Opinión Nacional

El Papa Dimitió acosado por un coctel de problemas

Me encontraba en Roma cuando se dio la noticia de la “Abdicación” del Papa Benedicto XXVI, del cual siempre tuve simpatía. Un hecho histórico que ha sorprendido al mundo entero, y seguramente transformará la iglesia católica colocando al Papa Ratzinger, conocido como conservador, como un papa “revolucionario”. El Papa Pablo VI había dicho sobre este tema: “Del rol de padre uno nunca puede renunciar”, -y la verdad-, siempre creí que los Papas no podían renunciar. Por tal motivo la sorpresa y a la vez intriga realmente las razones por las cuales un Papa se ha visto obligado a tomar tamaña decisión. Se asoman interrogantes fundamentales como: ¿Cuáles fueron las razones de esta trascendental decisión? ¿Quién será el nuevo Papa? ¿Pueden los próximos Papas seguir este ejemplo? ¿Qué significará este precedente? ¿Cómo será la convivencia entre dos Papas?, entre muchas otras.

Las fuentes oficiales del vaticano daban como razones,-por demás justificadas- la salud y la edad del Papa, ya que últimamente había sufrido varios accidentes de tipo físico y una operación de marcapaso poco conocida. Pero estas razones no pueden haber sido las únicas, más cuando venimos de la impresionante experiencia de su antecesor Juan Pablo II.

Es indudable que, en los 8 años del papado de Benedicto XVI, la iglesia ha tenido que afrontar una combinación de factores, temas y problemas, tanto internos como externos, mortificantes y difíciles de gestionar.

Entre los factores internos, se encuentran: El caso “Vatileaks” (1), la fuga de documentación privada del Vaticano que ha comprometido seriamente la eficiencia de uno de los más antiguos servicios secretos del mundo; y el caso del Instituto para las Obras de Religión o IOR (2) órgano financiero del vaticano que se encuentra en una situación desastrosa al no estar incluida en la lista blanca de las instituciones financieras por irregularidades tales como la penetración mafiosa y lavado de dinero.

Entre los temas de carácter externo a la iglesia se encuentran: Los casos de abusos sexuales, y los temas relacionados con el matrimonio homosexual, así como también la posibilidad de reformas tales como: la posibilidad de que por  falta de sacerdotes estos puedan casarse, de que las religiosas puedan dar misa, abrir la comunión a los divorciados, entre otros.

Es muy probable que este cóctel de problemáticas hayan sido las causas que generaron las divisiones internas entre facciones, que tanto mortifican a Ratzinger y que ha traído como consecuencia una rivalidad intensa y difícil de controlar. Lo difícil de precisar es ¿entre quienes? y ¿por qué?, ya que no se logra saber cuál es el tema o los temas de la rivalidad y cuáles son los grupos o individualidades que la componen. Seguramente serán estos los temas de reflexión para el cónclave que le tocará decidir quién será el nuevo Papa.

Visto el análisis, se justifican aún más las razones por las cuales se ha producido la decisión del Ratzinger. Por otra parte es legítimo entender las preocupaciones, diversidad de opiniones y visiones que existen dentro de la Curia (3), para eso están, para controlar, y es muy probable que le hayan hecho sentir el peso de los problemas a Benedicto XVI, el cual viéndose disminuido físicamente, así como el factor edad, hayan desencadenado la decisión que hoy asistimos.

Gerencialmente hablando, -quizás por su carácter de teólogo-, el Papa no pudo controlar las graves deficiencias en los departamentos de finanzas, de seguridad, archivo,  documentación y en el Depto. de RRHH, así como sus consecuencias, las rivalidades y las divisiones internas; áreas neurálgicas en cualquier institución, y más aún en la vaticana con más de 2000 años de antigüedad.

El próximo papa debe resolver sobre todo los asuntos internos, para luego afrontar con mayor propiedad y solidez los temas de carácter externo. Es por  esto que la selección del nuevo Papa parte justamente de la configuración de los objetivos que el cónclave definirá para los nuevos tiempos.

Además de esto se busca un Papa con un perfil que permita ser una bisagra entre países emergentes y oriente, que sea preferiblemente joven y carismático, se habla de un papa para el sur del mundo. Es probable que la vertiente de la internacionalización de la iglesia prevalezca. Vs un papa italiano.

Hay probabilidades de un papa Norteamericano o Canadiense, aunque tengo la ligera impresión de que el próximo Papa será un Latinoamericano, veremos .
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Ref.:

  1.  “Vatileaks” http://tiny.cc/v9r9sw
  2.  del Instituto para las Obras de Religión o IOR  http://tiny.cc/3kr9sw
  3.  La Curia Romana o Curia Vaticana  http://tiny.cc/gts9sw
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