Opinión Nacional

El próximo 23

Difícil de olvidar lo sucedido el 23 de enero del 2002.

Hace ya 11 años.

Luego de tres años de «inmovilidad política» los sectores democráticos adversarios al régimen salieron a la calle.

Nunca lo habían hecho.

Marchar por el centro de la ciudad fue una apuesta arriesgada y se logró (no olvidemos la existencia de los círculos bolivarianos usados para amedrentar).

Más de cien mil personas lo hicieron. La oposición retomaba las calles. Hasta aquel día sólo los oficialistas lo hacían. La marcha se realizó desde la Plaza Morelos hasta la Plaza O’Leary de El Silencio.

Aunque la fecha 23 de enero había sido estigmatizada por el propio Presidente como una fecha puntofijista, al final el oficialismo cambió de estrategia y también salió a la calle. Marcharon desde la parroquia 23 de Enero hasta Miraflores y luego por la avenida Urdaneta.

Ese día el gobierno no tuvo problema en insistir con las cadenas: hubo tres. La primera de ellas cubrió una misa celebrada en la iglesia de La Cañada, en el 23 de Enero, a la que asistió el Presidente.

La prensa del día siguiente señaló que el acto litúrgico oficialista había puesto a rezar tanto a ateos como a comunistas. Fue una misa que trajo polémica dentro de la Iglesia. El arzobispo advirtió que no era recomendable hacer política en estos actos.

Eran otros tiempos.

Claro está, aquella cadena tenía como objetivo principal sacar del aire los programas de opinión política de la mañana, que comentaban la movilización que estaba por realizarse ese día. Sin embargo, la marcha por la democracia fue todo un acontecimiento. El aniversario del 23 de Enero de 1958 sirvió como punto de anclaje a una diversidad de sectores políticos y sociales de la oposición que no se mezclaban regularmente: las bases de los partidos políticos tradicionales y la clase media, alérgica hasta ese día a tomar calle.

No hubo encontronazos entre las dos marchas, se rozaron en sus trayectos pero no más. Donde sí se vieron fue en el Metro, allí no hubo manera de separar a los venezolanos que ese día marcharon en Caracas.

Por la oposición no hubo liderazgo específico, fue una marcha plural y nadie tomó la palabra al final del recorrido, los oficialistas marcharon desde Catia al Palacio de Miraflores, el Presidente se hizo esperar y cuando apareció, dio una vuelta por los alrededores del Palacio durante quince minutos.

Luego se enconchó y en la tarde salió al Balcón del Pueblo y de nuevo sufrimos cadena.

Luego de 11 años, hoy miércoles 23, la oposición ha llamado a una concentración para evitar choques innecesarios en momentos de desinformación e incertidumbre. Por su parte, el oficialismo prepara la toma de la ciudad y ha engrasado su maquinaria a fuerza de empleados públicos, como se hacía en tiempos de Pérez Jiménez.

Celebran el derrocamiento de un régimen, pero los métodos son los mismos que utilizaba el dictador.

Hace 11 años la oposición recorrió el centro de la ciudad y hoy se concentra en Parque Miranda. Ahora el oficialismo toma la ciudad por los 4 costados, pero el Presidente no estará presente ni los quince minutos del 2002. Ya nada es igual.

¿Cómo será el próximo 23 de enero?

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