Opinión Nacional

El Rey está desnudo

Los hermanos Grimm nacidos en Alemania, fueron unos soñadores que pasaron sus vidas pescando cuentos. Durante las primeras décadas del siglo XIX lo hicieron magistralmente y uno de esos cuentos fue “El rey está desnudo”. En la sustancia de esas palabras; la fidelidad a una mentira, el miedo a la verdad y la derrota de la falsa, son parte de su enseñanza y de la síntesis del cuento. De cómo los súbditos de un rey que no querían perder los favores del poder, lo veían vestido con los mejores trajes, como el rey quería que lo vieran, aunque estaba desnudo, hasta que alguien se atrevió a decir la verdad “el rey está desnudo” y el pueblo reaccionó hasta que la verdad terminó comiéndose al miedo.

El referéndum revocatorio constituye el grito del atrevido, todo lo que apunte hacia ya permitirá ver que el rey está desnudo, que es mentira su traje de pueblo “el pueblo soy yo”, su traje de líder total, su traje de equidad y de resultados sociales, su traje de empleo para todos, seguridad social para el pueblo, seguridad personal para el ciudadano, su traje de respeto a los derechos humanos, su traje de desarrollo, crecimiento y distribución económica, su traje de demócrata, su traje constitucional. Si se realiza el referéndum revocatorio, el rey estará desnudo, pero, si no nos permite el referéndum, si viola normas, leyes y la constitución para no ir a elecciones, para no someterse a la voluntad popular, igualmente “EL REY ESTARÁ DESNUDO”.

En el caso del presidente Chávez si concreta su voluntad de no permitir la realización del referéndum, si tiene éxito en su fraude contra nuestras firmas, si su saboteo contra el invento de los reparos, triunfa, el siempre estará perdiendo porque ya “El rey está desnudo”.

Por todo esto, tenemos la obligación ESTRATEGICA de asistir a los reparos, de agotar todos los hilos hasta llegar al revocatorio, de insistir en que nuestro camino es la salida pacífica y electoral, no hay para los demócratas y para los que queremos reconstruir esta nación, un camino de balas y sangre; ni es la ruta, ni tampoco somos asesinos de nuestros propios compatriotas, esa es la diferencia por la cual luchamos y la que nos identificará ahora y después.

La historia política de Venezuela, América Latina y universal, nos regresa suficientes experiencias de cómo, por mucho poder del “rey”, por mucho poder del dictador, por mucho poder de un gobierno, los pueblos siempre encuentran su destino. En diciembre de 1.957, después del plebiscito, seguramente Pérez Jiménez no se imaginaba que un mes después estaría huyendo del país.

Para vencer, en momentos como este, debemos pensar y actuar a partir de las propias enseñanzas: no ver lo que no hay, no avanzar sobre falsas promesas, que el camino corto es el de las armas y esas no están en nuestras manos, nuestra fuerza es la gente, el ciudadano y su instrumento es el voto, la calle, la denuncia, el reclamo, su lucha y si llega el momento tendremos que ponerle nuevo contenido a la desobediencia civil y a la resistencia pacífica, dotarlas de política, estrategias, tácticas y acciones, pero, acordadas en común y ejecutadas en conjunto, donde cada quien debe avanzar con su cada cual. No podemos continuar enfrentando esta tempestad con chaqueta ajena. Cada uno con su agenda de origen para rescatar la identidad del país que demanda una salida constitucional y pacífica. Firmeza en la ruta porque nuestra verdad ya se comió al miedo y “el rey está desnudo”.

(*): Profesor y Presidente de la Alianza Sindical Independiente

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