Opinión Nacional

El manifiesto del PSUV

Son enemigos de Estados Unidos y la jerarquía eclesiástica, eliminarán la propiedad privada sobre los medios de producción y abrazan el marxismo como ideología. ¿Son comunistas? .

Se declaran marxistas como ideología rectora, proponen la eliminación de la propiedad privada sobre los medios de producción y del comercio privado. Se elimina el concepto de la separación de poderes y se propone la creación de la Quinta Internacional en la tradición de las cuatro anteriores internacionales comunistas que han existido desde 1864. Tales conceptos están claramente establecidos en las Bases Programáticas del PSUV y la Declaración de Principios, documentos emanados del I Congreso Extraordinario del PSUV, publicados en abril de 2010.

¿Son el PSUV y el proceso revolucionario venezolano un movimiento que se encamina hacia el comunismo?

El presidente Hugo Chávez declaró recientemente, en respuesta a las apreciaciones que hiciera el cardenal Jorge Urosa Savino, que: «Es una mentira del tamaño del sol que aquí se quiera implantar un socialismo marxista».

La polémica subida de tono que se ha desatado en el país por las declaraciones de Urosa Savino no están referidas solo a las críticas que hiciera el cardenal por la gestión de Chávez, los señalamientos de corrupción, la irresponsabilidad por lo de los alimentos de Pdval y la ineficiencia del Gobierno. La ira desatada tiene su centro en la calificación que hiciera Urosa según la cual el Gobierno les está imponiendo a los venezolanos una línea marxista-comunista. Ello provocó la reacción del primer mandatario en los actos del 5 de Julio, quien señaló a Urosa como «un grandísimo farsante». Posteriormente se reprodujeron los pronunciamientos del Tribunal Supremo de Justicia y de la Asamblea Nacional acompañada por otras voces oficialistas quienes invirtieron muchas horas en los medios de comunicación para decir que no son comunistas y que se trata de una campaña para desprestigiar el proceso bolivariano con el fantasma del comunismo.

Más allá de esta polémica y de lo que dice uno y otro, hemos querido presentar a los lectores lo que está escrito y lo que ha sido aprobado por los propios bolivarianos como modelo de país.

Quiénes son los enemigos

Lo primero que se aclara es que nos encontramos en un período de transición, y el objetivo es la superación del capitalismo para la construcción de un nuevo modelo que denomina «Nuevo Estado Socialista».

Según precisa el documento «el enemigo principal de la Revolución Bolivariana es el imperialismo capitalista, especialmente su centro hegemónico, el Gobierno estadounidense, sus monopolios transnacionales, en particular los de los sectores financiero, tecnológico, militar, económico y mediático». Asimismo se destaca como enemigo a la «jerarquía eclesiástica» y las burguesías, así como todo sector social que sirva de base social al imperialismo.

Para conseguir ese objetivo aceptan que es necesario durante la transición las formas de lucha y organización democráticas, electorales, pacíficas y constitucionales. Pero entienden que estas formas de lucha «tienen un carácter burgués» pero es necesario trascenderlas. Así se aclara que la Revolución Bolivariana no es una revolución desarmada y se plantea su defensa mediante la participación de todo el pueblo. Ello hasta la derrota definitiva de «nuestros enemigos de clase».

Poder concentrado

Señala el documento del PSUV que no es posible superar el capitalismo o «democracia burguesa» si no existe claridad teórica sobre sus fundamentos. Esto lo consideran un tanto difícil considerando que la experiencia de 40 años de democracia representativa genera un imaginario y unos valores profundamente arraigados en la conciencia popular para la transformación al Nuevo Estado Socialista.

Por ejemplo en el camino para controlar todo los poderes públicos se señala: «El ejercicio intransferible de la soberanía, de la cual emanan y a la cual están subordinados todos los poderes públicos (Legislativo, Judicial, Ejecutivo, Electoral y Moral), implica necesariamente que «el pueblo los concentre en sus manos» como forma de superar a la concepción liberal burguesa de la separación formal de poderes». En este punto, al igual que lo hizo el estalinismo en la URSS, se funde el concepto de pueblo con el del partido, que en nombre de aquel asume el control de los poderes.

El concepto elimina la posibilidad de la convivencia entre distintos partidos políticos o tendencias filosóficas en la distribución del poder, tal como existe en la «democracia representativa». Es decir, solo el pueblo o el partido del pueblo (PSUV o los partidos aliados) pueden ejercer el control sobre los poderes públicos.

La Quinta Internacional

El PSUV se declara marxista, anticapitalista y antiimperialista. En tal sentido consideran que la construcción del socialismo en Venezuela es inseparable de la lucha antiimperialista, de allí que deben avanzar en la construcción del bloque de países socialistas como alternativa frente al capitalismo. De allí la construcción de una «nueva arquitectura de alianzas internacionales como el ALBA, Unasur, Petrosur y otras que permitan debilitar al imperialismo como enemigo principal.

Pero para articular la lucha contra el imperialismo en el contexto internacional que abra una perspectiva de lucha revolucionaria es necesario convocar a la Quinta Internacional.

Sostiene el documento que si bien el imperialismo padece de una crisis sistémica, la crisis por sí misma no va a destruir al imperialismo. «Se requiere de un contendor político capaz de disputarle la hegemonía y es donde la Revolución Bolivariana juega un papel fundamental».

Recordemos que las internacionales comunistas han jugado un papel fundamental en la historia para promover la ideología marxista y la lucha de clases. La primera Internacional se remonta a 1864 cuando Karl Marx, autor del Manifiesto Comunista, y Friedrich Engels fundan esa organización destinada a agrupar a los trabajadores del mundo. Más tarde, en 1876, Engels promueve la Segunda Internacional en París a fin de agrupar a los partidos socialistas y socialdemócratas. Pero más tarde, con el triunfo de la Revolución Rusa, se produce la separación entre socialdemócratas, considerados reformistas y los revolucionarios, y en 1919 en Petrogrado se funda la Tercera Internacional encabezada por Lenin y los bolcheviques, agrupando a todos los partidos comunistas del mundo. Con el ascenso de Stalin al poder en la URSS y el encarcelamiento y destierro de la mayoría de la dirigencia bolchevique, período conocido como la Gran Purga, León Trotski sale al exilio y funda la Cuarta Internacional, la cual aún mantiene organizaciones y partidarios en el mundo.

Es ahora, en el Congreso Extraordinario del PSUV, cuando Hugo Chávez propone e incluye en el programa del partido la formación de una Quinta Internacional agrupada en torno a la Revolución Bolivariana.

Nuevas instituciones

En cuanto a la organización de la sociedad no está contemplado hacia el futuro mantener los organismos plurales representativos de la diversidad como el Parlamento, y las instituciones emanadas del voto popular. Al menos eso no se menciona.

En su lugar se señala que el objetivo central es el fortalecimiento del Poder Popular, que en esta etapa de transición debe expresarse en la creación de un nuevo espacio público comunal. «Es necesario eliminar la falsa dicotomía entre espacio público y privado, pues los aspectos más importantes de la formación del carácter y la escala de valores que sirven de soporte a la dominación política se forjan en el llamado espacio de la vida privada, colonizado por los aparatos mediáticos en defensa de la propiedad privada. Necesitamos un Estado fuerte que vaya asumiendo progresivamente diversas esferas de la economía y la vida social y cultural. Surgirá así un nuevo Estado socialista que terminará de desplazar al Estado burgués» (…) «La comuna, como forma organizada de la comunidad, será la célula fundamental de la nueva sociedad».

Fin de la propiedad privada

Dice el documento que «solo es posible avanzar en la eliminación del capitalismo si se eliminan las relaciones sociales de producción basadas en la explotación del trabajo ajeno. Una de las condiciones para lograr ese objetivo es la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción esenciales. En su lugar se promueve la «propiedad no monopólica con función social». Las empresas mixtas con mayoría accionaria del Estado. La propiedad comunal, forma de propiedad colectiva que solo puede usufructuarse en comunidad. Y la propiedad personal, que consiste en el patrimonio personal y familiar, pero que no puede usarse para la explotación del trabajo ajeno.

Estatización de la banca

Ruptura de la «financiarización» de la economía que permite al capital financiero internacional, que controla los sistemas financieros nacionales, captar el ahorro interno.

En su lugar se plantea «la creación de una banca estatal sólida, transparente, eficiente y solidaria, en capacidad de promover el crédito como apalancamiento de una economía productiva. Por supuesto, se mantiene el control de cambio y de las tasas de interés. Control de los mecanismos de fuga de capitales y movilización de capitales. Y la sustitución del dólar y de los bancos estadounidenses para mantener las reservas internacionales, y como moneda de reserva.

En el área del comercio proponen «eliminar la intermediación comercial capitalista. Señalan que el problema fundamental no es tanto la red de circulación sino dilucidar los mecanismos que el capitalismo utiliza, como la publicidad y la propaganda para generar necesidades sociales artificiales. Por tanto es necesario eliminar la intermediación del comercio capitalista creando cadenas de comercialización de carácter socialista.

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