda Venezuela, en cada uno de sus estados, municipios y ciudades Comités de Resistencia Unida, con estudiantes, líderes sindicalistas, empresarios, maestros, profesionales y académicos de cada comunidad para que defiendan a los ciudadanos y sus derechos. Que protesten por las invasiones a las universidades, por el abandono a las escuelas y hospitales; contra los asesinatos estimulados por la impunidad y la connivencia de los ministros de Maduro; que se acerquen a los militares dignos, que son mayoría, y los entusiasmen a defender la soberanía y al ciudadano, su hermano; que reclamen de las iglesias una actitud más firme y ajena al falso diálogo al que llaman chavistas y pobres políticos alcahuetes. A la par, estoy seguro que del seno de los partidos que hoy medran en la MUD saldrán voces de rebeldía y depondrán a sus autoridades pendejas.

No tenemos alternativa. Como dijo no hace mucho una valiente y preclara venezolana, que me inspira con su ejemplo y trayectoria, no podemos resignarnos a ser colonia de los Castro; no podemos huir porque estamos sembrados con dignidad en el suelo patrio; solamente podemos y debemos insurgir. Y de eso se trata.

 

 

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