Opinión Nacional

El nuevo “por ahora”

Ya los actos y discursos de Chávez no causan sorpresas. En ellos es común la aceleración de acción y de palabra, lo cual nos obliga a activar el pensamiento analítico, pero más el psicoanalítico, con el cual podemos fácilmente descubrir la perversidad que trae en mente. No hay dudas, en su semblante y en su alocución se dibuja la mentira y la malevolencia, tanto contra sus adversarios –según sus palabras- o contra los pobres tontos humildes, que lo han seguido embelesados y con un amor indestructible sin sentido, a pesar de que en su mente solo persiste una maraña ocasional, que esconde una idea ególatra y narcisista, que adorna con su conducta enfermiza ya descifradas por eminentes psiquiatras. Todo en él es una morfología elucubrada para su provecho personal en el alimento de su ego y narcisismo.

Se equivocan los que han creído siempre que Chávez es un ser racional, culto, versado en política y gobierno. Mas grave aún, que intentan fundamentar sus habladurías en estudios de doctrinas políticas, cayendo en la saga que siempre surge, cuando él fundamenta a posteriori su decir en las exposiciones de sus oponentes intelectuales o necios.

Este, nuestro pensamiento vidente, conocedor del “pensamiento” militar, nos ha conducido siempre a entender o adivinar lo que Chávez se ha traído en mente, aserrín, que no es estiércol, como él calificó el voto por el NO. Afortunadamente, no se le ha dado relevancia a lo que lo encumbró luego del 4F, el “por ahora”, que a falta de seso enjundioso, que nunca ha tenido, cree que puede revivir una hazaña, hoy mas que extemporánea. Si no lo han pensado, lo lacayos que lo secundan y han desplegado esa sarta de vallas “POR AHORA”, están creyendo que el pueblo humilde se deja engañar dos veces. Esta respuesta el 4F no cala de nuevo en nuestro gentilicio. Nuestro pueblo piensa ¿Y cuando es ahora? Lleva ya casi diez años anunciando planes y mas planes, uno tras otro para creer remediar el fracaso de cada uno de ellos. NO, hay que remachacarle a Chávez que ya el pueblo le dio su respuesta: NO, no hay mas por ahora, salvo el deseo porque nos deje tranquilos y abandone el barco de su fracasado gobierno. El es bueno como faramallero, pero no como gobernante. Hasta Bolívar le dijo basta y está preocupado porque no sabe lo que quiere hacer con sus cenizas. Hasta eso llega, al colmo de intentar profanar su tumba.

Creemos que todos debemos convencernos de que Chávez es un despojo político que tuvo vida en una fantasía venezolana, capitalizada por la lamentable antipolítica que vivimos en la década perdida del siglo xx. Ese momento alimentado por los discursos que crearon y fomentaron el “chiripero” de Caldera, utilizado luego por el candor militarista de nuestro pueblo humilde, que aún no ha salido del amor patrio que crearon los autores de la república pos independencia, a la luz del caudillismo, temporalmente derrotado el 23 de enero de 1958. Hoy, a 50 años de esta jornada, pareciera que es necesario retomar el valor que animó al pueblo, bajo las banderas de los estudiantes.

Para entender el “por ahora” de Chávez, no hay más remedio que juzgarlo a la luz del 23 de enero, Ny recordar que entre el 4F y el 2D, ha transcurrido medio siglo de historia anticomunista, que dejo en escombros el muro de Berlín y mantiene en fósil al dictador de Cuba. ¿Chávez es otra cosa? o, basta verlo cuando se asusta; se pone el uniforme militar y busca el apoyo de su EM y ni de reojo mira a los líderes del PSUV. Ya vieron el ridículo de la AN y el de William Lara lavando la boca de Chávez con el final de la novela de García Márquez.

Pero dejando de lado el personalismo y el orgullo derrotado, debemos revisar y analizar los elementos conclusivos del “chavismo”. Para ellos, “Esta campaña electoral se ha llevado bajo un proceso de enorme polarización social a izquierda y a derecha que se ha reflejado finalmente en estos resultados”. Es decir, para la “Corriente Marxista Revolucionaria”, que se supone sean los ideólogos de Chávez, se trata de un enfrentamiento de izquierda y derecha, faltaría entonces definir quienes integran la derecha y quienes la izquierda.

Igualmente, en su informe exponen: “Lo que más llama la atención es la victoria del NO por sólo 130.000 votos, lo que refleja la enorme polarización social, uno de los rasgos fundamentales a destacar de la actual situación. Otro punto es que, respecto a las elecciones presidenciales de hace ahora un año (3 de diciembre de 2006), ha habido apenas una subida del voto de la derecha de 250.000 votos, menos de un 10%. Es decir, la derecha no ha ampliado su base social que se mantiene prácticamente igual”. Como vemos, para estos seudo analistas, solo los votantes por el NO integran la derecha. Para ellos, la abstención es del chavismo (mas de 7 millones), que sumados a los 4 que votaron por el SI, suman 11 millones. Es decir, la izquierda se incrementó en 4 millones (si Luis). Que burda matemática, por eso es que Chávez mete tanto la pata.

Continúa el informe: “El rasgo más significativo de este referéndum es que Chávez sacó hace un año 7.309.080 votos. Es decir: 3 millones de votantes chavistas se han abstenido en este referéndum. No se han ido a la derecha sino a la abstención: ésta hace un año fue de 25, 3 % y ahora ronda el 45% Esa ha sido la causa fundamental de la derrota del día 2”. Como puede verse, estos analistas se conforman y convencen a si mismos con sus suposiciones. Pareciera que tuvieran un registro individual de sus “borregos” y solo les basta llamar a su rebaño para enterarse de las deserciones. Para ellos, Chávez es el centro de atracción en su polo. Olvidan que junto a él se congregan los rebaños de muchos líderes, que en su mayoría se han separado del proceso en la medida y proporción de su mayor capacidad e intelecto.

Pero del informe, es interesante mencionar, que para los revolucionarios, es grande el grado de convencimiento que tienen sobre su verdad. “Pensar que la revolución ya ha triunfado porque ganamos las elecciones del 3 de diciembre (de 2006), porque somos más y tenemos razón, es un grave error. Aún mas, pensar que la revolución es irreversible es un error. Mientras el poder económico del país siga en manos de los capitalistas la revolución estará amenazada. La idea de que la cuarta república “no volverá” sólo será una realidad cuando el conjunto de las tierras, la banca y la industria este en manos del pueblo y las comunidades”.

Aquí es donde fundamenta Chávez su nuevo “por ahora” “(…) Por todo ello hay que ir hasta al final cuando antes y dar el golpe definitivo al capitalismo en Venezuela. Cuanto más tardemos más tiempo les damos para organizarse de nuevo.”

Como vemos, todo esto es un jarabe emulsionado, que contiene falsos sofismas, teorías anquilosadas, desfasadas y derrotadas, mezclados por teóricos ignorantes y radicales, cuya vena intelectual no es vista por los verdaderos capitalistas “robolucionarios”, que solo esperan el grito de ataque para abandonar la batalla.

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