Opinión Nacional

El Valor Político de la Motivación a la Afiliación

El 3D será uno de los momentos políticos más estratégicos después del 11A, porque siendo los venezolanos un grupo políticamente educado durante largo tiempo en el presidencialismo, las investigaciones evidencian que los electores con sólidos motivos emocionales no se enfocan en logros tangibles sino en sus afectos personales con determinado líder, característica ésta –entre otras- propia de los sistemas políticos presidencialistas. En este contexto, Venezuela vive un fenómeno socio-político nunca antes experimentado con tanta fuerza: La desvinculación que –después de 8 años- hace el colectivo entre el valor percibido de la presencia del Presidente Chávez y la responsabilidad por la gestión de su equipo de gobierno, tal como lo documenta el más reciente estudio de opinión de la empresa Hinterlaces. Existen varias explicaciones sico-sociales a este fenómeno político. Voy a presentar la que de acuerdo con mis propias investigaciones es la de piso más sólido: El peso de la motivación a la afiliación del venezolano promedio preserva al Presidente Chávez de responsabilidad por los resultados de gobierno percibidos.

¿Qué dice esta explicación científica?. Un motivo es una razón o causa muy subjetiva y sentida en la mente individual, que lleva a la persona a actuar de una manera política muy específica. Una motivación es una red de pensamientos y afectos muy estrechos que dinamizan, orientan y mantienen la conducta política de las personas. Y en este particular, lo que me interesa destacar es que los motivos determinan el funcionamiento de las personas tanto en lo interior (psíquico) como en lo exterior (lo social). Lo que motiva o moviliza es el valor subjetivo que la persona le da a esa razón que la impulsa a actuar políticamente. Existen varias motivaciones humanas típicas, muy conocidas y mundialmente estudiadas, una de ellas es la motivación a la afiliación (Mfl) que en Venezuela es particularmente alta. Afiliación viene de querer afecto, de ser querido y considerado por otra persona, de que alguien “me cuida y me protege, no importa qué…”.

Lo que la persona valora es el afecto genuino y la posibilidad real de protección. Aunque no se entregue un resultado material, lo que se privilegia es el afecto y la posibilidad concreta de ser querido, protegido y considerado. A todos los seres humanos nos agrada ser considerados y reconocidos como importantes, significativos y presentes. Pero lo crucial con la Mfl es que para algunas personas –y en Venezuela el tamaño de este algunas personas se refiere a 7 de cada 10 venezolanos- se convierte en una necesidad permanente e indispensable, que las mueve a realizar un anclaje con esa otra persona que da el afecto requerido, cuyo tono de voz, ademanes, sonrisas, tipo de palabras y figura de conjunto, dispara y multiplica el requerimiento colectivo de ese afecto, percibido como genuino y cierto por un imaginario social que –el sólo pensar la posibilidad remota que tal afecto pueda ser perdido- multiplica el anclaje emocional con el dador de ese afecto, reconocimiento y sentido único de existencia.

Saber que alguien se preocupa por mí y me protege es más importante que recibir algo que ese alguien me puede dar. Y esta poderosa sensación subjetiva de protección, de existir y estar presente, cuyo potencial movilizador está en el valor que las personas le confieren, es lo que –esencialmente- le ha dado el Presidente Chávez a millones de venezolanos que vivieron durante años con la sensación subjetiva de que no existían. El peso de la motivación a la afiliación del venezolano promedio será un factor de alto valor político en el desenlace del 3D.

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