El Plan de Ceresole
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El pasado domingo, en “Aló, Presidente”, Hugo Chávez tuvo dos ajustes de cuentas con sus recuerdos. Chávez reivindicó dos antiguas amistades, la del comandante Jesús Urdaneta, el último de los alzados del 4-F, y la de Norberto Ceresole, su amigo y “consultor”, como gustaba identificarse el sociólogo militarista sureño.
Ceresole, quien había conocido a Chávez en Buenos Aires hacia 1994, cuando este salió de la cárcel, desarrolló una intensa relación intelectual con Chávez, quien quedó impactado con sus tesis geopolíticas, donde la creación del mundo multipolar era uno de sus ejes.
El vínculo Chávez-Ceresole se sostuvo hasta el triunfo electoral de Chávez en 1998. En los primeros meses de 1999 -cosas del destino- le correspondería a Urdaneta, para entonces jefe de la Disip, expulsar a Ceresole del país. El sociólogo argentino fallecería varios años después, en Buenos Aires, cuando asesoraba al Coronel Aldo Rico, uno de los jefes de los ultraderechistas “Carapintadas” peronistas.
Hacia el mes de febrero de 1999 Jorge Olavarría se acercó a mi oficina para hacerme entrega de una carta del teórico neonazi (revisionista) argentino que le hizo llegar Nedo Paniz para su difusión. Paniz había quedado como depositario de varios documentos de Ceresole. Era su propuesta de crear una oficina de “Inteligencia Estratégica” para el nuevo gobierno.
Hoy vale la pena retomar algunos de los elementos conceptuales planteados por Ceresole en su correspondencia. La edición que se presenta no afecta el contenido. Escribió Ceresole: “Metodología propuesta para la recolección y procesamiento de la información: se trabajará en el exterior a través de la creación de centros de estudios u otras instituciones (…). A solo título de ejemplo reproduzco un proyecto que mantengo actualmente con Hezbollah, de El Líbano.
“Madrid, 13 de abril de 1998. A mis hermanos del Líbano. Este informe tiene relación con lo que hemos conversado en nuestra última reunión de Damasco. Presenta un proyecto para crear una oficina en Madrid con el objeto de colaborar en el impulso y sostenimiento de las relaciones internacionales de Hezbolláh en Europa y América del Sur”.
A continuación Ceresole describe cómo serían la oficina, su financiamiento y sus funciones “académicas” (publicaciones conferencias, etc.). En “Otras Actividades” se puede leer: “En forma periódica enviaremos a Beirut un análisis de situación de la política europea respecto de la región de Oriente Medio, incluyendo, en la medida de lo posible, las distintas actividades de Israel en Europa. Realizaremos un máximo de contactos con las distintas autoridades españolas en relación con los sucesos de Oriente Medio y trabajaremos en la opción de realizar contactos no públicos (…)”. Ceresole se encargaría del “diseño general de la estrategia, la recolección de información sobre Oriente Medio (Líbano, Siria, Irán), los contactos en España y la evaluación sobre la evolución de la Unión Europea y el MERCOSUR”.
El proyecto de Ceresole fue rechazado. Pero muchas de sus ideas derrotaron el tiempo.
Nota: El nombre de Nedo Paniz se cita con su autorización.
