Opinión Nacional

El silencio hablará el 15

Entre dos y tres millones y medio de venezolanas y venezolanos con derecho a votar en el referéndum revocatorio, aun no han manifestado expresamente su voluntad de votar ni su intención de voto. Ese aparente nivel de apatía puede ser parte de la abstención histórica de nuestros procesos electorales, por desconfianza en los protagonistas de la confrontación, porque aun no se ha recibido el mensaje ni el proyecto que se espera, porque se desconfía plenamente en el CNE, porque puede pensarse que ninguno de los dos sectores, si pierde, va a reconocer los resultados o porque no se ha querido; por presiones, miedo, prudencia o por convicción expresar lo que se piensa y se está esperando solo el día 15 de agosto para ejercer el derecho y cumplir la responsabilidad de votar, en un acto muy personal, secreto y de mucha conciencia. Por esta última posibilidad es que mantenemos confianza en que el silencio hablará el 15 de agosto.

Las presiones que este gobierno ha ejercido sobre todos los empleados públicos, son inocultables, pero no podrán fracturar con sus políticas de terror, la conciencia de la gente. Este gobierno ha aplicado políticas de persecución contra todo el que no esté con su proyecto totalitario, desde el despido sin causa justificada, violando todas las disposiciones contractuales, legales y constitucionales existentes, hasta paralizarle el pago del salario al funcionario, el ascenso, el aumento, quitarles el escritorio, la oficina, trasladarlos desde su puesto de trabajo ejercido por muchos años en caracas hasta isla de Ratón en amazonas. Pero, a pesar de todo el atropello, el gobierno subestima dos realidades: la dignidad de la gente y el derecho al VOTO SECRETO que tienen todos los ciudadanos, incluyendo a los empleados públicos.

El silencio hablará el 15 a pesar que a todos los ciudadanos no comprometidos con el gobierno, se les tiene vetado sus derechos: a una cédula de identidad, a un pasaporte, a ejercer un tramite en oficinas públicas, a solicitar un crédito, a contratar con el estado, a solicitar la defensa de sus derechos civiles y políticos ante los poderes públicos o a demandar justicia ante el poder judicial.

El silencio hablará el 15 de agosto porque los trabajadores irán a votar para reconquistar un sistema democrático donde todos los trabajadores sin excepción ni exclusión, puedan ejercer sus derechos a huelga, contratación colectiva y a tener organizaciones sindicales pluralistas y democráticas.

El silencio hablará el 15 de agosto porque no queremos más hambre, desempleo, inseguridad, violencia, guerra y sangre de nuestros compatriotas en las calles.

Los venezolanos y venezolanas votaremos el 15 de agosto porque necesitamos como patria una nueva oportunidad, sin mentiras, demagogia, corrupción e intolerancia social y política o simplemente porque queremos construir otro país, para no repetir el pasado que nos trajo a este presente y no repetir a este gobierno que nos desfiguró como nación y como pueblo hermano y fraterno.

El 15 de agosto votaremos SI por una Venezuela que trabaje, desde todas sus trincheras por la reconciliación, la unidad del país, la tolerancia, el respeto por los derechos de la gente sin discriminación, por poderes públicos al servicio de los ciudadanos y por un verdadero estado al servicio de la justicia social y la paz. ¡Votaremos SI por el futuro!.

(*): Profesor y Presidente de la Alianza Sindical Independiente.

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