Opinión Nacional

El PSUV sí es comunista

Una de las tragedias existenciales de muchos marxistas leninistas del mundo, especialmente latinoamericanos, es que no asumen que son comunistas. Y el PSUV es uno de esos casos. El presidente Chávez se indignó cuando el cardenal Urosa Sabino los llamó “comunistas”.

Comprendo las causas. Durante la Guerra Fría, que enfrentó a los dos bloques mundiales de poder (Estados Unidos y la URSS), las maquinarias propagandísticas de los países capitalistas asociaron al “comunismo” (y con mucha razón) a los peores crímenes, a la escasez de bienes, a la pobreza, a la persecución y encarcelamiento de los disidentes, a la sepultura de la democracia. Así, se creó una matriz de opinión que satanizaba al comunismo.

Los fundadores y primeros teóricos del comunismo fueron Carlos Marx y Federico Engels, los inspiradores del PSUV. Marx sustentaba el comunismo científico, es decir, todo lo contrario al pensamiento mágico y religioso, y fue el creador de la frase: “la religión es el opio (la droga) de los pueblos”. Tanto Marx como Engels defendieron la eliminación de la propiedad privada y la desaparición de las religiones.

Pero además, el comunismo originario postulaba una sociedad de hombres libres, de iguales, sin clases privilegiadas, y donde el ser humano rescataba su individualidad frente a una creciente masificación alienante de la sociedad llevada de la mano del naciente capitalismo. Inclusive, éste sustentaba la desaparición del estado en vez de su fortalecimiento.

Posteriormente, quienes asumieron el poder en diversos países en nombre del movimiento comunista (Rusia, China, Cuba y tantos otros) terminaron convirtiéndose en todo lo contrario de lo que proponía el comunismo originario. El “cambio” socialista pasaba no por convencer a los pueblos sino por vencerlos, por someterlos a la fuerza, y por implantar una dictadura totalitaria. El Estado, lejos de debilitarse, se fortaleció a niveles jamás visto en la historia de la Modernidad (con la excepción del fascismo).

Además, convirtieron en una “religión” pagana al “marxismo” (el primer antimarxista fue Marx), con sus tótems y el culto a la personalidad incluidos en el paquete. Stalin, Mao, Kim Il Sung, Fidel y ahora el marxista Hugo Chávez convirtieron el culto a la personalidad y la permanencia de los mismos en el poder en la tarea primordial de la revolución. De nada importaba que la revolución hubiese fracasado y hundido en la miseria y en la esclavitud a sus pueblos: lo importante, repito era, preservar el control del poder en manos de los grandes timoneles, de los comandantes presidentes.

Ante las críticas de muchos comunistas y socialistas democráticos del mundo, los más renombrados jefes comunistas (Stalin, Kruschev, Mao y Fidel, entre otros), se defendían argumentando que el comunismo democrático era idealista, utópico, es decir, irrealizable, por cuanto la guerra contra el capitalismo era a muerte y había que apelar a todas las armas necesarias para garantizar la consolidación del movimiento comunista mundial. A este tipo de comunismo lo llamaron entonces el “Socialismo Real”.

El “socialismo real” (por cierto, el más irrealizable de toda la gama de socialismos que existen) fue el socialismo dominante durante todo el siglo XX, y fue el que sembró la imagen negativa que proyecta hoy el comunismo internacionalmente.

Por eso es que el PSUV vive una crisis existencial, entre el Ser y el No Ser. En su Declaración de Principios aprobada en Abril de 2010 (la cual “debe ser la guía fundamental de los militantes del PSUV”, según el presidente Chávez) señalan claramente que adoptan “como guía el pensamiento y la acción de revolucionarios y socialistas latinoamericanos y del mundo, como José Martí, Ernesto Che Guevara, José Carlos Mariátegui, Rosa Luxemburgo, Carlos Marx, Federico Engels, Lenin, Troski, Gramsci, Mao Tse-Tung y otros (todos comunistas, a excepción de Martí)… Se apoyará en los aportes del socialismo científico y en los del Marxismo…”. Y para rematar, se declaran abiertamente “Marxistas”.

Más claro no canta un gallo. Si el PSUV se define como “marxista”, entonces son comunistas. Lo más triste es que pertenecen a la peor de las tendencias comunistas: la del “socialismo real”, la de Fidel Castro. Y si se definen como “socialistas científicos”, entonces no creen en las religiones porque son completamente contradictorios. No se puede ser cristiano y marxista a la vez, como tampoco se puede ser bolivariano y marxista a la vez, porque Carlos Marx no desperdició epítetos e insultos para definir a Simón Bolívar.

Razón tuvo el Cardenal Urosa Sabino. Hago una sugerencia al PSUV: asúmanse por completo. No sigan engañando a los venezolanos. No le mientan a los cristianos y al pueblo chavista. Háblenles claro, sin manipulaciones. La cobardía intelectual y el lenguaje oportunista nunca han sido atributos de los verdaderos revolucionarios. ¿Cantan merengue, componen merengues, bailan merengue, y no son merengueros?

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