El hombre es un animal
Pese al raciocinio y a los avances de la ciencia y la tecnología, el hombre por lo visto sigue siendo un animal de costumbre. El ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia Dr. Eladio Aponte Aponte, “asilado” en la DEA, E.U., se acostumbró a tal punto a recibir ordenes del espadachín de la republica bananera de Venezuela, que cuando su verdugo ya no lo llamaba para dictarle pautas, se intranquilizó y le vino a la memoria el caso del fiscal Danilo Anderson, a quien le colocaron una bomba plástica en su automóvil y lo echaron a volar por los aires.
Lo peligroso de este triste espectáculo, no son las infidencias del Dr. EAA en contra del primer vergatario nacional sobre hechos que se caen de maduros, sino el haber confesado públicamente que durante el ejercicio de su cargo favoreció a ciertas personas incursas en delitos y a un militar sospechoso de narcotráfico para poder ocultar a su superior en rango. Admitir que torció la justicia para congraciarse con el presidente de la republica o con cualquiera de sus ministros, no lo releva de culpa y lo coloca en una vulnerable posición que le puede costar la cárcel en los E.U., y su posterior extradición a alguna de las cuevas del diablo en Venezuela.
Pero, la nota alegre y conmovedora de esta trágica novela criminal, es que el Dr. EAA, admite su responsabilidad y se retracta en publico, a diferencia de muchos otros que estarán esperando que brille el sol para que salgan a relucir sus trapos sucios. La carga emocional y el temor a perder la vida en manos de algún sicario, quizás fueron los resortes que lo impulsaron a dar ese brinco hacia la luz. Vaya! No es para menos…
“Si el malvado deja de hacer lo malo y hace lo que es bueno y justo, a causa de ello vivirá. Vosotros diréis: ‘El Señor no está actuando con justicia.’ Pero Yo juzgaré a cada uno de vosotros, de acuerdo con vuestras acciones.” (Letanía del profeta Ezequiel).
