Opinión Nacional

El síndrome del complot y la candidatura

Un lobo y un cordero que tenían mucha sed llegan a un riachuelo, el primero se sitúa arriba y le reclama al segundo, me enturbias el agua que estoy bebiendo; el cordero le responde: ¿cómo puedo hacer eso si tu bebes el agua antes que yo?. El lobo derrotado ante la evidencia le dice: hace seis meses hablaste mal de mí y el cordero le recuerda que para esa fecha aún no había nacido. Esta fábula de Fedro se aplica como anillo al dedo a este afán de pelea del oficialismo, capaz de inventar atentados y utilizar un lenguaje inapropiado en esta etapa de transición política. Es el síndrome del complot, pero a lo criollo, adornado de palabrotas y absolutamente fuera de lugar.

La oposición no debe caer en esa trampa y de una vez por todas debe designar su candidato, establecer prioridades, hacer campaña recorriendo el país social, incorporando a los precandidatos de las pasadas primarias, los líderes estudiantiles, sindicales, dirigentes locales, en fin poniéndose en sintonía con las necesidades de la población, utilizando la tecnología y el contacto directo con las comunidades. La oposición debe estar consciente que esta es una oportunidad extraordinaria ante el fracaso de la gobernabilidad, al extremo que pareciera que la anarquía es una línea de acción para propiciar la confusión y el desconcierto entre la oposición, en especial cuando está planteado un modelo económico a lo dinosaurio, cuando hasta Cuba está de regreso hacia el turismo, la pequeña y mediana empresa y la búsqueda de un lugar en el mundo, después de tantos fusilamientos, presos, desterrados y la destrucción de la economía y los derechos humanos, que en la contabilidad política deben ser ubicados en el renglón de las pérdidas abrumadoras.

El populismo quiere atemorizar la representación parlamentaria democrática e insiste en establecer una relación plebiscitaria entre el PSUV y las masas, aprovechando que en Venezuela la sociedad civil está fragmentada y sus distintas partes chocan, se entrecruzan y están ávidas de orientación. Hay que tomar conciencia que hemos puesto en manos de terceros, áreas fundamentales de nuestra defensa, educación y salud. Por ello la única respuesta posible es la unidad y el compromiso de todos los ciudadanos, que estamos en contra de esta visión de país que se sustenta en el pensamiento único.

Los regímenes autoritarios, por su propia naturaleza, no tienen capacidad autocrítica y definitivamente se nos quiere imponer el mismo libreto: la corrupción es de la oposición que no tiene recursos y el Gobierno es impoluto, a pesar de regalar y malversar miles de millones de dólares. La inseguridad se le atribuye al Pacto de Punto Fijo, aunque 14 años después está quintuplicada y ahí están las cifras de los asesinatos, robos y secuestros. Las estadísticas demuestran que la construcción de vivienda social fue muy superior bajo la democracia, ahora se construye menos con más recursos y todo se infla por el discurso del régimen. Esta es la oportunidad de la MUD para lanzar nuestra candidatura presidencial a la calle, con espíritu de unidad nacional, entusiasmo y pragmatismo. Procedamos ya o lo lamentaremos.

 

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba