Opinión Nacional

El triunfo del fútbol científico

La eliminación de todas las selecciones, no europeas, en particular las latinoamericanas y las africanas, tanto en octavos como en semifinales de éste mundial Alemania 2006, sirve para recordarnos que en el fútbol; rigor, disciplina, trabajo en equipo, previsión y estudio en profundidad del rival, componen entre otros elementos, las bases fundamentales de un equipo ganador.

Las selecciones argentinas, brasileñas y marfileñas, están conformadas por individualidades de altísimo nivel, las cuales evolucionan con gran éxito dentro del competitivo circuito futbolístico profesional europeo. Sin embargo, resulta chocante ver a éstas selecciones salir eliminadas, a causa de una falta de rigor injustificable a niveles tan altos de competición.

La receta del éxito de las selecciones europeas obedece a una suerte de desarrollo de fútbol científico, el cual consiste no solo en el necesario perfeccionamiento físico de los futbolistas, sino que igualmente gira en torno a una rigurosa disciplina táctica. Un progreso vehiculado por las respectivas federaciones nacionales de fútbol, las cuales no solo invierten tiempo y dinero, en los miles de centros deportivos asociados, sino que han desarrollado una medicina integral deportiva y hasta un servicio de inteligencia deportiva.

Un ejemplo de lo primero, es el equipo de psicólogos que acompaña a los jugadores galos, en la concentración de estos en el castillo de Aerzen, desde donde los expertos han preparado mentalmente a los jugadores para siete desafíos capitales. Siete es el número de juegos que necesita Francia ganar para llegar a la final.

De lo segundo, una muestra contundente es el trabajo de seguimiento y análisis cualitativo y cuantitativo, del desenvolvimiento deportivo de los potenciales rivales. Un estricto trabajo realizado por los técnicos adscritos a la federación germana de fútbol y cuyo fruto, pudimos distinguirlo en la lista que portaba el guardameta Lehmann antes de detener los tiros libres desde el punto de penalti cobrados por los jugadores argentinos.

Elementos que en su conjunto forjan un rigor táctico, indispensable en la alta competencia, rigidez que, a decir de los resultados, no tuvieron en éste mundial 2006 selecciones de alto nivel competitivo como Argentina y Brasil. Estos últimos, de manera inexplicable descuidaron su línea defensiva; antes del gol que los sacó del mundial, el francés Henry, se encontraba libre de marca junto a cinco compañeros suyos en el área pequeña de los campeones mundiales, cubierta por apenas tres brasileños. Un descuido inexcusable, por cuanto la situación del gol, no tuvo su origen en un relampagueante contraataque, sino que se generó a raíz de un tiro con balón detenido ejecutado por Zidane.

De igual forma, los altos niveles de exigencia física de las oncenas europeas, no son quebrantados por individualidad, ni genialidad alguna. Difícilmente, alemanes, franceses e italianos, incluirían en sus respectivas alineaciones a jugadores con sobrepeso.

Así las cosas, éste contraste en la manera de estudiar y ejecutar la disciplina táctica, hizo que en éste mundial Alemania 2006, pasaran a semifinales tantos equipos europeos como no había sucedido desde el mundial España 82.

Mientras tanto, vista la calidad técnica de los jugadores argentinos y brasileños, entre otros, es un triste record que en éste mundial ninguno de ellos haya ido más lejos.

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